Me llamo Lía, tengo 19 años. Llevo viviendo un par de años sola, en el campo. Mis padres viven en la ciudad, pero como estudio la carrera musical y me dedico todo el día, en cuerpo y alma al piano, prefiero vivir sola, para no molestar a nadie cuando estudio.
Tengo el pelo marrón, una melena corta y rizada, soy de estatura media, y desde que empecé a vivir sola, he adelgazado mucho.
Creía que mi vida era de lo más normal, pero desde que lo conocí a él, todo cambió.
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Cerré el grifo de la ducha y cogí a tientas la toalla. Me cubrí el cuerpo con ella y cuando me puse las chancletas abrí la puerta del baño.
De repente me quedé paralizada al ver frente a mí a un chico apuntándome con la pistola.
Durante unos segundos, ambos nos quedamos mirándonos, sin decir nada. Pero él reaccionó antes y me apuntó de nuevo con el arma.
—¡¡Arriba las manos!! ¡No se te ocurra hacer nada sospechoso! —me gritó.
Yo, obviamente, levanté las manos al momento, temiendo por mi vida. Precisamente, un arma de juguete no parecía. Pero al hacerlo, la toalla que me cubría, se deslizó y cayó al suelo, dejándome completamente desnuda ante él.
Hice un amago de agacharme a coger la toalla, pero él volvió a gritarme que no me moviese.
—¡¿Qué no has entendido sobre lo de las manos?!
—¡Pero estoy desnuda! ¡Déjame taparme, al menos! —le grito mientras intento cubrirme el pecho con los brazos—. Muy peligrosa no puedo ser, estoy desnuda y no tengo armas.
Hace un ruido como de fastidio con la boca y accede.
—Tápate y baja —me suelta bruscamente, mientras me agarra fuertemente por los brazos.
—¿Y si me pongo ropa interior no crees que será mejor? —le comento secamente mientras me deshago de su brazo.
Sin su permiso me dirijo a mi habitación, que está al lado y rebusco por los cajones en busca de ropa. Saco un culotte y un sujetador. Estoy de espaldas a él, pero noto que se acerca.
—¿Quién te ha dado permiso para moverte tan libremente? —me espeta.
—Es mi casa, y hago lo que quiero —me pongo el culotte y el sujetador—. ¿Y a ti quién te ha dado permiso para asaltar mi casa? —hay un silencio—. ¿Me lo atas, ya que estás tan a mano?
Pensaba que se negaría, pero me ata con habilidad el sujetador, me coge del brazo y me lleva prácticamente a rastras al piso de abajo.
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Holaaa^^
Bueno, otro fanfic de Inazuma (?). Estoy un poco nerviosa, porque es la primera vez que voy a escribir escenas de amor muy explícitas, así que bueno, este es el comienzo. Espero que os guste;)) Y bueno, dadme tiempo en las escenas románticas, no soy muy experta en eso.
P.D.: He estado a punto de ponerle a la chica como nombre Mia. Aunque Lía tampoco suena muy diferente xD
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Inazuma Eleven - El síndrome de Estocolmo - Axel [Lemon]
FanfictionElla fue sorprendida saliendo del baño. Él la sorprendió colándose en su casa. Ella tenía carácter. Él, una pistola. ********* Retenida en su propia casa, Lía convive a la fuerza con su "secuestrador" que se esconde en su casa. ¿Qué pasará con ambos...