NO SOY YO

43 7 0
                                    

  Angela
  Mis ojos estaban posados en la mano de ese chico, deseos de decirle que la soltara, que no debía tomar su mano, un calor recorrió mi cuerpo de los talones hasta mis mejillas lugar donde se alojó, pintando mis mejillas de rojo, Daniela me miró y quieto su mano del agarre de ese chico, me sonrió.
 
  - Alex, estoy revisando con la profesora unas dudas- lo mire- en unos minutos voy- sonreí.
 
  - Okay preciosa te espero- guiño de ojo- buena tarde Profe.
 
  - Buena tarde Alejandro- sí, sabia su nombre, cuando él se fue mis ojos se posaron en Daniela, ella se acercó.
 
  - Gracias por las felicitaciones- sonreí – me iré al terminar el semestre, quizás antes- ¿que estaba haciendo?, le daba explicaciones.
 
  - Yo deseo que te vaya muy bien- mi amor, pensé- eres excelente alumna, una muy buena futbolista- suspire, mis manos sostenían mi portafolio y mi bolso, nos quedamos calladas mirándonos, hasta que ella habló.
 
  - Gracias nuevamente, que tenga buen día- me di media vuelta, salí del aula, camine hacia donde estaba Alejandro, Elizabeth y los demás, les dediqué una sonrisa, caminamos hacia la salida del colegio, caminamos a tomar el camión Alejandro espero a que yo me fuera para irse él al subir al camión coloqué mis audífonos, de fondo quisiera ser el aire de Alejandro Sanz, todo el camino pensé, recordé su rostro, su sonrisa, recordando el rose de su mano.
 
  Angela
  No había mucho que yo pudiera hacer, suspire, ni siquiera su amiga soy, mi corazón está hecho un lío, mi cabeza me frenaba cada vez que yo quería acercarme, ¿sigo sin entender que siento, que le pasa?, fui a casa, luego a la universidad y finalmente a mi casa, a mi fría casa, me quite el suéter, los zapatos, me senté sobre el sofá, no sabía qué hacer con lo que pasaba.
 
  Daniela
  Entre al colegio, con los audífonos puestos, escuchando música, con la mirada puesta al frente, estaba en los últimos meses en mi colegio, con mis amigos, en mi ciudad, con la profesora Angela, cuando su nombre vino a mi mente, suspire, quería aprovechar el tiempo, ¿pero cómo?,si ya no somos amigas somos, si solo nos vemos en clase y pocas veces coincidimos a parte no tiene caso, suspire, al levantar la mirada, ahí estaba ella, observándome, yo le di una sonrisa, y un gesto de un hola, Alejandro salió a mi encuentro, me dio una risa, yo le di una sonrisa, cuando regrese la mirada hacia la profesora Angela ya no estaba, Alejandro sonrió.
 
  - Yo se queda poco tiempo del semestre, que te irás de la ciudad, pero me gustaría- tome aire, aclare la garganta- que aceptaras salir conmigo- mis mejillas se sonrojaron- ¿quieres ser mi novia? - mis ojos se posaron en ella.
 
  - Si- un tímido y corto si, si quería tratar de disfrutar mi último semestre, quería dejar de lado a la profesora, sonreí, el me abrazo, pero me soltó cuando Angela y su amiga pasaron.
 
  Angela
  Me quede sin palabras a escuchar al chico pedirle que fuera su novia, pero me dolió aún más escucharla decir si, al salir de la sala de profesores ahí estaban ellos, yo camine de prisa, sin voltear a verla, a la hora de su clase, ella estaba sentada, conversando con Elizabeth, mi clase inicio Daniela, estaba atenta mis ojos la miraban discretamente, su rosa estaba en el piso en una botella de refresco, yo me sentía incómoda al verla, pero nada podía hacer, el siguiente día sería peor.
 
 
  Alejandro
  Por la tarde compré un muñeco de peluche grande, unos chocolates, especialmente para Daniela, la chica más linda del colegio, llegué y en complicidad con mis amigos, lo coloqué en su banca, coloqué los chocolates con una nota, salí de prisa.
 
  Daniela
  Al llegar al colegio se me hizo raro no ver a Alejandro yo iba de prisa mi primera clase era con la profesora Angela, así que caminé de prisa, a aula, unos pasos atrás de ella, y corrí para entrar antes, al pasar junto a ella dije.
 
  - Bonito día profe- corrí.
 
  - Bonito día Montoya- ella pasó de prisa y entró antes que yo cuando yo entré la vi, con ese muñeco de peluche, un calor se apoderó de mí, me sentí enojada – señorita Montoya aquí no es para traer sus muñecos- dije molesta, ponlo al final de aula – mi tono molesto y serio.
 
  - Su, profe- camine con el peluche y lo deje en la esquina, regrese a mi aula, pero hice ruido.
 
  - Sal de mi clase – no la mire, su ruido me molesto.
 
  - Pero profe yo- no me dejo continuar.
 
  - Dije que salgas- no la mire, no tenía ganas de verla, así que su ruido fue mi excusa perfecta.
 
  Daniela
  Salí molesta del aula, tome mis cosas y salí, camine sin mirarla, no entendía el porqué de su actitud conmigo, camine hacia la banca que estaba cerca de la escalera, su actitud me molestó, al terminar la clase Alejandro vino por mi para ir a desayunar.
 
  - ¿Saliste antes? - la mire confundido.
 
  - Me saco de la clase- dije molesta.
 
  - ¿Por qué? - la mire, ella se levantó se acercó a mí.
 
  - No tengo la menor idea- el me abrazo, en ese momento una voz conocida dijo.
 
  - Están prohibidas las demostraciones de cariño en el colegio- dije molesta, estaba enojada, incómoda con esa situación, Daniela se separó de Alejandro, y Veronica apareció.
 
  - Hola, buena tarde Angie- estuché toda la conversación, era evidente lo que pasaba, así que me acerqué a Ángela, la tomé del brazo- vamos pos un café- dije en tono amistoso, le di una sonrisa a los chicos, Angela, los miró.
 
  - Si, los vuelvo a ver con muestras de afecto, los llevaré a dirección y mandaré a traer a sus padres- camine con Veronica, estando algo lejos ella dijo.
 
  - ¿Qué fue eso? - la mire, actuaba como nunca la había visto actuar en los años que tengo de conocerla, mi con su esposo fue así.
 
  - Llamado de atención a dos chicos que no respetan las reglas del colegio, solo eso- caminé de prisa, nos sentamos en una de las mesas, ordené un té y ella un café.
 
  - Ángela, eres mi amiga, tengo años de conocerte, te conocí cuando salías con tu ex esposo, Pero tu actitud ahora es totalmente nueva para mí- sus ojos se abrieron como dos platos, me miró fijamente.
 
  Angela
  No tenía palabras para explicar lo que me pasaba, no sabía que decir, que hacer, ni yo misma entendía lo que pasaba, eso que me hacía ponerme feliz cuando Daniela y yo hablábamos y enojada si la veo con otros, estaba en una situación nueva para mí, deja caer los hombros no respondí, ella dijo.
 
  - Eres mi amiga y te quiero, no quiero que te metas en problemas, pero sabes que puedes confiar en mí, que puedes contarme lo qué pasa, yo sabré apoyarte y entenderte- tomé su mano, ella me miró.
 
  - Saliendo de clases, vamos a un café y te contaré, ahora me voy a clases- caminé de prisa, hacía las siguientes clases, distraída hasta que vi a Daniela, sola, sentada muy cerca de mi aula de clase, sonreí, al verla, pero para mi sorpresa ese chico apareció, ella sonrió, le daba una sonrisa a alguien que no era yo, tomaba la mano y abrazaba a alguien distinto a mí y era eso lo que me molestaba.
 
 
 
 
 

ANGELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora