TRUST III - JJ Maybank & Rafe Cameron [Triangulo amoroso]

Capítulo 27

- Vale, ésto debería ser el tesoro.- Habla Kie.- Se supone que el sendero empieza aquí.

No muy lejos se veían como tiendecitas con luces.

- Mierda.- Digo.- Es uno de los de Singh. ¿Qué hacemos? Tenemos que pasar por ahí.

- Joder.

Mi teléfono vibra y veo que es una notificación de Rafe. ¿En qué momento tengo internet en medio de la selva?

¿Estás viva?

Sí.- Envío.

- ¡Agachate!.- Me arrastran.

- ¡¿Qué pasa?!.- Se oían disparos.- ¿Nos han visto? Pope les estaba lanzando pequeñas dinamitas.- ¡¿De donde coño has sacado eso, Pope?!

Los hombres de Singh se fueron dejándonos vía libre.

- Podrías haber avisado.- Me quejo.

- Calla y conduce.- Me dice John medio riendo.

Llegamos a un pequeño sendero donde Pope hacía de guía.

- Creo que es por aquí, hay un sendero.

- Que listo, Sherlock.- Contesto, él niega con la cabeza.

- ¿Seguro que es por aquí?

- Eso creo.- Me enseñó el mapa.- ¿Ves?

- Esperemos.

Más adelante hicimos una parada de descanso, se veía todo desde ahí.

- Eh, mira. 

Pope y Cleo se estaban besando.

- ¡Pero bueno!

Seguimos caminando hasta que oímos la voz de Sarah, JJ y mi padre.

- Papá.- Habló John. Éste se giró.

- ¿John? ¿Amelia?

- ¡Papá!

Nos dimos un abrazo enorme pero no duró mucho, vimos que estaba sangrando.

- Estás.- Hablé señalando la herida.

- Tranquila, pequeña. Hemos encontrado El Dorado.

- ¿Enserio?

- Si. Gracias a esos dos muchachos de ahí.- Apuntó a Sarah y JJ.

Miré a JJ y sin dudar fuí a abrazarlo.

- Hola.- Me dijo entre sus brazos.

- Hola. ¿Estas? ¿Estás bien?

- Si, si. ¿Y tú?

- Si, si. Bien. Mike Barracuda nos trajo. Gracias.- Sonreí.

- Que bonito.- Oímos una voz. Era Ward apuntándonos con una pistola. Todos nos giramos.-Ya veo. Sois una gran familia feliz.

- Papá ¿Qué haces?.- Habló Sarah.

- Veo que estás aquí, Amelia.- Me apuntó.- Has dejado a Rafe en la isla al fin y al cabo.

- Cállate.

- Con lo protector que es contigo y aquí te tengo.- Se acercó.- Me amenazó ¿Lo sabías? Me dijo que si te tocaba un solo pelo me mataba. Y fíjate, aquí no puede hacer nada.

- No me toques.

- Baja el arma.

- Cállate, Sarah.

- Lo tienes todo ¿Verdad John?.- Se dirigió a mi padre.- Ahora lo tienes todo ¿Eh?.- Le quitó el oro de la mano a Sarah.- Te vas a casa, a Kildare. Tendrás un final feliz. Con tus hijos, que te quieren. Y con mi hija, que me odia. Lo siento John, pero no dejaré que eso ocurra. 

Pope, Cleo y Kie salieron de repente de los matorrales donde estaban escondidos con los machetes haciendo que Ward se despistara y bajara un poco el arma. Momento que JJ y John aprovecharon para ponernos a Sarah y a mí más cerca de ellos.

- ¡Atrás! ¡Atrás! ¡Que nadie dé un solo paso!

- ¡Estás solo, Ward!

- ¡¿Nos dispararás a todos?!

- Si vas a disparar a alguien, Ward. Que sea a mí.- Le apuntó.

 - Papá, cállate.- Hablé.

- No, Amelia.- Me puse delante de Ward.

- Amelia, aparta.- Me dijo Ward.

- Mátame a mí.

- ¡Lí qué coño haces!.- Escuché a JJ de fondo.

- Amelia.

- ¿Qué?.- Me acerqué.- ¿Vas a matarme como a Gavin? Hazlo.

- Créeme, me gustaría hacerlo.

- ¿Qué te detiene?.- No contestó.- ¿Rafe? Si me matas, Rafe no te perdonaría. Nunca. Vamos. Mátame.

- Si no lo hace él, lo haré yo.- Dijo un hombre. Todos nos giramos. John le apuntó con la pistola, éste cuando lo vió apuntó a papá.

- Tira el arma.

- John, tírala.

John puso sus manos en alto. Cogí la pistola y la guardé en mi espalda. El tío empezó a hablar mientras veía a JJ más alterado.

- Serás la primera.- Apuntó a Sarah y cargó el arma. Me asusté un poco y tragué grueso. 

En una fracción de segundos Ward fué dirección al tipo, éste sin dudarlo le disparó tres veces, pero Ward se lanzó al vacío llevándoselo con él.

Estaba en shock, JJ me atrajo hacia él a modo de protección. Nos asomamos y vimos los cuerpos sin vida. Me acerqué a Sarah y la apreté contra mí en un abrazo, no quería soltarla. Ésta se derrumbó y lloró la pérdida de su padre por segunda vez.

- ¡John B, Lía!.- Nos avisó Pope.

Era Papá, había perdido mucha sangre y se empezaba a desmayar. Lo llevamos lo más rápido que pudimos al barco para poder auxiliarlo. 

John y yo nos miramos con preocupación. No sabíamos qué hacer. JJ, Pope y los demás también estaban bastante preocupados.

- Eh, eh papá. Aguanta un poco ¿Vale? Ya queda poco.- Le habló John. Mis lágrimas caían por mi rostro, sabía lo que venía.

- Parece que al final lo hemos conseguido, mis chicos.- Pasó sus manos por nuestro rostro.

- Sí.- Contesté en llanto.

- Pequeña ¿Por qué lloras? Todo va a estar bien. Lo hemos hecho. Igual que el dibujo.

- Si, así es.

- Pequeños.- Nos agarró de las manos.- Sois los mejores hijos que se puede tener. Y quiero que sepáis.

- Dínoslo cuando estemos en casa.- Dije entre lágrimas.- Queda poco.

- Está bien.

- Mira, mira esto.- Ahora John dejando un poco de oro en su pecho.

- Lo hicimos.- Nos vemos, nos vemos en casa pequeños.- Cerró los ojos.

- Papá.- Hablé.- Papá abre los ojos.- Le sacudía. 

Papá había muerto. No podía parar de llorar. JJ me sacó de ahí y me tenía contra su pecho y no me soltaba. 

Al llegar a tierra le hicimos una tumba, igual a cuando John y Sarah desaparecieron. Pero ésta vez con el nombre de mi padre.