TRUST III - JJ Maybank & Rafe Cameron [Triangulo amoroso]

Capítulo 8

- Parece que ha encontrado a su padre.- Habla Cleo.

- Lleva desaparecido casi un año.- Me miró Pope.- Lía, ¿Tu que dices?

- Lí, ahora estamos super expuestos, hay que tomar una decisión. ¿Damos la vuelta o seguimos adelante? .- No respondí.- ¡Lí, es para hoy!

- Dice que nos vayamos.- Hablé al fin.

- A ver espera un momento.

- Nos vamos.

- Lí.

- ¡Nos vamos!

—

Me senté junto a Sarah bastante apartadas de los demás y apoyé mi cabeza en su hombro, estaba igual de mal que yo. Intenté ser un apoyo para ella.

- Rafe estaba conmigo cuando me raptó Singh. El barco es suyo.

- ¿Qué dices?

- Si.

—

Había pasado bastante rato, nos íbamos turnando para manejar el timón, en esta ocasión me tocaba a mí.

- ¿Seguro que no les dijiste donde está el diario? .- Me dijo JJ dudoso.

- Claro que no.

- ¿Y porque está tan empeñado en conseguirlo? .- Se sentó a mi lado.

- Cree que tiene una pista sobre la ubicación de una ciudad de oro. Y que el oro del Merchant no era más que una pequeña parte.

- ¿Entonces el diario que tenemos lleva hasta un tesoro de 500 años que nadie ha encontrado?

- Pues sí.

- Me apunto. No tengo nada que perder. A saber lo que pasará cuando lleguemos a Outer Banks.

- Nada bueno, te lo aseguro.- Se quedó callado durante un momento mientras se acercaba a mí.

- Lí.- Le miré. Con sus manos agarró mi cara con intenciones de darme un beso, no pude hacerlo y me aparté.

- Lo siento. No puedo. 

Asintió resentido y se apartó de mí, no se esperaba que le rechazara el beso. No podía besarlo, no ahora. Después de que me dijera que nos tomáramos un descanso y de lo de Rafe, no puedo.

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Era de noche, cada uno estaba disperso por el barco, yo la que más, necesitaba estar sola y ordenar mis sentimientos. Tenía mi cabeza apoyada en mis rodillas cuando a lo lejos oí hablar a Pope y JJ.

- Tío, la he líado con Lí.

- Ya lo sabemos.

- No se porque le dije aquello, en serio.

- Yo tampoco.

- Quiero estar con ella.

- No te la mereces, JJ.

- Lo sé, por supuesto que lo sé. Por eso quiero que sea feliz.

- Ella estaba feliz contigo y tu no paras de cagarla.

- Me ha rechazado un beso. Es la primera vez que lo hace. Esta vez le he hecho daño de verdad.

- ¿Solo ésta vez? Deberíais de estar un tiempo separados, los dos.

- No quiero verla con nadie que no sea yo, Pope.

- Igual le pasará a ella contigo, pero eso no lo puedes controlar. Le has jodido mucho, JJ y ya sabes como es Lía.

- Si, lo sé.

Después de oír eso me fuí a dormir, a las pocas horas llegamos a los Outer Banks, atracaron el barco y fuí directamente a casa.

- Eh Lí, espera.

- ¿Qué pasa? .- Me dió un abrazo.

- Lo siento por todo.- Lloraba.- Te mereces algo mejor, lo sé.

- Tranquilo, estaré bien.- Le limpié las lágrimas.- Seguirá siendo mi JJ.

Cuando llegué al porche John estaba dormido, parecía tener una pesadilla.

- John. John.- Se despertó.

- Lía.

-Hola.- Sonreí. Me dió un abrazo.

- ¿Estás bien?

- Si, ¿Y tú?

- Lí, papá está vivo.- Se me paró el corazón. Se levantó a buscarlo pero no había nadie en casa.

- John, vamos a dormir. 

Dormí unas tres horas, lo suficiente para poder pasar el día sin morirme de sueño.

- Lí, estaba aquí.

- John.

- Me crees ¿Verdad?

- Tranquila, yo tampoco le creería.- Habló alguien de golpe. Me giré de golpe. Mi padre venía hacia mí.- Hola pequeña.

- ¿Qué? .- Mi aire faltaba.- Papá.- Fuí corriendo hacia él llorando.- ¿Qué ha pasado? .- Le decía mientras me abrazaba. 

Sarah también había llegado, John se la presentó a papá el cual le preguntó porqué había desaparecido por la mañana, pero no contestó hasta que Sarah se fué.

- Me gustaría saber porque no nos lo has dicho estando Sarah delante.- Escuché hablar a John.- Ay papá, venga ya, ¿En serio?

- ¿Qué pasa?.- Llegué.

- Papá no confía en Sarah.

- ¿Qué? ¡Papá!

- Oíd, somos nosotros.

- Nosotros, vale, genial. ¿Y has encontrado el diario al menos?

- Lo he encontrado pero estaba hecho una plasta. La ventanilla estaba bajada y ha llovido. Podrías haber cerrado.

- Nos perseguía la poli, lo último que pienso es en subir la ventana.- Respondí.

- Pues el diario es historia. Pero tengo otra idea, plan B. Vamos.- John me miró incrédulo, no sabíamos qué hacer.

- Ve tú, yo me quedo.- Le dije antes de irse.