𝑻𝒖𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 ☾︎ᴍɪᴀ ᴄᴏʟᴜᴄᴄɪ☽︎

017

☆|A N T O N E L L A 

Jueves, por fin.

Estos días habían sido un poco aburridos, me los he pasado en casa y hablando con Mia por la noche.

Eran las siete, mi madre me había pedido que empezara a recoger todo y que enseguida iríamos para alla.

Solo me quedaba meter el pijama en la maleta y después ir a el colegio. Asique lo hice lo más rápido que pude, ya que había quedado con Mia en vernos en mi cuarto, cuando yo llegara le mandaría un mensaje y ella vendría.

El único problema eran las chicas, pero se pueden dar un paseo nocturno, ¿no?

—Nella! Baja que se hace tarde!— escuche decir a mi madre en la planta de abajo.

—Voy!

Mire el reloj y vi que mi madre tenía razón, eran las siete y cuarenta y cinco, asique cerré la maleta y baje.

— Por fin.—dice mi madre ganándose que ruede los ojos.

—¿Podemos irnos ya?

—¿A que se debe tanta prisa? —pregunto mi madre y me dio una sonrisa coqueta, y yo la mate con la mirada —Vale, vale. Has quedado con tu novia, lo pillo.

Rodé los ojos ocasionando que mi madre riera y fueramos hasta el coche.

Arrancamos y después de unos minutos de trayecto conseguimos aparcar y entramos a el colegio.

—Te dejo aquí, voy ha hablarle a dunoff y informarle de que ya estás aquí, ¿vale?

Asenti y me dirigí hasta mi cuarto.

—¿Me habíais echado de menos?— pregunte cuando apareci por la puerta de el cuarto.

—No.—respondió mi hermana y fui a darle un capón.

—Se más respetuosa con tu hermana mayor.

—Oh, vamos. Eres mayor por un año de nada.

—Pero soy mayor.—dije con aires de superioridad.—Chicas, ¿que tal?

—Muy bien, Antonella. —respondió lujan.

—Bien, gracias por preguntar.—me dijo luna.

Les di una sonrisa y saque mi móvil,le envié un mensaje a mia.

Ven para acá, ya he llegado y tengo
muchas ganas de verte.

Enseguida estoy ahí.

Sonreí a la pantalla y me senté en mi cama.

Empezamos ha hablar con las chicas de varios temas sin sentido algunos, la verdad esque me lo pasaba de maravilla con ellas.

Unos golpes se escucharon en la puerta y me levante rápidamente.

—¿Quien es?— pregunto Luján.

—Por como se ha levantado antonella seguro que es Mia.—dijo luna y la mire con una sonrisa.

Abrí la puerta y la vi.