10. Nuestra oscuridad

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La princesa escuchó unos sonidos que no podían ser naturales, parecían como si un gato se estuviese atorando con una bola de pelo y provenían de Cruz

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La princesa escuchó unos sonidos que no podían ser naturales, parecían como si un gato se estuviese atorando con una bola de pelo y provenían de Cruz. Cuando volteó a verla la encontró en el mismo lugar donde había caído luego de tomar su sangre, solo que está vez estaba moviéndose de una forma muy extraña parecía que estaba convulsionando. Corrió a su lado, al mismo tiempo que Kaiden caía en la cuenta de lo que estaba pasando. Themis sostuvo a Cruz sobre su regazo, poniéndola de costado para que no se ahogara con la sangre que salía de su boca. Probablemente era la misma sangre que había tomado de Themis, pero la realidad es que era mucha como para que ese fuera el caso.

― ¿Qué hacemos en esta situación? ―Themis sonaba un poco desesperada para su sorpresa.

Había peleado con necrófagos, e incluso con hombres que no buscaban más que matarla, y aun así no estaba lista para este tipo de situaciones. ¿Una herida de batalla? Eso podía manejarlo tranquilamente, esto era otro nivel. Nunca había visto a un ser querido en peligro. Quizá Cruz no era tan querida para ella, pero sí lo era para Kaiden y eso era todo lo que importaba en ese momento.

Kaiden parecía confundido, como si tampoco supiera que hacer. Themis lo vio marchar hacía lo que suponía que era su cuarto, era la primera vez que entraba a aquella casa. Cuando regresó traía toallas que colocó delicadamente debajo de su hermana.

―En estas situaciones solo hay que esperar a que el ataque pase. No es la primera vez que le pasa y ciertamente no creo que sea la última. ―El ceño de Kaiden no podía encontrarse más fruncido.

Themis lo miró boquiabierta. Esperar a que esta situación simplemente pasara, así como si nada, era demasiado. Pero tenía que manejarlo, no podía tirar a Cruz al suelo y hacer como si nada estuviera pasando. Podía manejarlo, solo debía mantener la calma, tal como lo hacía Kaiden.

Su mente comenzó a divagar ¿Y si se había golpeado la cabeza muy fuerte? ¿Y sí ella tenía razón con respecto a que se golpearía la cabeza de forma irreversible? Quizá le había echado una especie de maldición, vayan a saber los dioses como. Negó con la cabeza, no era momento para esos pensamientos. Comenzó a cantar, no sólo para relajarse, sino también porque creía que podía ayudar a Cruz de alguna extraña forma. Como toda persona de la realeza había tomado clases de canto, así que en gran parte sabía lo que estaba haciendo. Kaiden, se mordía la piel del rededor de las uñas esperando a que pasara aquella situación. Themis pensó que lo más probable era que se sintiera igual de frustrado que ella.

Continuó cantando durante un tiempo, a pesar de que los espasmos de Cruz se habían detenido, y comenzó a acariciar la cabellera de la muchacha, que era demasiado suave para alguien que solía cubrirse con sangre todo el tiempo.

―Ya no aguanto esta tortura, preferiría casarme con un necrófago.

La voz ronca de Cruz llegó a los oídos de Themis, quien dejó de cantar y se apartó lentamente de la muchacha.

La guadaña oscura [Criaturas Nocturnas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora