Capítulo 35

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Georgie apretó los párpados antes de abrirlos lentamente, se sentía adolorido, mareado y confundido. No sabía dónde estaba, pero no fue hasta que enfocó mis ojos que reconoció que no estaba en peligro y sintió un alivio considerable. No solo me tenía a mí a su lado en ese momento, también tenía a Aleister, sentado en la misma silla desde que llegó, a los pies de la cama se encontraban Jack y Odette, ambos en silencio y sin mirarle, de hecho, tenían los ojos en el suelo. Rosa y Casey también estaban allí, Rosa sentada a mi lado, y Casey en un silencio súbito y reflexivo.

Aun así, ella fue la que se dio cuenta de que Georgie despertó, y todos nos giramos hacia él, haciendo que se sintiera inicialmente abrumado y cohibido, entrecerrando los ojos confundido por tanta atención repentina.

- ¿Te encuentras bien?- pregunté con las cejas encarnadas.

Georgie se sentó en el colchón lentamente, a punto de abrir la boca para contestar afirmativamente, pero un quejido agudo se escapó de su garganta cuando la luz del sol que se colaba por su ventana rozó su piel. Aterrado por este hecho, y abriendo los ojos en shock, nos miró a todos con una acusación directa en sus ojos azules.

- ¿Qué demonios me ha pasado?- exigió saber.

- Lo siento...- emitió Aleister con arrepentimiento.- Fue todo mi culpa...- se lamentó.

- ¿Qué? ¿Por qué?- acerqué una mano para tomar la suya.

- Moriste...- susurré.- Te metiste por medio en el disparo de Aleister y...- apreté los labios temblorosa.- Te golpeó en el corazón y no pudimos hacer nada más...

- ¿C-Cómo...?- miró la quemadura en su piel y clavó los ojos sobre Jack.- ¿Me mordiste?

Jack asintió con pesar y lentitud, sus cejas encarnadas y la debilidad que mostró al desviar los ojos fue suficiente evidencia para demostrar que él inicialmente no estaba de acuerdo, pero tampoco podía soportar su pérdida.

- Tuvo que hacerlo...- susurré en voz baja.

Georgie se giró, perdiendo sus ojos de los míos. Consiguió ponerse en pie bajo la mirada sorprendida de todos los presentes, alcanzando el espejo de cuerpo completo en su habitación, sus ojos azules brillaban enormemente tal y como lo hacían los de los vampiros bajo la luz de la luna llena, cuando sus emociones eran muy intensas o cuando estaban hambrientos. Tragó saliva audiblemente y notó cierta protuberancia en sus labios, hallando un par de colmillos desarrollados que ciertamente lo horrorizaron inicialmente.

- Lo siento otra vez...- volvió a decir Aleister.- No voy a poder decirlo suficientes veces...- murmuró apenas audible por el arrepentimiento y el dolor de su voz.- No debí actuar tan impulsivo sin haber escuchado la historia primero.

Georgie miró a Aleister a través del reflejo del espejo y después se giró hacia él con las cejas encarnadas. En ese momento comprendió que tal vez en su inconsciencia le habían explicado toda la historia: Su historia de amor, el matrimonio de Odette con Jack, su separación, su rencor, su pelea y porque Ricard terminó como lo hizo, la infiltración de Odette, su matrimonio con ella, el amor que ambos sentían, que era totalmente verdadero... Las intenciones de Louis y porqué nos había atacado de la manera en que lo hizo, su resentimiento en torno a todos los miembros de la familia Dendrobates y hacia Odette...

Georgie fue a decir algo, pero la puerta de su habitación se abrió de manera abrupta. Caroline había notificado a la familia de que Georgie había despertado, muy posiblemente estos le habían encargado que se quedase allí hasta que escuchase a Georgie despertar o algo por el estilo.

- Tenéis cinco minutos para desaparecer de esta casa si no queréis que os encerremos y os aniquilemos esta noche por todos los estragos que habéis causado en nuestra bella ciudad.- La voz de nuestro padre sonó infame e imponente.

El odio y la indignación que había en sus palabras también pareció querer hacernos referencia a nosotros de alguna manera, pues sus ojos azules también se clavaron sobre nosotros como estacas penetrantes y desconsideradas, restando largamente sobre Georgie y sus ojos azules brillantes y aquellos colmillos protuberantes.

- Ellos no han tenido la culpa de na―

- ¡Cierra la boca, Juliette! ¡Tú eres la mayor culpable de esto!

- ¿Se puede saber por qué?- exigió saber Georgie.

- ¡Ella te ha conducido a tus malditos pecados! ¡Ella te ha llevado por el mal camino queriendo actuar como los hombres cuando es solo una mujer! ¡Una mujer irresponsable y rebelde que ya debería haberse casado y habernos dado nietos! ¡George, tú eras un buen chico hasta que esa―!- las palabras no llegaron a ser pronunciadas, pero ya todos comprendieron qué era lo que intentaba decir nuestro padre, y aquello nos sentó como una terrible puñalada con una daga de plata.

- ¡Julia es una cazadora igual que yo!- rugió Georgie siseando.

En ese mismo momento reaccionó y retrocedió, no pasó ni media décima de segundo antes de que Jack reposara una mano en su hombro y lo rodease como apoyo. Georgie se alteró, hiperventilando un poco, pero la presencia del vampiro de cabellos dorados lo calmó. Aleister tomó su lugar, sorprendido por ese siseo vampírico, pero dispuesto a continuar protegiéndome a través de continuar las palabras de Georgie.

- Georgie y ella merecen el reconocimiento que siempre te has negado a darles por tu orgullo y tu ego.- rechinó los dientes.- Has sido incapaz de darte cuenta de cuan habilidosos son, no solo por sobrevivir con maestría y conocer los suburbios hasta el último rincón de los mismos. Te niegas a aceptar que si ambos estuvieran en nuestro grupo seguramente nuestra eficiencia sería cientos de veces mejor...

Hubo una breve pausa, nuestro padre fue a tomar la palabra, pero Aleister lo hizo antes.

- Estoy cansado de pelear al lado de alguien que no sabe liderar y que se niega a ver las capacidades de los demás.

Lord Benjamín frunció el ceño con recelo.

- ¡Pues lárgate con ellos si así lo deseas! ¡Márchense todos de esta casa y no vuelvan!- ordenó.- ¡Tú! Furcia malagradecida.- señaló a Odette.- ¡Vosotros dos, degenerados invertidos!- nos apuntó a Georgie y a mí, lo cual nos dejó blancos como estatuas de mármol ante la percepción que tenía de nosotros hasta ese momento solo por negarnos a casarnos o, en caso de mi hermano, por no cumplir con su "labor" marital.- ¡Y tú!- apuntó a Aleister.- Eres una decepción para la familia si defiendes a esos enfermos.

¿Qué estaba pasando? Mi mente no dejaba de dar vueltas. La culpabilidad se aferró a mi espalda.

Aleister rechinó los dientes con rabia.

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¿Y la madre no tiene nada que decir? ¿En serio va a dejar que su marido expulse a tres de sus cinco hijos?

Okay no 🤣

Ya paro, mejor me voy por hoy UwU

Aquí las opiniones -------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1156 Palabras]

72.- Rosa y Julia (Lesbian/ Romance vampírico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora