Capítulo 32

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Georgie, Aleister y yo recorrimos los pasillos de nuestra propia casa, siguiendo a Rosa y Casey que parecían conocer nuestra casa mejor que nosotros.

- ¡Alice!- exclamé.- ¡Mamá! ¡John! ¿Estáis bien?- grité acercándome a ambos.

- ¡Odette! ¿Dónde está Odette?- Aleister se veía desesperado al no ver a Odette por ningún lado.

La expresión de la cara de nuestros hermanos menores y nuestra madre solo nos dio evidencia de que Odette estaba peleando contra Louis. Paulette apareció por uno de los pasillos, parecía estar huyendo de algo o alguien, y llegó hasta los brazos de Georgie, quien, incómodamente, la acogió, sorprendido por la repentina búsqueda de protección tan encarnizada, pero gritó con horror al ver a Rosa y a Casey a nuestro lado y se apartó de inmediato del azabache, abrazándose a sí misma como si quisiera protegerse.

- ¡Otra vampira no! ¡Aléjense!- grito temerosa.- Por favor...- rogó con los ojos aguados.

Aleister se acercó a ella, tomándola por los hombros de la manera más gentil que pudo, pero en aquellos momentos la desesperación era mucho más grande al no encontrar a su esposa por ningún lado.

- ¿Dónde está Odette?- le rogó saber Aleister.

Paulette titubeó sin saber qué decir y su brazo se giró, señalando hacia el pasillo, temblando. Aleister la miró y asintió con la cabeza, agradeciendo, para el momento en el que continuamos nuestra carrera hasta ese pasillo, el cuerpo de Louis era lanzado contra de las armaduras negras decorativas que se mantenía elegante en un soporte inerte e inmóvil y cayó como si no pesara nada. El vampiro siseó audible y mortal. Se impulsó contra la rubia, quien lo contuvo agarrando sus avambrazos para frenarlo.

Ambos sisearon imponentemente.

Aleister se quedó blanco como una estatua de mármol cuando sus ojos azules se clavaron sobre los rojos brillantes de Odette y sus colmillos desarrollados y fieros. Su fuerza y la manera en la que frenaba a Louis, aunque fuera con dificultades, le dio el tiempo suficiente para que Rosa y Casey intervinieran y apartasen a Louis de ella.

- ¡Fuera de mi camino!- gritó colérico.- ¡No la pienso dejar con vida!

- ¡Esto no es justo! ¡No deberías estar aquí!- gritó Rosa.- ¡Odette no tiene culpa de tus celos!

Louis la empujó de muy mala manera para librarse de su fortísimo agarre, pues su brazo parecía estar deformándose por momentos, y los temblores y espasmos solo evidenciaban el dolor que le estaba haciendo. Este acto provocó que ambas hermanas terminaran en el suelo, pero rápidamente se alzaron y volvieron a atacarlo para impedir que se acercara a Odette. Georgie intentó hacer algo, anteponiéndose a la rubia rizada, con la barra de luz sagrada activada, siendo una mirada temeraria e intimidante, lo suficiente para provocar que Louis retrocediera un paso, recordando que se encontraba en nuestro hogar. En ese momento se giró hacia nosotros y una sonrisa perturbadora cruzó sus labios.

- ¡Vaya!- parecía tan emocionado como un niño pequeño.- Parece que no voy a tener que buscarlos después de todo...- se rio entre dientes.- ¿Curioso, verdad? Aunque sabían que iba a atacarlos, no hicieron nada para defender su hogar.

- ¿Lo sabíais?- susurró Aleister con incredulidad, mirándonos decepcionado.

- ¡Claro que lo sabían!- soltó una viva carcajada.- ¡Admítanlo de una vez! Llevan aliados con los Loughty desde el principio.- reveló con una carcajada demencial después de aquello.- ¡Conocían todos mis movimientos y trataron de evitarme conscientemente! Una lástima que ignoraron las recomendaciones.

- ¡Jamás esperaríamos que atacases a Odette! ¡Desalmado!- Georgie rechinó los dientes al decir aquello.

- Tú mismo lo dijiste... Odio a Odette más que a ti...- aquello nos hizo estremecer.

Louis había escuchado a Georgie decir aquello a pesar de que estábamos en nuestra habitación. Había estado infiltrado en nuestra casa incluso desde antes de lo que creíamos, y había sido capaz de esconder su identidad y su presencia lo suficiente para que Odette no se diera cuenta. Aquello era mucho más peligroso de lo que parecía.

- Y qué razón tenías...- se fundió en la oscuridad del pasillo apenas susurró aquellas palabras y se abalanzó contra Odette.

Ella apenas pudo actuar al ser un ataque desde la espalda. Una serie de cristales rotos interceptaron este ataque, una explosión cegadora y aturdidora. Louis se estremeció cuando su cuello fue estampado contra la pared más cercana. Georgie jadeó al ver al rubio brillante, Jack, sin una sola herida tatuada en su cuerpo, conteniendo a Louis con una facilidad abismal.

- ¡No te metas en esto, Jack! ¡Esto es entre tu esposa y yo!- gritó colérico, empujándolo con una patada en una de sus piernas.

- ¿¡Su qué!?- Georgie y yo nos quedamos en silencio y congelados.- ¿¡Qué significa todo esto!?

- ¿No sabe nada?- se mofó Louis riendo entre dientes, por supuesto que Louis sabía la respuesta.- Pobre desgraciado...

- ¡Silencio!- gritó Jack.

- ¿Por qué? ¿Tan cobarde eres?- se burló empujándolo para tomar distancia, sus colmillos afilados chasquearon y siseos se escaparon entre sus labios mientras se burlaba a carcajadas.- ¡Odette es tu esposa y la infiltraste en esta casa para tener un espía que te dijera todo! ¡Vamos! ¿Qué tan complicado de explicar era eso? ¡Desgraciado!- exclamó mirando a Aleister.- ¡Esa zorra no te ama! ¡Te ha estado engañando todo este tiempo!

- ¡Eso no es cierto!- exclamó Odette mirando a Aleister con súplica.

- ¡Eres una espía! ¡Hipócrita!

El pasillo estaba lleno de bramidos y chillidos. Todo era muy confuso y Aleister no daba crédito a nada de lo que estaba sucediendo.

- ¡Basta de hablar!- Georgie atacó.

Jack, Rosa y Casey le siguieron de inmediato, y yo no dudé en activar la barra de luz sagrada e intervenir en el conflicto para contener a Louis de una buena vez. Entre los cinco tratábamos de reducir a cenizas al vampiro, este, ágil y temerario, esquivaba y huía, pero no como un cobarde, sino tratando de hacer que nos golpeásemos entre nosotros. Esto acabó con Rosa y Casey retirándose del conflicto para dejarle más espacio a Jack para maniobrar.

- ¡Georgie!- este reaccionó de inmediato y me tomó del brazo, frenándome en seco en el sitio.

La pelea pasó a ser supersónica, tanto que dejamos de verlos por un momento, pero sí veíamos las catástrofes que estaban causando. Las grietas y los cristales rotos que aparecían en cada golpe que se daban, y como muros y decoraciones eran destruidas sin descanso.

- ¡Ahora!- sonó casi súbitamente en el lugar, lo cual provocó que Georgie se moviera de inmediato.

Confundida, me quedé estática en el lugar, viendo como ambos vampiros frenaban repentinamente y como el rubio contenía al vampiro de pelo largo con los brazos atrapados a la espalda, estampado contra el suelo boca abajo, inmovilizado al suelo y una rodilla sobre su espalda. Louis gritó, tratando de zafarse de manera inútil.

Georgie tomó impulso, alzando la barra de luz para clavarla sobre su cuello. Louis gritó y siseó.

- ¡Van a arrepentirse de esto!

Su voz se fundió en un agónico eco.

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Espero que no hayan tenido problemas para seguir la pelea :'3

Me gustaría que me dejaran su opinión sobre esta pelea en concreto, si fuera posible.

Aquí las opiniones -------->

Gracias.

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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72.- Rosa y Julia (Lesbian/ Romance vampírico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora