26. Aguanta, no falta mucho

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―Existe la pequeña posibilidad de que seas sonámbula

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―Existe la pequeña posibilidad de que seas sonámbula. ―Ofreció Kaiden desde su lugar sobre el inodoro. ―Y nunca lo supimos porque nunca dormiste lo suficiente como para notarlo.

Cruz levantó la vista de sus pies, se los había estado fregando en la ducha para quitarse el barro. Se alejó un mechón de cabello del rostro y pensó en que debería cortarlo de una vez, era poco práctico.

―Imposible. ―Se recogió el pelo en una coleta y continuó limpiando sus pies ¿Cómo era posible que tuviera tanto barro en ellos? ―Dijiste que estuve todo el tiempo en mi habitación. Además, el sueño se sentía demasiado real. Es todo demasiado raro y pensaba que yo era lo único raro en este reino.

Kaiden le alcanzó una toalla y Cruz comenzó a secarse los pies, gracias a los dioses no quedaban rastros de barro.

―Hay algo que no entiendo. ―Comentó Kaiden mientras observaba los pies de su hermana. ― ¿Por qué solo te lavas los pies y no tomas una ducha completa?

― ¿En serio? De todo lo que te acabo de decir ¿Eso es lo que no entiendes? ―Se quejó Cruz mientras se ataba las botas. ―Prácticamente saqué un montón de barro de mi sueño ¿Y lo que te preocupa el por qué solo me lavé los pies? Increíble.

Cruz sacudió la cabeza y terminó de ponerse su bota. Kaiden seguía sentado, tenía una mano sobre el estómago y la otra en el mentón mientras miraba algún punto perdido en el techo.

―Lo que sea que estés pensando, la respuesta es no.

Kaiden la miró.

―Solo me preguntaba por qué tu sueño involucraba a una persona que apenas conoces, me parece extraño.

―Es irrelevante, el subconsciente es un lugar confuso. ―Abrió la puerta y se quedó un segundo esperando a que Kaiden la siguiera, cuando no lo hizo se dio la vuelta y lo alentó a seguirla. ― ¿Vas a acompañarme o qué?

― ¿A dónde? ―Kaiden la miró confundido, pero ya se estaba poniendo de pie. ―Por si no te diste cuenta, está diluviando afuera. Me puedo enfermar.

― No vas a enfermarte, cuando regresemos te preparo ese café de chocolate que escondes en el fondo de la alacena. ―Sonrió ampliamente ante la cara confusión de Kaiden. ―No te preocupes, no lo probé.

― ¿Y qué se supone que vamos a hacer afuera?

Salieron del baño, Tauri dormía en el sofá del comedor. Levantó la vista y bostezó, al parecer Kaiden y Cruz no habían llamado su atención lo suficiente como para despertarse por completo. Se hizo un rollito en su lugar y volvió a dormir. Cruz tomó su capa del perchero al lado de la puerta y le alcanzó otra a Kaiden.

―A buscar mis botas, por supuesto. ―Notó como los ojos de Kaiden iban directo a sus pies cubiertos con botas. ―Estás no, las que dejé en el bosque. Busqué mi otro par de botas en toda la habitación y no están en ninguna parte. Además, en el bosque podría haber respuestas, en caso de que no encontremos las botas.

La guadaña oscura [Criaturas Nocturnas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora