JUNTOS

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  Daniela
  Estaba nerviosa, temblando, mis brazos estaban, posados en en su cuello, su beso cambió de tierno a intenso, sus manos buscaron y acariciaban mis piernas, sonríe a mitad del beso, el me soltó.
 
  - ¿Estas bien? – la mire, enmarque su rostro, sus ojos, sus labios enrojecidos.
 
  - Si- quito mi chaqueta, caminamos hacia la cama, besándonos, algo torpe de los dos, se detuvo cuando tapamos con la cama, me miró, enmarco mi rostro.
 
  - Podemos dormir, solo dormir si tú quieres- estaba enamorado de ella, deseaba estar con ella.
 
  - Veamos qué pasa- sonreí, me abrazo con fuerza.
 
  - Yo deseo estar contigo- bese su mejilla, tome sus manos, las bese- pero entiendo si aun no es el momento- ella sonrió, beso mis labios, besos, caricias, miradas cómplices, era mi primera vez, su primera vez, movimientos torpes, pero me esforcé por ser tierno, por ser delicado, llene su piel de caricias, de besos.
 
 
  Daniela
  Mi cuerpo estaba ahí, me sentía bien, era una experiencia nueva para mí, a la mañana siguiente, desayunamos en el jardín, risas, bromas, Elizabeth se acercó.
 
  - Tu ven acá- la tome de la mano, nos alejamos.
 
  - ¿Qué sucede? - pregunté, mirándola.
 
  - Cuéntame todo- la mire, ella sonrió.
 
  - ¿Qué te cuento? - sonreí.
 
  - Te fuiste lejos del grupo- la miré- tú y Alejandro ni estaban, así que dime ¿qué pasó?, ya cuéntame- insistí, ella sonrió.
 
  - Estuvimos juntos – cuando dije eso ella me dio un codazo amistoso.
 
  - Amiga- la abrace, Alejandro se acercó.
 
  - ¿Quieres que te lleve a tu casa? - la abrace, bese su mejilla.
 
 
  Angela
  Lunes por la mañana, quería que esta semana, que estos dos meses fueran eterno, quería sentarme a su lado, comer un sándwich en la cafetería, caminar con ella por los pasillos, del colegio, hacerla reír, verla sonreír, suspire, me levante de la cama, camine hacia el closet, elegí una falda, un saco, fui a la ducha, al salir me arregle lo más que pude, quería verme bien para ella, sonreí, estaba loca me arreglaba para una niña, suspire, coloqué labial y salí de la casa.
 
  Daniela
  Todo era diferente, el sol, las áreas verdes, mi casa, mis padres sentados a la mesa, mi hermanita con juguetes por todos lados, todo, cada detalle me parecía único y especial, caminé hacia mi auto, coloqué mis lentes de sol, subí a mi auto u conduje hacia mi colegio, al entrar al estacionamiento, lo entendí, eran pocos los meses que me quedaban aquí, eran micos los recuerdos que me llevaba, aquí conocí el primer amor, estuve por primera vez con un chico, suspire me quede parada a un lado de mi auto, una voz conocida dijo mi nombre.
 
  - ¿Todo bien señorita Montoya?- la mire, levantó su rostro, no lograba ver sus ojos por esas gafas de sol.
 
  - Si- quite las gafas, nuestros ojos se encontraron, una sonrisa sincera se dibujó en su rostro, una sonrisa hermosa, tierna, no logré formular una sola palabra, estaba perdida en su mirada, hasta que una voz me trajo a la realidad.
 
  - Hola, buen día profesora-la miré- buen día Dany- sonreí, estoy seguro de que mis ojos brillaban cuando la veía, la profesora respondió.
 
  - Buen día- camine, seguí mi camino, muerta de celos, enojada, triste, ella no había notado mi arreglo, y la veía tan bella a ella, estando lejos, los mire, el sostenía su bolso, ella le daba una sonrisa, tomaba su mano discretamente, un calor recorrió mi cuerpo, quedándose en mis mejillas, respire profundo.
 
  Daniela
  Levanté la mirada, ahí estaba ella observándome, yo solté la mano de Alejandro, caminís hacia la dirección de Angela, se veía muy linda, su falda, su cabello, todo en ella era lindo pensé, al pasar cerca de ella le di una sonrisa, una sonrisa que ella ignoró, seguí mi camino.
 
  Angela
  Camine de prisa hacia el aula de maestros, tome mis listas, una taza de café y camine hacia el consultorio de Veronica, toque, ella respondió.
 
  - Pase- me colocaba la bata, Angie entró.
 
  - Se atreve a sonreírme, a pasar a mi lado, con esa hermosa sonrisa, pero acompañada de su novio- entre comillas hice con los dedos, estaba enojada, celosa.
 
  - Buenos días- la miré- yo amanecí bien y mi fin de semana estuvo muy bien, gracias- ella me miró, sonrió, se sentó.
 
  - Discúlpame, es verdad primero se saluda- la mire.
 
  - Ahora dime por favor que no hiciste una escena- la mire.
 
  - No, no la hice- dije segura, si un sorbo a mi taza de café, me senté, intenté calmarme.
 
  - Angela- la mire.
 
  - Dime- seguía sentada frente a ella.
 
  - Trata de calmarte, tienes clase – le di una sonrisa, ella correspondió.
 
  - Si, ya me siento mejor, gracias- me puse de pie, tome mis cosas, camine hacia la puerta.
 
  - Por cierto, te ves muy linda- le di una sonrisa.
 
  - Gracias preciosa- seguí mi camino, fui a mi clase con ella, al entrar, ella sonrió, yo fingí no verla, coloqué mis cosas sobre el escritorio, inicié mi clase mirándola cuando ella no se daba cuenta, al finalizar, salí del aula, mi amiga Veronica estaba en el pasillo con otro profesor, yo seguí mi camino, al bajar las escaleras un alumno me detuvo para entregarme un trabajo, Veronica se acercó.
 
  - Logrado, la chica te observaba mientras caminabas- sonreí, seguí mi camino, tras de mi Angela.
 
  - ¿De verdad? - Veronica no se detenía.
 
  - Si, atrapaste su atención- seguí caminando hacia el consultorio, al llegar ella entró tras de mí, ella entró tras de mí.
 
  - ¿Cómo te disté cuanta? - me senté frente a ella, quería escucharlo, saberlo.
 
  - Es algo evidente- la mire
 
  - ¿Cómo evidente? – coloqué mi codo sobre el escritorio y sobre mi mano mi mentón, estaba deseando, describiera el rostro, los gestos de Daniela, para imaginarlos y guardarlos en mi memoria.
 
  - Ella te vio discretamente, se quedó parada alejada de todos, te seguía con la mirada, una mirada diferente- ella sonrió- pero no cometas locuras, espera a que terminé el semestre – le dije.
 
  - Esperé a que cumpliera la mayoría de edad- me puse de pie.
 

ANGELA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora