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A N T O N E L L A

Los dos últimos meses con mi padre y Alejandro habían pasado volando.

Me había divertido bastante con Alejandro y sus amigos, pero había llegado a su fin.

Por una parte me había encariñado con la gente de aquí y con mi padre no todo estaba mal.

Pero por una gran parte quería ver a toda mi familia y a mis amigas. Y puede ser que a Mia.

Si, no superó a mi ex. Como tú.

Revise las maletas y vi que tenía todo listo. Unos golpes en mi puerta me hicieron sobresaltar.

— Joder, Alejandro. Que susto, imbecil.

El río ante mi susto y se hacerco para pasar su brazo por mis hombros.

— Te voy a echar de menos, idiota.—me dijo.

— Y yo a ti, subnormal.

Me dio un abrazo y un montón de besos en la mejilla.

— Yaaa, quitateee.

El río y después de varios besos más en la mejilla se separó y me dejó preparar la maleta o revisarla en paz.

Después de ver que todo estaba listo, cerré las tres maletas y fui al baño.

Porque vine con dos maletas y me fui con tres,  fui a la playa pero aparte había  ido de compras muchas veces y me había comprado demasiada ropa nueva.

Me pegue una ducha rápida y me empecé a vestir. Me puse un vaquero corto azul de mezcilla y un top negro de tirantes, lo combine con unas zapatillas blancas y me deje el pelo suelto.

Salí de el baño y baje a la cocina donde Alejandro me esperaba para irnos a el aeropuerto, ya que mi padre no podía ir porque trabajaba.

— ¿Lista?

— Mhm. Vamos.

Fuimos hasta el coche y nos dirigimos a el aeropuerto.

Cuando llegamos bajamos de el coche y fuimos hasta dentro. Cuando llegamos nos quedamos hablando un rato hasta que sonó por el megafonillo me levante y nos empezamos a despedir.

— Te echaré demenos, prometo escribirte. —dijo con una sonrisa y lágrimas en los ojos.

— Yo también, ale.

Nos dimos un abrazo y cuando volvió a sonar el vuelo me aleje y con lágrimas me despedí con la mano.

Llegue a mis asientos después de los controles y me senté a esperar.

Aquí era por la tarde pero allí eran la tres de la noche, asique llegaría sobre las  once de la mañana.

Me acomode y decidí que iba adormir un rato.

[...]

Después de unas hora de vuelo, llegué.

Le hable a mi madre diciéndole que ya estaba ahí y que viniera a por mi.

Me contesto al instante con un "Vale mi ciela" y cuando aterrice salí de el avión.

𝑻𝒖𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 ☾︎ᴍɪᴀ ᴄᴏʟᴜᴄᴄɪ☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora