Capítulo 36

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Aleister frunció el ceño con ferocidad.

- El enfermo eres tú si te niegas a abrir los ojos para darte cuenta del ridículo que estás haciendo.- respondió sin vacilar lo más mínimo.- ¡Date cuenta de lo que estás diciendo, padre! Estás llamando enfermos a tus hijos, estás acusando a tu mejor guerrero de ser una decepción solo por cuestionar tus palabras y tus designios. Pretendes aniquilar a los cuatro vampiros que han evitado las muertes de Alice, John y Paulette... y quieres deshacerte de tres de tus hijos solo porque te llevan la contraria.

- No es porque me lleven la contraria, sino porque uno de ellos se ha convertido en los monstruos que intentamos eliminar a toda costa y expulsar de nuestra bella ciudad, la otra es una rebelde sin causa ni remedio, que se niega a cumplir con sus obligaciones como mujer para la familia y pretende que la aceptemos en este mundo de hombres. ¡Ridículo!- gritó.- Y tú... Tú eres el que más me decepciona por defender a tus hermanos y sus absurdas locuras.

- No son locuras.- replicó.

- ¡Es una locura que una mujer sea cazadora!

- A nadie ha parecido molestarle cuando la usabais para que os guiara a través de los suburbios.- rechinó los dientes con rabia por que los argumentos que estaba utilizando su padre eran exactamente los mismos que antes de que toda aquella enorme pelea y deseo de invadir los suburbios para destruir a los vampiros.- A nadie ha parecido molestarle cuando peleó contra los vampiros, a nadie le ha importado que ella estuviera a su lado para que notificase que Louis era peligroso...- bufó.- Lo tuyo sí que es ridículo, padre.

- Ridículo e injusto...- susurró Georgie.- Hipócrita y desconsiderado.- Jack aún apoyaba una mano a su espalda.

- Georgie y Aleister tienen razón.- susurró Odette entre dientes, sabiendo que no tenía vela en ese entierro.- Las jerarquías y reglas humanas son absurdas...

- Tú cierra la boca, monstruo chupasangre. Por tu culpa hijo se ha converti―

- Odette no tiene la culpa. La tengo yo.- interrumpió Aleister con el ceño fruncido, sin saber porqué defendió a Odette, pero sintiéndose con la necesidad de hacerlo.- Yo tuve la culpa de asesinar a Georgie por mis celos y por la traición de que Odette no me amase y estuviera casada con él.

- Sí te amo, Al...- Aleister borró por completo la expresión firme y resentida de su cuerpo.- Jack y yo somos un matrimonio por conveniencia...

- ¡Genial! ¡Encima es una fulana empedernida y viciosa!

- ¡No le hables así a mi esposa, viejo insolente!

Georgie y yo nos quedamos con los ojos― y la boca― bien abiertos al escuchar aquello de parte de nuestro hermano mayor. Incluso nuestra madre y nuestro padre se quedaron con una reacción similar. Aleister no se veía para nada arrepentido de lo que había dicho, y, de hecho, continuó con sus palabras, en aquel momento ya era indiferente a lo que su padre pensara de él si de todas maneras no iba a tolerar su manera de pensar únicamente porque era indiferente o contraria a la suya.

- ¡Georgie, Juliette y Odette no merecen tus insultos arrogantes, ni tu desdén gallardo! ¡Estoy harto de que te jactes de ellos con sátiras vulgares y groseras! ¡No pienso tolerar tus desprecios ordinarios hacia ellos! Y si quieres que se larguen de esta casa porque se transformó en vampiro porque era la única manera de sobrevivir o porque no te sirve para el propósito que te gustaría porque quiere ser parte del mundo de los cazadores... ¡Yo también me largo!

Ante aquella violencia, su padre no pudo hacer otra cosa que retroceder, siendo enfrentado de aquella manera tan firme por su hijo mayor era ciertamente intimidante.

- Adelante.

- Cariño, no puedes expulsar a tres de tus hijos de casa.- alertó nuestra madre, Annabelle.- Piensa en la reputación de la familia Dendrobates...- notificó.- Piensa en lo que podría pensar el resto de familias... Los Frowue podrían romper relaciones con nosotros, incluso Ricard podría―

- No me importa lo que piense tu hermano de mí. Él no puede luchar, yo sí.

- No durante mucho tiempo más...- intervino una voz que si viera era mejor que se mantuviera en silencio, ya se había cansado de aquella situación tan absurda.- Tus reflejos y velocidad son tan lentos que un vampiro como Louis o como yo podríamos matarte incluso antes de que parpadeases y ni siquiera habrías notado que te hemos clavado los colmillos...- las palabras de Jack llegaron como una puñalada, pues se separó de Georgie para hacer un intimidante acercamiento hacia Lord Benjamín Dendrobates.- De hecho, te ofrezco una posibilidad de retractarte de esas arrogantes e inmodestas palabras si no quieres ver las consecuencias de tus actos... Ni tu familia, ni Londres, aguantaría un segundo ataque en oleada de vampiros...- se burló conteniendo la risa en su garganta como una hiena maliciosa pitorreándose de su presa justo antes de matarla después de acorralarla.- Y créeme... Louis solo controlaba la zona industrial de los suburbios y ya os hizo pasar estragos, incluso fuisteis incapaces de frenarlo y solo gracias a mí pudisteis vencerlo...- sonrió de costado con cierta malicia y regocijo.- Ahora imagina si tuvieras que pelear contra los Loughty y un ejército entero protagonizado por nosotros...- torció el labio, mostrando sus colmillos con algo de mofa.- Imagina cómo quedaría tu bella Londres después de que los Loughty, que controlamos absolutamente cada rincón de los suburbios de Londres, atacásemos al mismo tiempo tanto tu hogar, como el de tus amigos, como el de la reina...- se cruzó de brazos mientras alzaba ambas cejas al ver la expresión pensativa y asustada de nuestro padre.- Desde luego, no tendrás que volver a preocuparte por tu título, ni por tu prestigio, ni por sí una de tus hijas, que es la mejor en el cuerpo a cuerpo y con sigilo en su manera de moverse, sea o no una cazadora... Simplemente se esfumaría porque no quedarían ni tus cenizas entre los restos...

- Georgie podría matarte.

- ¡Ja!- se burló este.- Créeme que no...- negó el azabache de ojos azules cruzado de brazos.- Tal vez Jack me haya enseñado a pelear contra los vampiros y yo le haya enseñado a Julia, pero créeme que no le llego ni a la huella que dejan sus zapatos en el polvo.- Jack sonrió altanero y continuó cruzado de brazos con desdén.

Nuestro padre rechinó los dientes por aquella respuesta y clavó los ojos sobre los orbes grisáceos del vampiro.

- ¿Qué es lo que quieres?- exigió saber.

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Al final se tiene que bajar del carro

Aquí las opiniones -------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1118 Palabras]

72.- Rosa y Julia (Lesbian/ Romance vampírico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora