CAPÍTULO 13 - SACAR LA BASURA

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Pese a todo el caos, un silencio extraño estaba haciendo que todo a su alrededor tomase un tinte extraño. Izuku miraba hacia Bakugo, y como esa mujer lo señalaba y afirmaba que había sido él el causante de la explosión.

—¿Se puede saber que dice? —preguntó Burnin a Bakugo cruzándose de brazos y echándole también una mirada a esa mujer.

—¿¡Y YO QUE SÉ? —gritó el rubio molesto.

Izuku se notaba extraño, era como si las palabras de esa mujer le hubiesen paralizado, miraba a Bakugo con los ojos muy abiertos, y no fue hasta que el rubio lo miró a él que no pudo hacer nada, fue como si su mirada hubiese roto ese hechizo, entonces se acercó a él.

—Kacchan...

—Si, es él, yo lo he visto y lo tengo grabado —dijo un hombre cerca de la mujer que acusó a Bakugo y extendió su teléfono móvil mostrando unas imágenes de Bakugo explotando zonas del edificio.

En ese momento todos los héroes allí presentes, entre los que se encontraban algunos de sus excompañeros, como Denki, Kirishima, o incluso de la clase B, como Kendo, Tetsutetsu, Monoma y Shinso miraron a Bakugo con expresión confusa.

—¡¡¡ESE NO SOY YO, YO NO HE HECHO NADA!!! —les gritó a todos.

—Bakugo... tranquilo —Burnin se acercó a él —seguro que es algún error... déjame ver.

La mujer se acercó a ese hombre y miró fijamente el video, mientras Izuku, que seguía pegado al rubio miraba a todas partes y de forma inconsciente agarró el brazo del rubio.

—Kacchan...

—¡¡CALLATE, DEKU!! —gritó y lo empujó alejándose de él y acercándose a toda esa gente que lo acusaban. Izuku se quedó callado, no sintió el Sensor por lo que aquello no había sido a malas, Izuku podía ver con claridad que Bakugo estaba alterado y confuso, y cuando Katsuki estaba así, salía a relucir su peor cara.

—Midoriya...

Izuku se giró para toparse con Monoma y Shinso, el cual lo miraban también confusos, estaban pasando cosas muy extrañas.

—Shinso-kun, Monoma-kun... ¿Qué tal? ¿ya habéis ayudado a todos?

—Si... ¿Qué pasa con Bakugo? —preguntó Shinso.

—No sé...

—Están diciendo que él fue el culpable... y la verdad, yo me lo creo —dijo Monoma, ganándose un codazo de Shinso.

—Ayy... —dijo frotándose el costado —¿Qué pasa?... ¿acaso no lo ves? está hecho una furia porque lo han descubierto.

—No... Kacchan no haría algo así...

—Lo tienen grabado... —Monoma no sonaba con intención de hacer daño, solo estaba diciendo la realidad que se presentaba ante ellos.

Izuku vio como Burnin tenía que alejar a Bakugo de la gente porque se habían empezado a gritar. También pudo ver como en la cara del rubio no había rabia, había impotencia y cierto temor, tras vivir con él y pasar tanto tiempo con él, Izuku pudo empezar a advertir las expresiones de Bakugo y sus significados.

—Lo siento —se disculpó el peliverde —voy a ver que pas...

—¡¡ENDEAVOR!!

Todos miraron a como las personas de allí gritaban el nombre del número uno, que se estaba acercando a la zona. El hombre avanzaba a paso normal, atravesando el cordón policial y acercándose a Burnin y a Bakugo, pidiendo explicaciones.

—¡¡EDNDEAVOR, ATRÁPALO, ES UN VILLANO, ¡¡¡HA INTENTADO MATARNOS!! —gritaban algunas personas cercanas.

Izuku volvió a quedarse estático, y empezó a temblar, sabía que Bakugo no había hecho eso, daba igual que estuviese grabado, debía haber alguna explicación, aunque era verdad que tras la discusión no lo había vuelto a ver hasta ahora.

Tras un momento, Endeavor agarró a Bakugo del brazo y lo apartó de todos, llevándoselo de allí, siendo aplaudido por todas las personas. Izuku sentía que iba a llorar, sin perder tiempo corrió tras ellos.

—¡Kacchan!

El rubio se volteó y lo miró con aquella mirada que hacía años que no veía.

—No te acerques a mí, Deku inútil.

El peliverde se quedó petrificado en el sitio, y al poco Shoto se acercó a él corriendo, pues había estado alejado ayudando a algunas personas y no se había enterado de nada de lo que había pasado.

—Midoriya...

Al girarse, Shoto vio como el peliverde se echaba llorar, Todoroki abrió mucho los ojos, pues Izuku lo miraba con los ojos llorosos buscando algún tipo de consuelo, por lo que sin dudarlo lo abrazó.



En la agencia de Endeavor, Toya estaba en el baño, se estaba echando agua en la cara, pues tras su discusión con Tenko y tras las hirientes palabras que le dijo, algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, por lo que para evitar que le viesen se había encerrado en el baño.

Se miraba al espejo, sus ojos azules miraban su reflejo de forma intensa, las lágrimas aun salían, pues parecían no tener control. Tras recuperar sus tejidos, y recuperar sus conductos lagrimales las lágrimas estuvieron días saliendo sin parar hasta que todo volvió a la normalidad, y desde ese día, llorar era algo que Toya hacía a diario, por su cabeza rondaba si esas lagrimas era solo por sus conductos lagrimales, o por algo mas.

<¿Vas a matarme como a tu pajarito?>

Toya cerró los ojos fuerte al rememorar esas palabras, al mismo tiempo que aquel sueño donde Hawks lo besaba en ese callejón tomaba fuerza dentro de él. Se echó mano a la pluma de su cuello y la apretó.

—Duele...

Por su parte, Tenko esperaba fuera del baño, tras esa discusión lo había seguido hasta llegar allí, y se había quedado fuera esperándolo, quería disculparse, no sabía que le había pasado para ponerse así, pues él pensaba que ya no había nada de Shigaraki dentro de él, pero estaba claro que se equivocaba.

Al final, el pelinegro se apoyó en la pared y se dejó caer, enterrando su cara entre sus rodillas, maldiciendo por ser tan bocazas.

—¿Qué haces aquí?

Tenko miró arriba para ver a Toya, en la puerta del baño, mirándolo y cruzándose de brazos. Al verlo así, se levantó rápido y debido a eso, se mareó un poco y parecía que iba a caerse, pero rápidamente Toya le pasó el brazo por la espalda para evitar que pasase.

—Ten mas cuidado...

Tenko asintió y se alejó un poco.

—Quería disculparme... no debí decir eso... perdóname.

Toya lo miró y se pasó una mano por su pelo blanco y sedoso.

—Te perdono si me invitas a cenar.

—¿Qué?... pero no tengo dinero...

—Pues arréglatelas... o si no, no te perdono...

Toya se cruzó de brazos y con una sonrisa se fue de allí, dejando al pelinegro aturdido.

A los pocos minutos los dos estaban en la mesa de la secretaría del despacho de Endeavor, donde estaba su puesto de trabajo, pues Tenko ejercía de asistente de Toya. Fue en ese momento cuando Endeavor y Bakugo entraron en la sala. Al pasar a su lado el hombre miró a Toya.

—No me pases llamadas y que nadie entre —dijo el hombre con tono duro y arrastrando del brazo a Bakugo, el cual no ejercía ninguna oposición.

Toya y Tenko habían oído las noticias, pues nada mas irse Endeavor, un grupo de periodistas había llegado y la gente había empezado a contar lo que había pasado. Entonces antes de que Bakugo entrase en el despacho, Toya se puso de pie.

—Parece que es hora de sacar la basura —dijo con intención de que Bakugo lo escuchase. Y la puerta del despacho se cerró.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora