TRUST III - JJ Maybank & Rafe Cameron [Triangulo amoroso]

Capítulo 18

- ¿Rockfish? ¿En serio JJ? .- Hablé.

- El sitio al que vas a reventarle botellas de cerveza a la peña.- Me apoyó John.

- Ahí dentro hay un tío.- Nos ignoró.- Que pasa droga. Trabajaba con mi padre.- Bajó de la furgo.

- Perfecto. Vamos a morir.

- Dime que no es Mike Barracuda.- Habló John.

- JJ no me jodas.- Ahora yo.

- Vale, no es él.- Se fué dentro del local.

- Vamos a morir, John.

- Lo sé.

Entramos al local, era un antro de mala muerte. JJ y John iban hablando mientras que yo iba detrás de ellos sintiendo miradas sobre mi cuerpo las cuales no me hacían sentir muy cómoda.

 Al notar eso me agarré al brazo de John, él al notarlo pasó su brazo por mi cintura pegándome a su cuerpo.

- En serio, no nos llevará mucho tiempo. Vuestro padre necesita ayuda y ese tío, será la clave para llegar a Sudamérica lo antes posible.- Habló el rubio.- Yo me ocupo.- Eeey, ¿Te acuerdas de mí?.- El tío le apuntó con un machete. Yo me giré igual que John.- Seguro que te acuerdas.

- El hijo de Luke.

- Me sirve. Soy JJ, pero éste chico y ésta preciosa chica son mis amigos John B y Amelia.-Nos giró.

- Routledge.

- En carne y hueso.- Habló John.

- He oído sobre vosotros.

- ¿A sí?.- Ahora yo un poco tensa.- Espero que bien.

- Mi amigo es un matapolis a sangre...- No acabó la frase porque justo a mi lado y al de JJ apareció un tío con pintas bastante chungas.

- Nah, que va.- Se defendió el pecoso. 

JJ le empezó a contar a Mike Barracuda para qué habíamos venido. Ir a Sudamérica. Al principio Mike se negaba pero JJ al final lo convenció de hablar las cosas en un lugar más privado.

- JJ no nos dejes aquí.- Le dije.

- Estarás bien, tu tranqui.

- ¿Y a vosotros qué os trae por aquí?.- Habló John intentando que el ambiente sea menos incómodo, cosa que no funcionó.

- Cállate nos van a matar.- Le susurro.

- Dinero.- Contesta el tío chungo.

- Mira que bien.

A lo lejos vimos que JJ llegaba y nos arrastró fuera de ahí. Yendo a la furgoneta John le preguntó que qué había que hacer.

- Un trabajito de nada.

- ¿Un trabajito?

- Si, un trabajito Lí.

- Siempre que dices eso acaba siendo algo muy gordo, tío.- Ahora John.

- Mira, John B. Es el trabajo más fácil del mundo ¿Vale? Solo descargaremos, como en las aerolíneas.

- No voy a ser tu camella personal, JJ.- Le digo mientras subo a la furgoneta.