Me convencía una y otra vez con palabras emotivas, motivándome para continuar con mi carrera, cegada por lo que podrían ser otros pensamientos racionales, lejos de poder defenderme, que no podía, mis pensamientos cuerdos ignorados se posaban ante la posibilidad de recorrer en zigzag para confundir y despistar, también usar el terreno a mi favor. Conocía el bosque que rodeaba Londres, conocía lo que había más allá de las fronteras foráneas, no podía creer que de verdad fuese a acabar todo así, tan simple, tan sola...
Sacudí la cabeza para quitarme eso último de la mente. No iba a morir...
O eso era lo que pensaba hasta el momento en el que tropecé. Y no por una raíz, sino porque algo— más bien alguien— me aplacó y tiró al suelo. Inmediatamente usé los brazos como defensa de la cara y el cuello, todo para ver la muchedumbre de vampiros continuar su avance desenfrenado y hambriento sin darse cuenta de que ya no tenían un objetivo que seguir. Entre la maleza del bosque, era complicado poder adivinar qué había pasado, pero algo estaba claro y era que unos ojos rojos estaban clavados como los de un ave de presa sobre mí.
Traté de forcejear y escaparme de su agarre, pero tenía más fuerza que yo, naturalmente, y fue como si apenas hubiera intentado removerme un poquito.
Cuando el silencio abismal se posó sobre nosotros, y dándome cuenta de que aún seguía respirando, algo me dijo que tal vez mi muerte no sería tan rápida. Algo me decía que tal vez me torturaría de igual manera que mi hermano había sido humillado frente a mí y después asesinado ante el único momento de tregua que se le había permitido.
- Si quieres seguir con vida un día más, al menos; inspira por la nariz para reducir tus latidos, o los atraerás.
Aquellas palabras me desconcertaron severamente. Abrí mis ojos en demasía. Una máscara de porcelana típica de las obras de teatro ocultaba su rostro o parte de él. Una piel de nívea con unos labios rojos carnosos de los cuales un par de colmillos delataban que, en efecto, sobre mí se hallaba una vampira. Ocultaba su cabello, pero algunos mechones eran perceptibles, una tonalidad clara, no era un rubio, pero tampoco era un tono marrón claro, su cabello era liso o al menos lo poco que podía ver por la capucha que ocultaba su rostro y parte de su cuerpo en la capa posterior.
Vacilante, obedecí y traté de abandonar la respiración jadeante que había producido el intentar huir, usando forzosamente mis fosas nasales. Parecía satisfecha. Se enderezó sobre mí cuerpo, dándome cuenta de que estaba acuclillada con las piernas a cada lado de mi cuerpo y se irguió, siendo una determinada figura solemne e imponente.
- Peleas demasiado bien para echar a perder un potencial como el tuyo...- con escepticismo, me levanté del césped frente a ella y la observé de pies a cabeza sin dejar un solo centímetro sin analizar.
Entre la máscara y la capa que cubría su rostro y cuerpo parcialmente, no podía ver su cara. Era más alta que yo, no mucho, una mirada penetrante a través de la máscara que me congeló cuando sus ojos rojos brillaron.
- ¿Por qué me has salvado?- me atreví a preguntar.
- ¡Julia!- me estremecí al reconocer aquella voz a mi espalda.
Fue un momento lúcido, giré la cabeza de lado a lado, miré al bosque, y volví la vista hacia la vampira. Pero ella había desaparecido por completo. Mi cuerpo tembló de pies a cabeza al encontrarme rodeada de un desgarrador silencio y oscuridad.
Me giré de nuevo, hacia donde la voz había surgido. Entre los troncos, una figura se tambaleaba y poco tiempo después reconocí a mí hermano bastante tembloroso tratando de mantenerse en pie.
- ¡Georgie!- me acerqué corriendo para sujetarlo entre mis brazos, con una de sus manos enterraba la palma en su herida en el cuello.- ¿Cómo te has escapado?
- Me dejó ir...- ahogó su voz.- Vámonos...- sus pasos temblorosos y sus manos vacilantes hicieron que lo rodeara por mis hombros sin que dejase de cubrir su cuello.
En aquellos momentos lo que menos me importaba era mi vestuario o la reacción que tuvieran nuestros padres al vernos arrastrarnos por las calles hasta casa, en aquellos momentos lo único que me importaba era llevar a Georgie con algún sanitario que pudiera ayudarlo. Su peso era superior, me costaba avanzar entre las sombras y a duras penas podía mantenerme en pie.
Llegamos hasta la ciudad. El sol del amanecer caía sobre nosotros y algunas personas que salían de sus casas para trabajar se nos quedaron mirando con ojos muy abiertos ante la llamativa herida en el cuello de mi hermano y el rastro de sangre que dejábamos atrás. Llegamos hasta los límites de los suburbios, donde los ciudadanos ponían sus ojos sobre nosotros de manera más alarmada con cada calle que avanzábamos.
- ¡Georgie!- la voz de nuestro hermano se hizo lugar entre las aglomeradas calles que nos observaban fijamente. Avanzó velozmente.- ¡Georgie! ¡Julia!- se plantó ante nosotros después de deshacerse de la gran mayoría de gente que estaba ahí quieta observando.- ¿Qué haces con—?- sus ojos claros azulados se clavaron sobre la herida en el cuello de Georgie.- Vamos a casa...- lo rodeó por su otro hombro para ayudarlo a avanzar rápidamente.
Al llegar a casa la expresión de nuestros padres se deformó cuando vieron la sangre en el cuello de Georgie. Temieron por qué algo grave pudiera suceder, lo llevaron a una zona más calmada y le quitaron la ropa en la parte superior para comprobar las heridas, solo una mordida voraz en el cuello, la limpiaron, sanaron y curaron.
- ¿Qué haces con eso puesto?- exigió Aleister con una mirada fulminante mientras mi hermano era curado lentamente, los vendajes rodeaban su cuello y los pequeños rasguños también eran curados lentamente.- ¿Quién te ha dado la ropa de Georgie?
Vacilé unos segundos. Moví la cabeza hacia un lado y apreté los labios.
- ¿Podemos ir a otro lugar para hablar de esto?- le pedí.
Aleister se cruzó de brazos y alzó una ceja.
- Sí salisteis anoche, ¿verdad?- asentí lentamente. Aleister suspiró pesadamente y rodó los ojos.- Vamos a tú habitación, cámbiate.
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Me gusta este capítulo 🥺✨💕 y al mismo tiempo me asusta vuestra reacción :'3
Aquí las opiniones -------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1081 Palabras]
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72.- Rosa y Julia (Lesbian/ Romance vampírico)
VampirosJuliette Dendrobates luchaba en una guerra imposible. Impotente, observaba como aquel mundo de hombres no la dejaba convertirse en una cazadora de vampiros. Fue gracias a su hermano Georgie que pudo dar el paso, aunque no fuera un equipo de la élite...