Aleister, quien había estado rodeando el brazo de Odette en una cadena durante toda la celebración, yendo de lado a lado y disfrutando junto a ella de aquella bella celebración; se soltó ante el llamado de su padre, besando sus manos con gentileza. Odette rio entre dientes por aquel delicado gesto.
Los cinco hermanos de la casa Dendrobates nos acercamos a nuestros progenitores, tomando el lugar correspondiente según nuestro rango y jerarquía, lo cual me dejó en el cuarto lugar, resignándome a John estuviera en el medio y me alejara de Georgie y la noticia desafortunada que tenía que darle. Nuestro padre ceremonialmente atendía y entretenía a las masas de personas que, expectantes, esperaban a que el vampiro encarcelado― Vincent―, fuera sacado a la fuerza de su celda para ser llevado y decapitado frente a todos aquellos cazadores de vampiros.
Los Dendrobates nos legitimaríamos con un prestigio superior ante todos por aquel acto. Lejos de pensar que era horrendo, lo que me hacía cuestionarme era la presencia de los tres vampiros de manera volátil merodeando entre las cabezas atentas, y en algún momento noté un jadeo y la tensión presente en el cuerpo de Georgie, que me lanzó una mirada discreta por el rabillo del ojo. Correspondí esa misma mirada temerosa.
- ¿Los has visto?- John giró los ojos hacia Georgie confundido, pero él tenía los ojos puestos sobre los míos.
- No tienen intenciones de liberarlo.
- ¿Has hablado con ellos?
- Se me han acercado. Son tres.
- ¿Qué hacen aquí?
- No me lo han dejado claro... Creo que solo mirar...- John entrecerró los ojos ante nuestra conversación tan misteriosa para él.
- ¿Qué sucede?- su voz jovial y con falta de maduración sonaba confundida.
- Algo nuestro...- se apresuró a decir Georgie.- No llamemos la atención, si no nos alteramos, no pasará nada...
- ¿Pasa algo malo?
- No, John...- susurré.- Todo está bien.
No parecía muy convencido, de hecho, entrecerró los ojos con una considerable extrañeza porque ambos siguiéramos relativamente tensos. No fue hasta que el vampiro fue arrastrado con amarres dignos de ser una animal salvaje infectado por la rabia que lo llevaron hasta el centro de la sala. Este se removía violentamente, y aquellos que lo contenían por varias cuerdas en aquel bozal rudimentario y humillante tenían que controlar que no se les revolviera hacia uno de ellos y que tampoco se liberase. Las garras afiladas del vampiro iban atrapadas entre grilletes a la espalda y no tenía más remedio que caminar en la dirección en que le indicaban o hacia donde lo estiraban, hasta que lo dejaron contenido en medio del salón, cada uno de ellos tirando de un extraño para que el vampiro no se pudiera mover.
Lord Benjamín Dendrobates tomó la daga con la que se le daría muerte al sanguinario vampiro y como si fuera un ritual, le dio paso al hijo mayor para que este, en un proceso de validación y legitimación como heredero de la casa, debía darle muerte sin ninguna clase de miramiento o piedad. Aleister tenía una mirada sería el inexpresiva.
La voz de Georgie volvió a resonar entre mis recuerdos y mi subconsciente: "Odette es una vampira".
Recordarme a mí misma todo tiempo que aquello tenía ciertas implicaciones y qué, desde luego, cuando Aleister se enterase iba a sentir un gran dolor en su pecho. Miré a Georgie fijamente, este tenía sus ojos azulados clavados sobre los vampiros que, escondidos entre las cabezas con tocados y sombreros de copa, se movían por el lugar hasta quedar lo suficientemente cerca de la familia, pero con una vía de escape segura y confiable que podrían tomar en caso de necesitarlo. Mis ojos inconscientemente se posaron sobre la vampira de cabello rubio oscuro, aquel escote que, por suerte, estaba escondido entre las personas, pero que desde luego atraía tantas miradas como Aleister empuñando la daga. Ella se movía sinuosa como una llama de una hoguera y trataba de buscar un mejor ángulo. Jack se acercó a Odette por la espalda, quién cubría con un abanico sus labios, y por la manera en que los labios del rubio se movían, claramente ambos estaban teniendo una conversación disimulada. Georgie también tenía los ojos clavados sobre ellos.
- No puedo quedarme de brazos cruzados.- susurró entre dientes, captando tanto mi atención como la de John una vez más.
- No podemos hacer nada. Si alertamos de que están aquí, podría cundir el pánico y podrían usar a rehenes para conseguir escapar, y si hay víctimas nos rebajaría el prestigio por permitir que vampiros entren en nuestros aposentos a pesar de la defensa que tenemos.
- ¿Hay vampiros en casa?- los dos miramos a John, quién tenía los ojos tan abiertos que parecía que iban a salirse de sus órbitas.
- No van a hacernos daño. No vamos a permitirlo...- aseguré.- Si mantenemos la calma no harán nada.
- ¿Pero cómo han entrado aquí?
Me encogí de hombros y negué con la cabeza evidenciando mi desconocimiento sobre esto. Suspiré con pesadez y volví a poner los ojos sobre los dos vampiros que conversaban tranquilamente, los ojos de ambos brillaron en rojo con amenaza cuando Aleister alzó la daga para clavarla sobre el pecho del vampiro.
- Quiero creer que no van a hacer nada...- susurré.
- No podemos fiarnos de ellos.
- Lo sé. Pero no podemos hacer otra cosa sin tener armas...- Georgie suspiró frustrado.
La daga se enterró vivamente en el pecho de un agónico vampiro que apenas fue capaz de chillar y tratar de pelear en vano, conforme más se adentraba la daga en su cuerpo, y su ponzoña empezó a resbalar sin piedad.
Una vez inerte sobre el suelo, la ceremonia finalizó devolviendo la daga a su padre, en un retroceso de las acciones y recuperando el lugar correspondiente después de cumplir con su labor. Nuestro padre tomó la palabra mientras el cuerpo del vampiro se estremecía, temblaba y varios espasmos finales terminaban con su vida miserablemente, siendo ignorado en el suelo hasta morir. Simplemente siendo un elemento menor en insignificante, un instrumento para aumentar el prestigio humano...
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Este capítulo es importante, principalmente por varios minutos.
Ahora es cuando empiezan muchas cosas. La muerte del vampiro— Vincent— delante de los tres hermanos vampíricos no solo implica que el resto de vampiros van a ser conscientes de que se asesinó cruelmente a uno de los suyos.
Recalco, aunque ellos dijeran que "era problema suyo por dejarse atrapar" si somos conscientes de que no todos los vampiros pensaran igual, ¿Verdad?
Ya pueden imaginar lo que ocurrirá ahora 👀✨
Aquí las opiniones -------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1108 Palabras]
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72.- Rosa y Julia (Lesbian/ Romance vampírico)
WampiryJuliette Dendrobates luchaba en una guerra imposible. Impotente, observaba como aquel mundo de hombres no la dejaba convertirse en una cazadora de vampiros. Fue gracias a su hermano Georgie que pudo dar el paso, aunque no fuera un equipo de la élite...