𝗕𝗜𝗟𝗢𝗚𝗜𝗔 𝗟𝗨𝗖𝗘𝗦 𝗬 𝗦𝗢𝗠𝗕𝗥𝗔𝗦 𝗜 & 𝗜𝗜.
«SINOPSIS COMPLETA DENTRO DEL LIBRO.»
Ella es elegante, inteligente y seductora.
Él cínico, arrogante, sarcastico y según el sexo opuesto el sinonimo de perfección hecha hombre.
La vida de Adela...
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Adelaine.
El eco de los aplausos y la ovación de las personas que se han puesto de pie causan que mi piel se erice como todos los días después de cada presentación. Siento los latidos frenéticos de mi corazón ir a mil por minuto, mis pulmones piden a gritos que les dé una pizca de aire y es lo que trato de hacer mientras mantengo mi postura sonriente cuando me entregan las flores.
La mayoría de mi vida he leído que la función de un corazón roto tiene dos variables. En la primera debes de afrontar la situación y aprovechar todo sentimiento para moldearlo. Sacarle provecho una y otra vez para no rendirse. Poder renacer, crecer y florecer en medio del dolor.
En la segunda, y por la que casi caigo las primeras semanas después de haberme mudado a París, es la depresión. No digo que no pase por eso, porque lo hice, grité, lloré y me frustré durante meses hasta que pisé tierra haciéndome saber que no estaba bien.
Tuve que cortar la comunicación con Angelique, con su familia y dejar atrás el que una vez fue mi hogar. Fue duró y costó demasiado tener que acoplarse a un lugar totalmente nuevo del que no sabía nada. Mucho más cuando Scarlett depende de mí y explicarle que irnos era la mejor manera, fue doloroso ya que ella amaba pasar tiempo con los Dassaúlt.
Gire el rostro para ver en tras bambalinas el rostro tranquilo de Vincent, en cuanto el telón cae por fin liberando de toda la lluvia de luces y flashes, mi compañero suelta mi mano con media sonrisa. Todos a mis espaldas tratan de respirar tranquilamente y sonrió tan solo un poco al ver como Flora, quien es una de mis amigas, suelta un suspiro dejándose caer en el frío del suelo.
Estar en Royal Ópera París y ser el nombre que los representa ha impulsado mi carrera a un nivel tan alto, que en estos casi dos años, pude darle a mi hermana y a mi bebé, un imperio sin depender de nadie. Y ahora, que la temporada de veinte funciones han llegado a su mitad, es que por fin podré tener unas semanas de descanso antes de poder continuar.
Me alejo sosteniendo el ramo de flores, la altura de Vincent sobresale contra la mía y la sonrisa que me dedicó hace que trate de devolvérsela aunque falle en el intento.
—Sé que ya te lo he dicho, pero eres maravillosa sobre el escenario—me halaga y retrocedo un poco cuando veo que desea dejarme un beso en la mejilla.
—Ya lo hemos hablado, Vincent.
Él asiente mirando sobre mí a mis compañeros que pasan a mi lado y le hacen un leve saludo. No deseo que estén los rumores sobre de que salgo con uno de los directores del Royal porque pensaran que todo lo que he conseguido ha sido gracias a él. Ha sido mi amigo durante todo este tiempo, hasta que hace unos meses es que hemos decidido intentarlo.
Debo de avanzar, seguir con mi vida y dejar mi patrón autodestructivo de ver las revistas amarillistas que llenan sus encabezados sobre mí.
El más reciente de ellos llenó toda la casa de mi familia de periodistas y es que ahora saben que tengo un bebé.
