𝑻𝒖𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 ☾︎ᴍɪᴀ ᴄᴏʟᴜᴄᴄɪ☽︎

023

☆|A N T O N E L L A

Había pasado casi una semana desde que lo hicimos público. Mia no me había hablado desde nuestra pelea y me estaba afectando. Marizza me preguntaba que qué tal estaba ya que normalmente no salgo de la habitación solo salgo para ir a clase y a veces ni eso.

Las veces que la he visto por los pasillos no me ha saludado y no me ha hablado. Parece que ya se había reconciliado con Felicitas porque las veía reírse por los pasillos y de más. Estaba feliz porque lo había solucionado pero por otra parte no sabia porque me ignoraba.

—¿Como estas? —me pregunto marizza mientras entraba a el cuarto. —No he visto a mia hoy.

—Normal, estara en su casa o por ahi con sus amigas. Es sábado.

—No lo sé. Pero creo que debes ir a hablar con ella.

—¿Porque? Ella también se pasó y no me ha mirado a la cara en toda esta semana.

—Nella, no se mucho de el amor pero si que se que os queréis y que si intentas ir a solucionarlo puede que ella hable contigo y lo solucionéis.

Luna quien acababa de entrar por la puerta le dio la razón a marizza asintiendo con la cabeza.

—Mira, nella. Sabes que me llevó muy bien con las dos y esta semana no ha estado de el todo bien, sabes? Quiero decir, habla con ella y intenta solucionarlo, —dijo luna.

Me decidí por hacer eso, asique me levante y salí por la puerta en busca de Mia, toque la puerta de su cuarto, estuve esperando un rato hasta que vicco me abrió.

—¿Que haces aqui, antonella? Vete—intento cerrarme la puerta cuando la pare con el pie.

—Vicco, no estoy para estupideces, ¿donde está Mia?

—No te lo voy a decir.

—Joder, vicco. ¿No entiendes que necesito verla? Necesito hablar con ella, porfavor por lo que más quieras dime donde está Mia.

Ella se tardo unos segundos mirándome hasta que soltó un suspiro.

—Bien, esta en el hall. Ve rápido antes de que me arrepienta.

—Gracias. Gracias ,Gracias, vicco.

Le di una sonrisa y me dirigí corriendo hasta el hall donde se suponía que estaría Mia.

Antes de llegar a entrar escuche una música proveniente de allí, me asome lentamente encontrándome a Mia y sos chicas más bailando.

Me quedé observando como se movían sus caderas, como movía sus brazos, como sonreía como daba vueltas.

Dios mío.

Ahora mismo estaba embobada que no note que habían parado la música y que mia me estaba mirando con una mini sonrisa y los brazos cruzados.

—Ejem...—dijo mia soltando una risa y sacándome de mi trance.

—Y-yo, e-eh estaba, bueno...—balbucee mientras me rascaba la nuca y las chicas soltaron una risa.