CAPÍTULO 25 - EMPECEMOS

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Era por la mañana y en la agencia de Endeavor se respiraba un ambiente extraño, cuando Izuku llegó no encontró a nadie, también le sorprendió no haber recibido ningún mensaje de Endeavor o Shoto, pero pensó que todo se debía a toda la tensión, pues esa noche habían aparecido mas de cien personas ensangrentadas, por lo que la ciudad estaba un poco caótica.

Por petición de Izuku, Bakugo entraría por la azotea e iría directo al despacho de Endeavor, donde harían la reunión. Izuku atravesó la recepción y llegó a lo mas alto, allí fuera del despacho de Endeavor, en sus mesas Toya y Tenko parecían absortos en su trabajo, y tras un saludo, el peliverde entró en el despacho, justo cuando la mirada de esos dos apuntó hacia la puerta.

En el despacho, Endeavor se encontraba tras su mesa, y al ver entrar a Izuku dejó lo que hacía y sin decir nada lo miró.

—Buenos días... —dijo el peliverde que poco a poco empezaba sentirse muy incómodo.

Justo en el momento que la puerta se cerraba, Izuku notó como el Sensor de Peligro se activaba y por el rabillo del ojo, una luz viajaba hacia él, con bastante agilidad pudo evadir la llamarada que Endeavor le había lanzado, confuso miró al frente, pero antes de poder reaccionar, la ventana se rompió y una explosión retumbó en la sala.

—¡IZUKU! —Bakugo había irrumpido y se situó delante del peliverde, haciéndole de escudo mientras una vez el humo se disipó vieron como aquel clon de Endeavor empezaba desvanecerse.

—¿Qué está pasando? —preguntó Izuku alterado.

—Malditas copias...

De pronto, unas grietas empezaron a surgir por todo el lugar y el Sensor se volvió a activar, por lo que usando el Látigo Negro y Flotar, Izuku agarró a Bakugo y salieron volando del edificio, viendo como este se derrumbaba, dejando al descubierto a Shigaraki sobre un pilar, mirándolos con soberbia mientras apoyaba su mano en el suelo y de la cuales salían ráfagas de destrucción, como las que destruyeron el hospital de Jaku dos años atrás, las cuales se extendían por todas partes destruyendo todo, pues la potenciación del quirk de Shigaraki seguía presente, y era la razón por la que se le había anulado su quirk con un moderador.

Mientras Izuku y Bakugo flotaban y contemplaban la destrucción, una bola de fuego azul apareció tras los escombros y gracias a las explosiones de Bakugo las pudieron esquivar, contemplando ahora, como al lado de Shigaraki estaba Dabi, y como hacían equipo para matarlos.

—¿Qué está pasando? —volvió a preguntar Izuku confuso.

—Son copias.

—¿Copias?

Entonces del centro de la ciudad el sonido de una explosión hizo retroceder tanto a Izuku y Bakugo como a esas copias de Dabi y Shigaraki, y entre todo el humo y el fuego, pudieron ver como del epicentro de esa explosión, varias siluetas salían volando.

Horas antes.

En la base de lugar desconocido en el que se ocultaba Tachibana, la mujer reía a carcajadas sentada en su ornamentado trono, mientras que frente a ella, atados y con sus quirks anulados, Endeavor, Toya y Tenko estaban arrodillados en el suelo.

A un lado, en la pared, encadenado seguía Aizawa, todavía en estado constante de sueño y en la celda de un extremo, Present Mic, Monoma, Shinso y Geten, que amordazado intentaba llamar la atención de Toya y Endeavor, los cuales parecían inconscientes.

A un lado de la mujer estaba Twice sentado en el suelo cruzado de piernas, mientras que en el otro extremo, y una vez curado con ayuda de Tachibana estaba Hawks con la mirada al suelo, cansado y aturdido. Y tras el trono, flotando dentro de una burbuja estaba Eri, ahora despierta y llorando, mirando a sus dos padres.

—Despertad.

En ese momento, todos en la sala, a excepción de Aizawa, abrieron los ojos, aturdidos y alterados al verse en ese estado. Toya y Tenko tras pasar la mirada por todas partes miraron al frente y al ver a Tachibana sus ojos parecieron que iban a salirse de sus cuencas.

—¿Os alegráis de verme?... yo no...

Tachibana se puso de pie, mientras Toya muy confuso pasó su mirada a Hawks, que no le miraba, acto que no pasó desapercibido para Tachibana.

—¿Qué le miras a tu pájaro?... o bueno... ese pájaro —volvió a reír.

Endeavor, que sin problema pudo librarse de las ataduras enseguida sintió como su cuerpo se detenía, miró a la mujer de pelo rojo y como movía sus labios, para que al instante sintiese como la sangre de su cuerpo empezaba a no fluir, y totalmente impotente cayó al suelo desmayado. Toya intentó gritar, pero no podía, miró a la mujer con rabia y luego a Hawks, que seguía como en otro mundo.

—El tiempo se detiene.

Otra vez, tras esas palabras todo a su alrededor se detuvo, a excepción de Toya y Tenko, los cuales seguían alterados por todo lo que estaba pasando.

—Por fin estamos solos —dijo la mujer pasando su mano por la cara de Toya, quitándole la mordaza, al igual que a Tenko.

—¡¡PUTA LOCA, CUANDO ME LIBERE VOY A MATARTE!!! —gritó Toya.

—Veo que sigues igual...

—¿Tw-Twice? —Tenko miraba al hombre de traje negro bastante impactado.

Tachibana sonrió.

—¿Te alegra ver a un viejo amigo?

En la cabeza de los dos chicos había mucha confusión, ¿cómo era posible que Tachibana estuviese allí? ¿Y Twice? ¿Qué estaba pasando?

Un aura azul comenzó a cubrir el cuerpo de Toya, pero rápidamente se apagó, pues unas palabras de la mujer lo detuvieron.

—Dabi, será mejor que no hagas eso, estas capado y yo puedo anular tu quirk sin problema, como he hecho con todos.

La mujer miró a Tenko y luego a Toya.

—Tendréis muchas preguntas, pero yo no soy una enciclopedia, por lo que no os voy a responder a nada.

Sin más, alzó una mano e hizo que Tenko comenzase a flotar, retorciéndose y acercándose a ella, mientras Toya se retorcía.

—¡TENKO!

Tachibana se puso frente a su trono, y mantuvo al pelinegro flotando.

—Empecemos.


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Hola, mis queridos lectores empoderados, solo quería avisar de que ya está disponible el capítulo 1 de Maldita Despedida.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora