Se levantó adormilado, había notado el golpeteo en su puerta hacia unos cinco minutos, desde entonces no se había detenido. Al parecer no se detendría hasta que abriera la puerta. Abrió lo más rápido que pudo. A pesar de estar medio dormido, consiguió esquivar el puñetazo que iba directo a su cara.
―Lo siento. ―Themis bajó la mano y lo empujó para entrar.
―Pasa, no estaba haciendo nada... ―Az cerró la puerta y se frotó la cara. ―... más que dormir.
Themis estaba en el saloncito que hacía de recibidor en sus aposentos. Caminaba de un lado a otro y no paraba de acomodarse el cabello. Llevaba la ropa normalmente usaba cuando estaba fuera, aunque no se veía un solo cuchillo en su cinturón. Quizá estaban escondidos, pensó Azariel.
―Estoy muy cansado ¿Sabes? ―Caminó hasta el sillón y se dejó caer. ―Nuestro padre estuvo toda la tarde fastidiándome porque está mal salir del castillo sin una escolta de seis guardias. Como si no pudiera defenderme solo. ―Miró a su hermana que seguía actuando como si hubiera visto al mismísimo diablo. ― ¿Qué pasó? ―La preocupación se abrió camino entre sus pensamientos.
Ante la pregunta, Themis paró de caminar y abrió la boca para contestar, se detuvo antes de decir nada y negó con la cabeza, volvió a caminar de un lado a otro mientras se frotaba las manos. Finalmente se volvió a quedar quieta y se acercó a donde estaba Azariel, se dejó caer en el sillón junto a él.
―Creo... que podría estar volviéndome loca. ―Soltó un suspiro y se puso a jugar con su trenza. ―Me acaba de pasar algo horrible.
Comenzó a contar como su sombra intentó agarrarla en su cuarto y como luego desapareció de la nada, y las lámparas se apagaron al mismo tiempo. Azariel no entendía nada, y estaba en contra de admitir que su hermana era una loca.
―Quizá estabas durmiendo y te caíste de la cama o algo así. ―Ofreció.
Themis comenzó a sacudir la cabeza. Parecía que en cualquier momento comenzaría a morderse la trenza.
―Imposible, era tan real. Además... ―Sacudió la cabeza una vez más. ―El día de hoy pasaron muchas cosas.
Comenzó a hablar sobre su noche con Cruz y como esta había visto a una mujer que era idéntica a ella y que habían estado siguiéndola antes de que todo lo de las sombras pasara. Mencionó algo sobre que esa mujer podría estar relacionada con el asesinato de Arián.
Una idea comenzó a tomar forma en la mente de Azariel. Extendió una mano, aprovechando que su hermana estaba distraída y le dio un pellizco. Themis soltó un quejido y lo golpeo en el hombro.
― ¿Eso por qué? ―Demandó la muchacha.
―Solo comprobaba que fueras real. ―Comentó encogiéndose de hombros.
―Dije que era alguien igual a mí, no que era un fantasma. ―Se quejó Themis, entendiendo a que se refería el muchacho.
Azariel se masajeó el mentón mientras pensaba en todo lo que Themis le había dicho. Intentaba hilar todas las ideas que surgían en su mente al mismo tiempo.
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La guadaña oscura [Criaturas Nocturnas #1]
FantasiaLa guadaña. La muerte, alguien que ni siquiera teme a su destino. Una joven con habilidades extraordinarias, que desconoce su origen. El escudo. El protector, quien haría cualquier cosa por las personas que ama. Un muchacho con un don para hacer rea...