Con una impresionante suma de quince vampiros y una herida menor en el hombro que no me impedía seguir atacando como si nada, los tres llegamos hasta la línea de seguridad que nos separaba de los suburbios. El amanecer crecía entre los edificios y los grupos poco a poco regresaban a la línea para ser curados o para recibir alguna ayuda en caso de haber sido gravemente heridos.
- Aleister.- Nuestro padre se hizo presente entre aquella multitud herida, fallecida y devastada por todo lo que había pasado en las calles bajas, si realmente hubieran llegado a la plaza, seguramente las víctimas serían muchísimo mayores.- ¿En qué estabas pensando?- me miró de manera furtiva y volvió a poner su mirada azulada sobre Aleister.- Dije de manera explícita que ella no sería parte del oficio de cazador de vampiros. ¿Quién te crees para ignorar mis órdenes? Creí haberte criado mejor para ser un líder digno del título de heredero de la casa Dendrobates.
- Un buen líder y estratega que se precie sabe medir las habilidades de sus congéneres sin importarle su sexo.- dijo con seguridad y confianza.- Georgie y Julia conocen los suburbios como la palma de sus manos, ellos saben moverse en estas callejuelas mugrientas y apestosas, conocen los escondites de los vampiros y pelean como verdaderos profesionales, incluso me superaron en muchas ocasiones porque ellos saben pelear con las reglas callejeras de los vampiros y no regidos por un reglamento estricto como yo... Precisamente por eso no tenemos heridas apenas y el resto de grupos tienen heridas de muerte o están tan graves que no pueden ni moverse sin ayuda.
- No me hables en ese tono.
- Tomé la decisión con todas sus consecuencias y estamos vivos, hemos matado a quince vampiros y no tenemos apenas heridas.
Nuestro padre se nos quedó mirando, disimulando su expresión de sorpresa e incredulidad ante la información revelada perspicazmente por Aleister, haciendo un barrido de pies a cabeza de cada uno de nosotros, hasta que llegó a mí posición, y sus ojos azules se entrecerraron como si buscase estropear el enaltecimiento que Aleister acaba de hacer de Georgie y de mí. Por un momento incluso pensé que había puedo sus ojos en la insignificante herida que tenía en mi hombro, pero rápidamente desmentí aquellas palabras cuando miró los pantalones.
- ¿Por qué insistes en vestirte como un hombre?- me recriminó.- Si tan orgullosa estás de ser miembro de la familia Dendrobates y tanto te enorgulleces de ser una mujer cazadora de bestias nocturnas deberías vestir como tal.- Georgie apoyó un brazo en mi espalda alta para darme apoyo, clavando los ojos de manera desafiante sobre nuestro padre.
- Juliette viste con lo que considera más apropiado para pelear.- me defendió.- Yo le di el traje, porque con él podía moverse, pelear y usar las armas más adecuadamente.- entrecerró los ojos.- No necesita vestirse como una mujer para ser una buena luchadora.
- Y puedo dar fe de ello.- aseguró Aleister.
Nuestro padre no dijo nada más, se volvió a perder entre la muchedumbre herida y los gimoteos por las horripilantes cicatrices que dejarían aquellas brutales heridas. Los tres sabíamos que la conversación no iba a terminar ahí, sabíamos que cuando regresáramos a casa, tal vez habría gritos y una posibilidad alta de una exigencia de tenerme controlada las veinticuatro horas del día para evitar que saliera para ir con Georgie a los suburbios.
Aunque nuestra sorpresa fue mayúscula cuando llegamos a casa y John nos esperaba despierto, aunque tal vez acababa de despertarse, después de todo había amanecido hacía media hora o así; sus enormes ojos de cristal nos admiraban con celestiales brillos de orgullo.
- ¿Es cierto que habéis acabado con quince vampiros?- preguntó entusiasmado por la noticia.
Asentimos con la cabeza lentamente y John alzó las dos cejas y dibujó una sonrisa radiante, preguntándonos por los detalles, aunque también captó nuestra expresión cansada y se fijó en la herida en mi hombro, por lo que nos pidió que fuéramos a descansar y que en la comida se lo contasemos todo hasta la última curiosidad.
Durante la comida, lamentablemente, el silencio prevaleció por encima de las intrusivas ganas de John de saber cómo nos había ido en los suburbios de Londres. El principal motivo por el que no abrimos la boca en ningún momento fue por los cortes que nuestro padre conscientemente nos daba para que no le metiéramos ideas erróneas― o al menos presuntamente equivocadas― a John respecto a la cacería de vampiros. Tal vez Georgie y yo no tengamos la experiencia o la profesionalidad y la gracia con la que los cazadores profesionales se lucían en sus combates majestuosos, pero― y una vez más lo vuelvo a repetir― al menos nosotros terminamos sin heridas graves.
Aleister nos llamó a Georgie y a mí después de la comida para hablar a solas, aunque John se acabó colando en la conversación en algún momento, prometiendo no decir nada a nuestro padre de lo que conversaríamos.
- ¿De qué estaba hablando Louis cuando mencionó que antes solo estabas tú y después empezasteis a ir Julia y tú?
- Precisamente eso. Antes solo era yo quien entraba en los suburbios, al principio lo hice en un intento de infiltrarme para conocer los planes y los movimientos de los vampiros, pero me descubrieron y tuve que abandonar esa idea. Aprendí que los vampiros en su territorio son mucho más perspicaces y astutos de lo que ya son de por sí.- se encogió de hombros.- Ahora que Julia y yo entramos en los suburbios, lo único que hacemos es abrirnos paso entre los vampiros, sin una razón particular de colarnos en el nido para destruirlo.
- ¿Y lo que mencionó de estar enamorado?
John jadeó y cubrió sus labios como si hubiera dicho una mala palabra, cosa que provocó que Georgie endureciera su rostro, y negase con la cabeza.
- No lo sé...- aseguró de inmediato.
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John es adorable 🥺🥺🥺
Quiere estar con sus hermanos mayores 🥺🥺🥺
Aquí las opiniones -------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1022 Palabras]
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72.- Rosa y Julia (Lesbian/ Romance vampírico)
VampireJuliette Dendrobates luchaba en una guerra imposible. Impotente, observaba como aquel mundo de hombres no la dejaba convertirse en una cazadora de vampiros. Fue gracias a su hermano Georgie que pudo dar el paso, aunque no fuera un equipo de la élite...