CAPÍTULO 15 - HIELO PRESO

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En la calle de la ciudad, a las afueras del gimnasio Olimpo, Natsuo y Geten caminaban, tras acabar su jornada laboral, se disponían a pasar el resto del día juntos en casa. El Todoroki pasaba una mano por la cintura de Geten atrayéndolo hacia él, sonrojándolo.

—Natsu, estamos en la calle...

—¿Y qué pasa? —Natsuo miró alrededor —ese tipo de allí está dándole la mano a su novia, ¿por qué yo no puedo abrazar a mi novio?

Geten miró a esa pareja, y era verdad, no entendía porque debía ocultar su amor estando en la calle, por lo que sin pensarlo mucho, se puso frente al peliblanco de la familia Todoroki y lo besó en los labios, haciendo que de la impresión, Natsuo le rodease la cintura con los dos brazos atrayéndolo mas a él, pegando sus cuerpos.

A cierta distancia, sobre uno de los altos edificios cercanos, un hombre de alas rojas observaba a la pareja, con un teléfono en su oreja.

—Si, jefa, se están besando... —comentó y se quedó un momento en silencio mientras Tachibana le hablaba —¿Qué?... ¿con Natsuo también? —Hawks preguntó aquello sorprendido. Tras asentir colgó la llamada —veo que el Hawks de este mundo no perdió el tiempo...

Tras colgar la llamada, en un lugar desconocido, la mujer de cabello rojo se ponía de pie, caminando por la sala, dando una mirada al cuerpo de Aizawa, que inconsciente seguía atado en la pared y al lado contrario, enjaulados estaban Present Mic y Eri, añadiendo también a Shinso y a Monoma. Se acercó a Mic y se acuclilló, llevándose una mirada furiosa de Mic, que amordazado y atado de pies y manos no podía hacer nada.

—No es gracioso que no te dejen usar tu quirk, ¿eh? —dijo la mujer —esta jaula es cosa mía, anula vuestros quirks, y por supuesto, si quieres que papi —dijo haciendo una señal hacia Aizawa —siga vivo, mas os vale no darme problemas...

—¡JEFA, JEFA!

Tachibana se levantó y vio como Twice entraba y se acercaba a ella.

—¿Qué pasa?

—Hice lo que me pediste con ese rubio tonto.

La mujer de cabello rojo, alzó una ceja y una risa se formó en su cara y empezó a reírse a carcajadas, dejando a Twice algo confuso, pero que se empezó a reír también por inercia.

—Eso es perfecto... con eso tendremos neutralizado a Bakugo, ahora tienes que seguir con el plan B, usa PAIN en varias zonas de la ciudad, y te añado una misión nueva, tráeme a Geten.

—Si señora... —Twice parecía irse, pero tras casi sair del lugar se volvió hasta la mujer —perdona, ¿Quién es Geten?

Tachibana rodó los ojos. Y con solo decir que apareciese una foto de Geten en su mano esta apareció.

—Este es, vive con uno de los hijos de Endeavor, Natsuo Todoroki.

—¿Lo traigo a él también? —preguntó Twice.

—No, no me sirve para nada.

—Si, señora...



En el despacho de Endeavor, Izuku atravesaba la puerta, encontrándose a Bakugo, sentado y mirando al frente, evitando en todo momento su mirada, y a Endeavor tras su mesa, haciéndole gestos de que se acercase.

—¡Kacchan! —Izuku corrió hacía el, pero el rubio lo ignoró, dejando al peliverde confuso y aturdido.

—Deku —Endeavor alzó un poco la voz —te he hecho venir para que me ayudes, voy a salir, hazle que diga lo que pasó, que es todo lo que ha pasado, y que si de verdad él no es el del video, que diga donde estuvo, si no, no podemos hacer nada para ayudarlo.

Tras esas palabras, Endeavor salió del despacho, dejando a los dos solos, en silencio, con el rubio apartando la mirada e Izuku mirando a la gran ventana que había tras la mesa.

—Kacchan...

Bakugo siguió sin responder, el peliverde se acercó y le puso una mano en su brazo, pero el rubio lo apartó con violencia.

—No me toques.

Ante ese gesto, Izuku retrocedió.

—Kacchan, ¿Qué te pasa?... ¿es por lo de antes...? siento haberte pegado y atado, pero estabas perdiendo el control...

Katsuki no dijo nada, solo se volteó mas.

—Kacchan, por favor...

El rubio siguió sin responder, apretaba los puños y agachaba la cabeza, evitando que el peliverde lo viese.

Tras un momento de silencio, Katsuki pudo oir sollozos a su espalda, entonces se giró para ver como Izuku intentaba contener las lágrimas, tapándose la cara y frotándose los ojos. Al ver eso, la mirada de Bakugo se abrió, apretando los dientes, y molesto apretó su propia cara.

—¿Cómo se llama el segundo? —preguntó de pronto.

—¿Eh? —pudo decir el peliverde, confuso y sorbiendo por la nariz mientras las lágrimas caían.

—¡RESPONDE!

—Ehh... ehh... Kudo.

Al recibir la respuesta, los ojos de Bakugo se relajaron y se puso de pie corriendo hacia Izuku, abrazándolo en el acto. El peliverde estaba confuso, pero sentir su tacto fue lo único que necesitaba para calmarse, por lo que le devolvió el abrazo.

—Kacchan...

—Shhh... no digas nada... —Katsuki apretaba cada vez mas fuerte a Izuku, dejando caer su cabeza en su hombro, aferrándose a él —¿Cómo se llama el cuarto?

—¿Qué?

—Responde, por favor.

—Emm... Shinomori.

Izuku pudo sentir como Bakugo se relajaba, y el agarre aumentaba.

—Perdóname... —soltó el rubio.

—Kacchan... no entiendo...

—No puedo explicar mucho, ahora sé que eres tú, pero ya he gastado dos preguntas...

Izuku cada vez entendía menos.

—¿Qué dices?

—Escúchame... yo no he hecho nada, pero no puedo decir donde estaba, por favor, confía en mi...

Izuku lo miraba bien, podía ver con absoluta claridad que no mentía, pero seguía sin entender nada.

—Confió en ti —le dijo el peliverde.

Katsuki sonrió.

—Te prometo que todo tiene una explicación, por favor... no me odies...

—¿Qu...?

Antes de poder acabar, una explosión salió de las manos de Bakugo, destruyendo la ventana del despacho y lanzando a Izuku contra una pared mientras gritaba, y entre todo ese humo, Bakugo huyó del edificio.

Al oír la explosión, Endeavor entró encontrándose con su despacho destrozado, Izuku inconsciente en el suelo y sin rastro e Bakugo. Gritando, Enji pidió a Tenko que llamase a todos.



Lejos de allí, Geten, que se había adelantado, pues Natsuo tuvo que volver al gimnasio a por una cosa que se le había olvidado, llegó a la casa donde vivía con el Todoroki, pero al llegar le sorprendió que las luces estuviesen encendidas, agarró el pomo de la puerta y al abrirla pudo ver a Natsuo allí, de pie, frente a él.

—¿Natsu?... ¿Cómo has llegado tan rápido?

—Quería darte una sorpresa...

Geten sonrió y algo ruborizado, entró y cerró la puerta, lanzándose a los brazos de su pareja, besando sus labios.

—No hacía falta... —dijo cerrando la puerta con uno de sus pies mientras se colgaba del cuello de Natsuo.

—Por ti haría lo que hiciese falta —respondió el Todoroki sonriendo de forma malévola.

Media hora después, el auténtico Natsuo llegaba a la casa, encontrándose todas las luces apagadas, extrañado, entró en la casa, donde no había rastro de Geten.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora