Donde Mia colucci va a cursar su tercer año como otros normales.
Donde Marizza y Antonella pía spirito se unen ese año a el mismo colegio que ella.
Mia odia a Antonella.
Antonella odia a Mia.
que pasa si un pequeño gesto cambia todo?
esta historia e...
Viernes.Me desperté recordando todo lo que había pasado ayer.
Nos habíamos acostado y le había gustado, estabamos saliendo y se lo contamos a las chicas y nos aceptaron, me habia invitado a su cuarto este finde,.no podía ser la mujer más feliz de el mundo en este momento.
Aún era pronto asique me quedé en mi cama pensando lo afortunada que era de tener a mia en mi vida.
Escuche unos golpes en la puerta. Frunci el ceño, aun quedaban dos horas para que todo el mundo esté despierto.
Me levante y fui hacia la puerta sin despertar a las chicas, la abrí y me encontré a mi novia con una bolsa y una sonrisa en la cara.
-Que haces aquí?-- le pregunte confusa.
-Quieres que me valla?-- me dijo ella y la cogí de la cintura y la metí en mi cuarto.
-Nunca, simplemente no te esperaba, que haces despierta tan pronto, rubia?-- le pregunté cogiéndole de las mejillas.
-No podía dormir y he venido a ver si podía dormir contigo-- me dijo y me salió una sonrisa tonta.
-Claro que puedes dormir conmigo, rubia.-- le dije pasando mi brazo por sus hombros, mire la bolsa curiosa y lueco la mire a ella--Que es eso de la bolsa?
-Es mi ropa.
Levante las cejas sorprendida-- asique ya tenias planeado quedarte a dormir aquí?
Ella asintió con un leve sonrojo y me tumbe en la cama.
Le hice un hueco y se tumbo conmigo quedando su cabeza en mi pecho y mi mano en su pelo.
Le empeze a acariciar el pelo hasta que vi que se quedó dormida y se giro asique me gire en su dirección, le abraze la cintura con mi brazo atrayendo su cuerpo hacia mi poniendo mi cabeza en un hueco que había entre su pelo y su cuello dejándole un beso ahí..
Decidí aprovechar y dormir también unas horas aunque fueran pocas estaba que me caía de el sueño.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sentí unos besos en mi cuello y abrí los ojos lentamente encontrándome a Mia dándome unos besos en mi cuello mientras con su mano me acariciaba la cintura.
-Buenos días, rubia.
Al decir eso la anterior nombrada se despegó de mi cuello y me miro con una sonrisa.
