Daniela
Entre mis manos un ramo de rosas, unas rosas rojas, elegí las mas hermosas, el ramo mas grande para la mujer mas importante y especial, pensaba, con una sonrisa en mis labios y con sus ojos posados en mi, se acerco, beso mi mejilla.
- Te vez hermosa mi amor- bese la mejilla de Daniela- pasa por favor-no podía dejar de mirarla, me parecía un sueño tenerla aquí, a mi lado.
- Gracias, bebe- sonreí, entre a la casa- te traje estas flores, dije sin dejar de verla, sin dejar de admirar su belleza.
- Hace mucho no me regalaban rosas- las mejillas sonrojadas, suspire.
- Tendrás que comprar floreros- guiño de ojo, ella sonrío, los ojos llenos de brillo, un brillo especial.
—Les comprare amor mío—le di una sonrisa—ponte cómoda—le di una sonrisa.
- Gracias – camine con ella hacia la isla de la cocina, ella buscaba un florero y yo, o no podía dejar de verla, de ver su perfil, el brillo de sus ojos, una sonrisa se dibujó en mi rostro, Angie termino de colocar las flores, regreso la mirada hacia mí, yo no sabía que decir o hacer no quería verme ni sentirme como boba- huele delicioso- no se me ocurrió algo mejor pensé.
- Cocine- la mire, hace mucho no preparo algo tan elaborado pensé- espero te guste.
- Si estas manos lo hicieron —las tome entre manos—claro que me gustara, seguro de que cocinas delicioso— bese sus manos.
-Me tienes boba- dije mirándola a los ojos, perdiendome en esa mirada, en esa sonrisa.
- No, usted me tiene boba a mi- respire profundo- no se ha dado cuenta llevo toda la tarde- mirándola- ella se sonrojo, una sonrisa en sus labios, mi mano tomaba su mano, nuestros ojos se miraban.
- Me alagas- ella sonrío su rostro se acercó al mío, beso mis labios, un beso suave y tierno, se puso de pie, regreso a su silla.
- Solo digo la verdad- suspire, la mire- eres la mujer más bella que mis ojos han mirado-acaricie su mejilla.
- Me sonrojas con tus palabras, me haces sentir en la nubes- sonreí, al terminar la cena, levantamos los platos, los llevamos hacia la cocina, estoy parecía un sueño hecho realidad, comer, con ella, estar con ella en este apartamento, suspire, ella estaba secando los platos, que yo lavaba, al terminar camine para secarme las manos.
Daniela
Su sonrisa, el brillo de sus ojos, su cuerpo parecía invitarme a abrazarlo, me acerque lentamente, bese su mejilla, ella se recargó sobre mi pecho, en tono suave dijo.
- Me hace tan feliz sentir tu abrazo- suspire.
- ¿Escuchas? -- levantó su mirada.
- No, amor que se escucha- pregunte tímidamente, ella sonrió.
- Ven, acércate- extendí mis brazos- recarga tu cabeza en mi pecho- lo hizo.
- ¿Tu corazón? - la mire.
- Si, mi corazón, late por ti, por amor a ti- bese su frente.
- ¿De verdad?- las mejillas sonrojadas, el pulso acelerado, el alma de fiesta y yo, yo en ese momento era la mujer más feliz y afortunada.
- Así es, esos latidos son por ti y para ti- la abrace con fuerza, ella levantó su rostro nuestros labios se juntaron, había soñado tanto tiempo con este momento, pensaba mientras sus labios y los míos, estaban unidos, nos separamos cuando el aire empezó a faltarnos, ella sonrió, acariciaba mi mejilla, mientras decía:
- Me hace tan feliz estar aquí y escuchar que sientes lo mismo que yo- yo no podía dejar de besarla, de verla, de tocar su mano, yo la mire fijamente- te he extrañado este tiempo sin ti, ha sido tan difícil y complicado- dije mirando sus ojos.
- También te extrañe- tome sus manos, la mire a los ojos- no hubo un día en que yo no pensara en ti- suspire.
- Mi amor, perdóname por alejarme así, sin decir nada, por hacerte tu sufrir, pero debía hacerlo tú eras menor de edad, eras mi alumna- una lagrima recorrió mi mejilla- me dolió haber hecho lo que hice, pero no tenía opción- su dedo seco mi lagrima.
- Eso es pasado ahora estamos aquí- acaricie su mejilla- juntas- la abrace, ella se abrazaba a mí con fuerza, en silencio.
Angela
Mis brazos se aferraban a ella, como naufrago a la orilla, quería quedarme así con ella, abrazada a ella, no dejarla ir, yo seguía recargada en su pecho, escuchando los latidos de su corazón, en tono suave dije.
- Podría quedarme así aquí, el resto de mi vida- suspire, mi sueño se hacia realidad, estaba aquí con ella.
- Si quieres me quedo toda la vida, aquí abrazándote- levanto la mirada.
- Me encantaría- suspire, es lo que más deseo desde que te conocí pensé.
Tienes una sonrisa hermosa- dije mientras acariciaba sus labios.
- Tienes unos ojos hermosos, una mirada tan pura y tierna- acaricie su mejilla- mi niña eres la mujer más bella que he visto en mi vida- acaricie su mejilla- estoy enamorada de ti- dije desde el fondo de mi corazon, con todo ese amor que siento por ella.
- Yo también estoy enamora de ti- bese su mejilla, ella busco mis labios, nos besamos, un beso largo y apasionado, hicimos una pausa, caminamos hacia el sofá, nos quedamos ahí mirándonos, tomando nuestras manos, mirándonos a los ojos, ella se acercó a mí, beso mi mano, yo la solté, pase mi brazo tras ella, para abrazarla.
- Me gusta cuando me abrazas, cuando me miras, cuando me besas- suspire- me gusta estar contigo, cerca de ti, entre tus brazos, tomando tu mano.
-Disfruto hacerlo- suspire, sabía que mañana debía irme volver a la normalidad, que pasaría mucho tiempo antes de verla, suspire, sonreí, intente estar tranquila, Angela se separó de mí, se sentó sobre la mesa, frente a mí.
- Mi amor- tome sus manos- gracias por buscarme, por invitarme a ese café, me alegro tanto volver a verte, lo deseaba y lo necesitaba- suspire, no podía decirle que desde que se fue yo viví en la tristeza, debía ser y estar fuerte y apoyarla en su sueño.
- Gracias por decirme que también estas enamorada de mí, soy muy feliz por saber- me acerque, bese sus labios, sus besos, sus manos posadas en mi cuello y las mías, posadas en su cintura.
-Tus labios son suaves- los bese- tersos- tus besos me encantan- suspire.
- Me gusta cuando te beso y se dibuja una curva en tus labios- los acaricié.
-Esa sonrisa la provocas tu- toque su nariz, ella se acercó, beso mi mejilla.
-¿Qué más provoco? - la tome de la cintura, el levante de la mesa, la cargue por la estancia, ella sonreí, reía, como niña feliz, abrazada a mi cuello, riendo.
- Me vas a tirar- decía en medio de risas.
- Hago ejercicio, mucho, siente mis brazos- ella sonrió, los toco, yo seguia con ella entre mis brazos, caminando hacia una de las habitaciones.
-Cierto-me abrace de su cuello, su aroma, su cabello, su cuello, con ese aroma único, levante su cabello, mis labios a centimetros de su cuello.
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ANGELA
RomanceInesperado , imposible, mágico, especial, una coincidencia que marcará la vida de Angela, una profesora divorciada, madre de dos hijas, Daniela una adolescente que experimentará nueva sensaciones y sentimientos nuevos , el despertar de un amor.