CAPÍTULO 21 - MI HEROE

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Hace mucho tiempo, cuando mi hermano comenzó con la caza de quirks, época en la que llegó a su apogeo, bajo la excusa de querer protegerme, me encerró.

—Aquí nadie podrá alejarte de mi —me dijo antes de cerrar aquella puerta de hierro y dejarme solo y a oscuras en aquella pequeña habitación.

Yo, desde que nací fui débil, mi cuerpo no se desarrolló como debía, siempre estuve bajo la protección de mi hermano, siempre era él el que cuidaba de mí, traía comida para los dos y procuraba que siempre estuviese cómodo.

Poco a poco eso fue cambiando, y ese amor fraternal se convirtió en obsesión por mí, era muy celoso de cualquier persona que me hablase o incluso pronunciase mi nombre, y entonces fue cuando quiso "protegerme" encerrándome en aquel sitio.

No pasó mucho tiempo para que él volviese, me visitaba cada día, traía comida y me hablaba del exterior y de lo que estaba haciendo, el como se adueñaba de quirks poderosos para hacerse imparable.

—He encontrado un quirk que incluso alguien tan débil como tu podría usarlo.

Esas fueron las palabras que me dijo cuando, forzosamente me dio un quirk de acumulación de fuerza. A diferencia de lo que ambos creíamos, yo si nací con un quirk, pero era tan inútil por si solo que no lo pudo percibir, y mezclándolo con el quirk que me dio mi hermano nació el One For All, un quirk que acumula fuerza y a la vez puede ser traspasado a otra persona. Pero, debido a mi bajo estado de forma, la acumulación de fuerza no era efectiva.

El tiempo pasaba y mi hermano seguía apareciendo día tras día, contándome las atrocidades que estaba ocasionando, incluso me habló de un grupo de resistencia que se dedicaba a intentar frenarlo, tenía especial fijación por uno de los jefes de esa resistencia, no sabía su nombre, solo sabía que era un chico de pelo castaño rojizo.

Yo no le prestaba atención, siempre que podía intentaba disuadirle de que siguiese con todo eso, pero nunca me escuchaba, era muy frustrante.

Entonces un día la puerta de mi celda se abrió de golpe, yo estaba algo asustado, y me retraje, pude ver las dos figuras en la puerta, y en como una de ellas me apuntaba con un arma, no dije nada, no me defendí, estaba dispuesto a morir con tal de dejar de sufrir. Pero, un haz de luz iluminó a ese hombre que me apuntaba con el arma, pude ver su semblante serio y su cabello castaño, cuando nuestras miradas se cruzaron, pude ver como su expresión se relajaba, lo vi hablar con su compañero sobre algo que no pude entender, pues estaba muy asustado, pero entonces él se acercó y me tendió la mano.

En ese momento no pensé, tomé su mano y con su ayuda pude salir de allí, alejándome de mi hermano y de todo el mal que había a su alrededor. Así fue como mi héroe me salvó.

El tiempo que pasamos juntos fue breve, y aunque seis meses pueden parecer mucho, en realidad no lo fue, Kudo, Bruce y yo pasamos todo ese tiempo huyendo de mi hermano, que al descubrir que me habían liberado enloqueció y su maldad se hizo mas intensa.

Pero por otra parte, esos seis meses fueron mágicos para mí, en un principio era agradecimiento, pues tanto Bruce como mi héroe, cuidaron e mí, me alimentaron y me ayudaron en todo lo que pudieron mientras seguían liderando la resistencia contra mi hermano.

Ese agradecimiento fue evolucionando, y empecé a ver a Kudo con otros ojos, era muy atrayente, y no solo físicamente, como habrás podido ver, si no todo lo que le rodea, siempre estaba pendiente de mis necesidades, me trataba muy bien, cada vez que tomaba mi mano un escalofrío recorría mi cuerpo.

No pasó mucho tiempo para que le confesase mis sentimientos, yo estaba bastante nervioso en ese momento, pues sinceramente no esperaba que fuesen correspondidos, pues nunca vi en él algún signo de que sintiese lo mismo. Fue entonces cuando supe que podría ser feliz, pues no solo correspondió a mis sentimientos, si no que, evitando lastimarme, todo ese tiempo se había reprimido para no hacerme sentir mal, ocultando lo que sentía por mí, por miedo a que volviese con mi hermano.

En algún momento de ese tiempo le traspasé el One For All, sinceramente no sabía que podía hacerlo, y tampoco hubo muchas opciones reales de que pasase, pues nuestra intimidad era escasa, pero pasó.

Y finalmente llegó el día en el que mi hermano nos descubrió, irrumpió en el refugio y mató a todos los que había, Bruce abrió la salida de emergencia y tomando de mi mano mi héroe me sacó de allí, pero en la ruta de escape, mi hermano nos atrapó y lo último que recuerdo antes de morir fue ver como mi héroe me miraba con horror y miedo, y como mi mano, la que el sostenía se separaba de mi cuerpo.



Izuku prestaba atención a cada palabra del primer portador, escuchando su historia, sintiendo alguna forma reconfortado, pues aunque él no pudiese estar con Bakugo en ese momento sabía que volvería a estar con él.

—¿Qué hacéis ahí?

Yoichi e Izuku miraron a un lado, alzando un poco la cabeza para ver como Kudo se acercaba a ellos y se ponía en la espalda del primer portador, posando su mano en su cabeza de cabello blanco.

—Le contaba al noveno como me salvaste.

—Oh... —Kudo parpadeó varias veces y miró a Izuku —¿y te ha contado lo machote que fui? —dijo haciendo una pose chulesca.

—Algo... —respondió Izuku viendo como el segundo se sentaba al lado del primero.

—Deberías contarle como me pasaste el One For All, así aprende algo... —no pudo terminar la frase pues Yoichi le tapó la boca.

—No hace falta que lo sepa todo todo...

Kudo se apartó con delicadeza las manos de su boca.

—A mí me gustó...

—¡¡¡QUE TE CALLES!!! —el primero se puso rojo y se lanzó encima de él tapándole la boca con fuerza, mientras Kudo pataleaba en el suelo como un niño pequeño.

Izuku dejó escapar una sonrisa, al recordar que Bakugo y el protagonizaban a veces escenas así, entonces pensó que a lo mejor su comportamiento y personalidad con Katsuki se podía deber a su conexión con el primer y el segundo portador.

Y mientras ellos seguían a lo suyo, Izuku se puso de pie, hizo una reverencia.

—Muchas gracias.

Tras decir eso, Kudo y Yoichi se voltearon y tras asentir y sonreírle, Izuku desapareció, volviendo al mundo real, todavía surcando los cielos mientras en su mente la imagen de Bakugo cobraba cada vez mas fuerza, y pensó que no quería sentarse a esperar como un tonto, encontraría a Bakugo costase lo que costase.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora