SUS LABIOS

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  Daniela
  Las palabras de mi madre me hicieron llorar, el abrazo de mis padres y mi hermana, me llenaban de amor, de alegría, al separarnos mi padre dijo.
 
  - Vístete iremos a desayunar en familia y quiero que conduzcas tu auto- ella se acercó, yo la abrace.
 
  - Gracias, padre- estaba abrazada a él.
 
  - Para mi princesa lo mejor- bese su frente.
 
  - Los amo- ellos salieron de la habitación, yo fui a la ducha, al salir me vestí, un vestido negro, una chaqueta, unos tenis, seque mi cabello, al terminar coloqué un poco de maquillaje, tome mis gafas de sol y camine hacia la sala, donde me esperaban, la hora de conducir, llegó mi auto rojo esperaba por mí, mi padre camino antes que yo, abrió la puerta.
 
  - Suba señorita- le di una sonrisa, ella subió.
 
  - Gracias, padre- me acomode mientras mi padre ayudaba a subir a mi madre y mi hermanita la colocaba sobre la silla, ella tenía 5 años, y yo 18, mis gafas de sol, mis manos colocadas sobre el volante.
 
  Angela
  Mis manos sobre el volante, lentes de sol, la mirada hacia el frente, pero algo o alguien me hizo voltear la mirada, era ella, la chica más linda, se veía hermosa, su perfil, en ese auto rojo, los cláxon de los autos me hicieron regresar la mirada al frente, sonreí, por inercia conduje, hacia el mismo lugar donde ella iba, la vi bajar del auto, parecía modelo, es tan perfecta, dije en tono suave, la vi desaparecer, yo seguí mi camino.
 
 
  Daniela
  El desayuno, la tarde la pase con mis padres, por la tarde recibí una llamada de Elizabeth.
 
  - Feliz cumpleaños, mejor amiga, voy camino a tu casa para llévate a cenar- sonreí.
 
  - Estoy con mis padres- no quería salir.
 
  - Viene Alex también- quería convencerla.
 
  - Está bien- sonreí- le diré a mi padre, camine hacia ellos.
 
  - Si, yo también puedo decirles para que te dejen- sonrisa.
 
  - Te veo en una hora- sonreí, caminé hacia mis padres, ellos me dieron una sonrisa, mi madre se puso de pie.
 
  - Tengo un obsequio para ti- le di una caja.
 
  - Gracias, madre- la tomé, la abrí, un dije con un infinito.
 
  - Permíteme colocarla- ella sonrió, levanté su cabello- te queda muy bien mi pequeña- besé su mejilla.
 
  - Gracias, madre- tomaba mis manos, en sus ojos había amor- padres,¿puedo ir a cenar con Elizabeth y unos amigos? - los mire, mi madre respondió.
 
  - Si, claro que puedes- ella me sonrió, más tarde sus amigos llegaron, los despedimos, un chofer se encargaba de llevarlos.
 
  Daniela
  Al subir al auto, Alejandro, me sonrió, tomo mi mano, dejando entre ella una bolsa roja.
 
  - Feliz cumpleaños mi amor- bese su mejilla.
 
  - Gracias-él sonrió.
 
  - Te amo- le di una sonrisa, al llegar al lugar le dije-aquí debo cubrir tus ojos- sonreí, Ely se acercó.
 
  - Si, toma mi mano, Dany, confía- sonrisa cómplice, caminamos hacia el interior de la caaa de Alejandro, al estar ahí, quito la venda.
 
  - Feliz cumpleaños mi amor- bese su mejilla, había un leteo grande de feliz cumpleaños, música, algunos amigos del colegio.
 
  - Gracias que linda sorpresa- se acercó Elizabeth con un collar de flores, una copa.
 
  - Yo no bebí- dije incómoda.
 
  - Tenemos que brindar no siempre te vas a un equipo profesional, te gradúas del colegio y cumples 18 años- ella sonrió.
 
  - Quizás tengas razón- tomé la copa era Champagne, sonreí, Alejandro trajo el pastel, el grupo de amigos cantaba las mañanitas, música en vivo, cantamos bailamos yo me sentía algo mareada, Alejandro cantaba, Elizabeth se acercó.
 
  - Amiga te voy a extrañar mucho- la abrace.
 
  - Y yo a ti, deberías venir a estudiar a donde voy- ella sonrió.
 
  - Les diré a mis padres, pero no prometo nada- reímos- ¿Qué pasara con Alejandro? - ella me miró, los ojos bien abiertos, se veía nerviosa, algo ebria, tomo de un trago su copa.
 
  - Vamos a terminar- dije segura.
 
  - Pero pueden seguir, el puedo estudiar a dónde vas- la miré, tenía sospechas de que estaba enamorada de la profesora Angela, pero no me atreví a preguntar.
 
  - Es lo mejor- mi mano sostenía una copa, Alejandro se acercó, me invitó a bailar, al final nos alejamos un poco de todos, nos sentamos cerca de la alberca.
 
  - La noche es muy linda, pero la luna debe estar celosa- ella me miró confundida.
 
  - ¿Celosa? – mi mano sostenía una cerveza.
 
  - Si, porque tu belleza, la opaca, tienes una sonrisa hermosa- acaricie su mejilla- y yo estoy enamorado de ti desde la secundaria, pero no me atrevía a hablarte- me acerque lentamente, bese sus labios, un beso tierno, suave, al separarnos, ella sonrió.
 
  - Me gusta como eres- lo abracé, estaba sentado frente a mi- me gustan tus detalles, tu sentido del humor- sonreí, él se separó.
 
  - ¿Pero? – soy dls años mayor que ella.
 
  - Pero yo me iré y- el sello mis labios con un beso.
 
  - Pero nada ahora estamos aquí, nos quedan dos meses, en los cuales quiero ir al cine- me puse de pie la cargué y me lancé hacia la alberca, ella gritó.
 
  - No, el agua está frío y tú estás loco- mi risa, su risa, los pocos invitados que quedaban se acercaron, se unieron.
 
  - Si, estoy loco por ti, desde hace casi seis años- estando en la alberca, la abrace la bese, los otros se unieron, teníamos mojados sentados adentro de la casa, con la chimenea, Daniela se acercó.
 
  - Tengo frío- el me abrazo.
 
  - Puedes dormir en la habitación de mi hermana y yo aquí- le di una sonrisa, la cubrí con la manta.
 
  - ¿Puedes venir conmigo? - me miró sorprendido.
 
  - ¿Segura? – la miré, mis mejillas estaban sonrojadas, me puse nervioso, muy nervioso.
 
  - Si- me puse de pie, extendí mi mano, estaba nerviosa, el se puso de pie, caminamos tomados de la mano, subimos la escalera en silencio, al llegar a su habitación, abrió la puerta un ramo de rosas, un oso gigante, chocolates.
 
  - Esto lo compré para ti- sonreí, encendí la luz.
 
  - Wow- sonreí, caminé hacia el solo, el me observaba, tomaba foto.
 
  - Me gusta como eres- sonreí- me encanta tu sonrisa, tu mirada- ella camino hacia mi, beso mis labios, mis manos se posaron en su cintura, su vestido estaba húmedo, ella temblaba, la abrace con fuerza, sus besos, sus labios tibios.
 
 

ANGELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora