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(Contenido +18, nada más que decir. Solo, disfruten)
M I A

— ¿Manuel?—solté incredula mientras veía a el mejicano en las escaleras a punto de subir.

—Mi amor...—habló y cuando fue de más lo corte.

— Ni mi amor ni nada.—le dije haceidno que frunciera el ceño.—¿Te creías que no me iba a enterar?

— ¿E-Enterarte? ¿D-De qué exactamente?

— De todo, Manuel. Me mentiste, confie en ti y me mentiste.—espeté con rabia.

— Amor, no es así como parece yo...

— Ni amor ni nada, Manuel. Yo ñara ti desde este momento soy Mia, no tu amor. Acá se termino lo nuestro, ¿entendiste?

— Pero, cielo...

— Ha dicho que si lo has entendido, idiota.—hablo otra voz detrás de mi y la reconoci al instante.

Gire mi cabeza encontrándome a Anto con solo una camiseta y los brazos cruzados mirando a Manuel mientras se posicionaba atrás mío.

— Mia, lo que dice es mentira, yo no hice nada...

— Manuel, vete y dame las llaves con las que entraste.—pedí calmada pero el no cedió.

— Mia si me dejas te haré más feliz que ella, amor porfavor...

— Manuel, ¿te lo explico en chino, en japonés o en indio? Que no te quiere ver, dame las llaves y vete por donde has venido.—dijo Nella mientras extendía la mano.— Venga, rápido.

Manuel bufo pero al final saco las llaves y las puso en la mano de antonella, ella se las guardo en el bolsillo y lo miro con rabia.

—¿Que esperas, a que te acompañemos a la salida? Mueve el culo y tira, idiota.—le dijo mientras le indicaba con el brazo la puerta.

El nos miró a las dos y giro sobre sus talones para ir hasta la puerta.

—¡Y no vuelvas! —grito Antonella antes de que Manuel cerrará la puerta.

Una vez cerró ella bufo y me cogió por los muslos hasta llevarme a la cama otra vez para tirarme en ella riendo.

—¡Antonella, basta!—dije riéndome ya que me estaba haciendo cosquillas.

— Mmm—dijo dubitativa mientras se separaba un poco.— No.

Después de decir eso puso sus manos en mis costillas y empezó a hacer cosquillas en mi tripa. No paraba de reír mientras ella me sonreía, hasta que me empecé a quedar sin aire por todas las cosquillas.

— Porfavor, anto... me quedo sin aire—dije y ella paro de hacer cosquillas dejando sus manos apoyadas en mi cintura y su rostro cerca de el mío.

—¿Puedo besarte?—preguntó y yo asenti mirándole a los labios.

Ella puso una mano en mi cuello y junto nuestros labios en un beso suave, que no duro mucho porque al instante puse mi mano en su nuca para intensificarlo. Su legua juagaba con la mía, mientras mis manos descansaban en mus hombros. Su mano pasaba por mi cintura, acaeiciandola con cariño, mientas que la otra me tenía sujeta de la mandíbula para que no me "escapara".

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⏰ Última actualización: Jul 21 ⏰

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𝑻𝒖𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 ☾︎ᴍɪᴀ ᴄᴏʟᴜᴄᴄɪ☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora