ILUSION

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    Ángela 
  Mis deseos de verla crecían, con el paso de los meses, suspiré, era el mes de noviembre, las vacaciones estaban próximas, el fin del semestre también, su primer semestre de universidad deseaba tanto saber de ella, saber cómo le iba, seguí mi camino por ese pasillo del colegio, al llegar al aula de profesores, escuché a un grupo de profesores comentarle a Veronica. 
  -El partido de este sábado jugó la ex alumna Daniela. 
  - Wow, no veo tanto fútbol y realmente no me gusta- dije mirando a Ángela, quien había cambiado totalmente su expresión, le di una sonrisa y la uni a la plática- Hola Angie buen día, comentan los profesores que tú ex alumna debutó el sábado pasado en un partido – Ángela sonrió, una sonrisa sincera. 
  - Que orgullo para nosotros- para mi pensé. 
  -Si, el viernes tienen partido nuevamente y estoy seguro de que jugará Daniela- sonreí.
  - Si, es una excelente deportista y alumna- recordé, una cara de boba, el pecho hinchado de orgullo estaba valiendo la pena, el verla triunfar me hacia inmensa mente feliz, Veronica se acercó, me abrazo.
  - Esta bien- le dije en tono suave- ella esta feliz y esta logrando su sueño.
  - Me alegra tanto saberlo- suspire. 
  - Ve a clase, disfruta del día y el viernes te veo en tu casa para ver el partido- le di una sonrisa. 
  Daniela 
  Mi carrera iba muy bien más convocatoria para partidos y ahora ya no estaba en la banca jugaba mi primer partido y deseaba que ese viernes llegara y el miércoles ver mi nombre en la lista de convocadas, sonreí, Jenny se acercó. 
  - Muy bien guapa- la abrace.
  -Gracias- sonreí.
  - ¿Qué otro secreto guardas a parte de esa velocidad y esa pierna privilegiada? - ella se sonrojó. 
  -Ninguno- de inmediato pensé en Ángela. 
  - ¿Segura? - seguía abrazándola- te has sonrojado- la mire- podeis contar conmigo, decirme , que yo no dire nada- la entrenadora entro a los vestidores. 
  - Hora de entrenar luego van por un café y platican.
  Angela
  El día parecía único, a pesar del aire frío, en mi corazón había un rayo de sol con el nombre de ella, deseaba que el viernes llegara ya para verla jugar, para verla aún cuando fuera en la televisión a kilómetros de mi, suspire.
  Daniela 
  El entrenamiento terminó, el miércoles llegó luego del entrenamiento todas, esperábamos escuchar nuestros nombres, deseaba tanto volver a jugar, mencionaron a la portera, las defensas, medio campistas y llegaron a las delanteras, estaba con las manos cerradas, deseando escuchar mi nombre. 
  - Daniela.
  -Si- me miraron todas Jenny se acercó. 
  -Juegas el viernes eso quiso decir las coach- la abrace.
  -Gracias- siguió mencionando a unas más, pero yo seguía con la sonrisa en el rostro, decía viajar a la Ciudad de México, con mis compañeras, con una sonrisa en los labios, tome mi hoja de permiso para faltar q las clases del jueves y viernes, caminaba hacia mi aula, cuando Jenny se acercó.
  - ¿Me dirás que secreto guardas? - la abrace. 
  -Saliendo de clase te busco- sonreí
  -Aquí estaré- ella siguió su camino.
  Ángela 
  Faltaban unos días para verla jugar, para verla otra vez, quizás cambio, quería ver si su cabello creció, si está más delgada, si su sonrisa sigue igual de linda, si sus ojos tienen ese brillo que me enamoro, suspire. 
  Daniela
  Mis clases terminaron eran las siete de la noche, con intenciones de ir directo a casa, cenar y dormir, al salir ahí estaba ella.
  - ¿Jenny?- la mire.
  - Así es te dije que estaría aquí cuánto salieras- sonreí- te invito a cenar y me cuentas- caminamos, hablando del colegio, al llegar al restaurante nos sentamos.
  - Primero estoy feliz, es un honor para mi jugar al lado de una figura mundial, de una campeona como tú – sonreí.
  - Gracias- mis mejillas se sonrojaron, yo soy mayor que Daniela, ella tiene diezsiocho años y yo tengo veintisiete años- ahora dime tu secreto- la mire. 
  -No tengo un secreto- dije sonriendo.
  - Claro que lo tienes, te he visto en los pasillos, he visto tu cara y se que a algo o alguien extrañas- su semblante cambio cuando dije eso.
  - Me enamoré de alguien- lo dije sin miedo- era una profesora-Jenny no parecía sorprendida.
  - Bueno eso nos pasa a veces- la mire.
  - Estuve enamorada de ella, pero jamás se lo dije: caiga los hombros. 
  -En ese momento era lo mejor, no te sientas mal por sentir algo por alguien- tome su mano, me sonrió.
  -Bueno eso quedará en el pasado estamos muy lejos y ella es una mujer divorciada con hijos- intenté convencerme.
  -Si yo te contara cariño- la mire, guiño de ojo. 
  Angela 
  Me ilusionaba la idea de verla, verla aun cuando no sea físicamente, pensé, apagué la lámpara, acomodé mi alma almohada, esa almohada que me ha acomodado en esas noches cuando lloro, cerré los ojos. 
  Daniela 
  El gran día había llegado estábamos en la ciudad, donde seria nuestro segundo encuentro con unos de los mejores equipos, al llegar al hotel la coach, nos pidió ir a las habitaciones, dejar nuestras cosas e ir al comedor, la hora de la cena había llegado, caminé distraída mirando mi reloj pensando estaba a 4 horas de mi casa, de mi ciudad, al subir al elevador, Jenny y otras compañeras me pidieron detener el elevador, lo hice, Jenny entro, sonrió. 
  - Gracias- le di una sonrisa, ella me correspondió, la noté distraída- estamos en la misma habitación- sonreí. 
  - ¿sí? - no preste intención pensé. 
  - Si- el elevador se detuvo, salimos, yo rose su mano, ella no se incomodó, entramos a la habitación, yo espere a que ella eligiera la cama, cuando lo hizo yo me senté en la otra cama, luego de la cena, volvimos a las habitaciones, ella y yo veíamos una película, ella se durmió antes. 
  Angela
  Hoy la voy a ver pensaba mientras acomodaba mi cabello, salí de la habitación era un día libre para mí al menos del colegio solo tenía que ir por la tarde a mis clases en la universidad, pensaba en no ir solo era una clase, quería verla no importa si es atreves del televisor, fui a la cocina preparé el desayuno para mis hijas, la primera en aparecer fue Elena. 
  - Hola, madre, buen día- me acerque bese su mejilla.
  - Hola, mi amor- sonreí. 
  - Huele delicioso – camine hacia la cafetera, serví un poco de café me recargue sobre la barra mientras mi madre servia los platos.
 

  - Espero te gusté- serví en un plato Edna apareció, le dimos una sonrisa- mi amor el desayuno está listo- sonreí. 
  -No tengo hambre- tome mi bolso, Elena dijo. 
  -El desayuno está listo mi madre se levantó temprano en su día de descanso solo para consentirnos- dije molesta. 
  - Come tu- salí. 
  Elena
  Voltee la mirada hacia mi madre, quien parecía triste, por la actitud de mi hermana, me acerque. 
  - Yo quiero doble ración por favor- le di una sonrisa, le serví una taza de café.
  -Gracias, mi amor- desayunamos tranquilas conversando de su día a día, cuando ella se fue yo lave los platos, tome mi celular, camine hacia la sala, encendí la tv, sin darme cuenta me quede dormida, hasta que tocaron a la puerta.
  - Hola, siento venir sin avisar- la mire, ella me sonrió.
  —Vero, no requieres invitación—le di una sonrisa, ella se acercó, beso mi mejilla, me abrazó.
  - Es bueno saberlo mi querida amiga- saque de mi bolso unos papeles, ella me miro. 
  - ¿Qué es eso? - la mire. 
  - Revísalo tu- le di las dos hojas, sus ojos se abrieron como dos platos. 
  - Que sorpresa- dije sosteniendo entre mis manos. 
  - Si amiga son dos boletos, ve por tu suéter iremos a la ciudad de Mexico a ver jugar a Daniela.

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