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M I A

Abrí los ojos lentamente, despertándome. Intente moverme para poder levantarme pero un peso en mi cintura y cuello me lo impedía.

Baje mi mirada y encontré unos brazos rodeandome la cintura, levante un poco la mirada y la vi en mi cuello, acurrucada

Su pelo caía salvajemente por su espalda y por alfunas partes de su cara, mientras ella dormía plácidamente en mi cuello.

Su respiración relajada chocaba con mi cuello haciéndome erizar.

En un momento empezó a acariciarme la cintura y a dejar algunos besos en mi cuello, aún con los ojos cerrados.

Apartó un poco el pelo que le impedía seguir en mi cuello y después empezó a dejar suaves besos en mi hombro y cuello, pensando que yo estaba dormida.

Sus caricias subieron a mi abdomen levantado la camisa, dándome mimos, unos mimos que había echado realmente mucho de menos.

Levante mi mano acariciandole la nuca haciendo que ella sonría en mi cuello, no la veía pero sabía que lo estaba haciendo.

—Buenos días...—susurre.

—Mhm, buenos días, rubia.—soltó aún en mi cuello.

Mi corazón dio un brico de felicidad notando el apodo que tanto tiempo había estado sin escuchar.

Acepte a Manuel porque me dijeron que ella estaba enrollada con uno de allí, que se llamaba Alejandro. Esas fotos me las enseño Manuel, según el un amigo suyo de allí se las envío para que yo estuviera mejor y no fuera una cuernuda.

Entonces, Manuel me lo pidió y por karma le acepte. Desde que estamos juntos he intentado que no me bese mucho, no hemos tenido sexo, no quiero tenerlo con el, solo con ella. Y es lo que he intentado explicar, y hablar con ella ya que quiero que me cuente también lo de Alejandro.

Ella me rompió el corazón primero por eso estaba enfadada.

—Antonella, hay que hablar...—le dije y ella bufo en mi cuello.—Por favor...

Se separó de mi y se incorporo a mi lado apoyando su cabeza en el cabecero de la cama al igual que su espalda. La imite y mire al techo.

—Bien, ¿de que quieres hablar?—dijo un poco seca.

Solté aire y la mire haviendl que ella me mirara.

—¿Que pasó estos seis meses?—pregunte.— ¿Porque hemos acabado así?

— No lo sé, Mia. Alomejor empezaste a salir con tu ex con el que me juraste no tener nada y rompiste nuestra promesa, alomejor, eh.—soltó y rodee los ojos.

—Tu lo hiciste primero, no me eches más cosas en cara.—dije haciendo que ella frunciera el ceño y me mirara confundida.

—¿Que dices? Si esto te lo estás inventando para hacerme quedar como la mala vas muy mal.—dijo advirtiéndome.

—No miento, me llegaron unas fotos tuyas en la playa con un chico moreno, Alejandro se llamaba.—dije y ella soltó una risa.— Yo no se de que te ríes de verdad. Encima que intento hablar.

𝑻𝒖𝒔 𝑶𝒋𝒐𝒔 ☾︎ᴍɪᴀ ᴄᴏʟᴜᴄᴄɪ☽︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora