Hacia ti - ၄၃ - seongjoong

၄၃ - quatorze

° ᡣ𐭩 . ° .

Removiéndose, no captó del todo aquella situación en donde se hallaba su realidad, sin coincidir la consciencia con el suceso.

Se encontraba perdido ante el toque, suave, lento, con una pizca de emoción. Se sentía viváz, como labios abultados se encontraban entre sí, con demasía, explorandose el uno al otro.

Increíblemente, no hubo mala reacción. Se adentraron en el sentimiento placentero que creció desde lo más profundo de sus seres, encontrándose, enamorados del choque de labios y chasquidos discretos que resonaban entre el frío viento nocturno que impactaba sobre sus pieles a su alrededor, importando poco quién fuera quién comenzó, sin querer terminarlo.

Al principio, solo fue un pequeño empujón por parte del pelinegro, apenas rozando sus rosaditos labios, separándose apenas unos milímetros luego de aquello, tanteando el terreno.

Para luego, acercar un poco más su rostro, ejerciendo una leve presión, e intentando despacio intensificar tal roce que le hizo sentir mariposas por todo su cuerpo.

Chispas creciendo en su interior, aproxima una de sus manos hacia el rostro de su menor, sin verle, suplicando insistente y silenciosamente, buscando más y más de lo que le gustaba; el roce que llevaban ya varios segundos de encuentro.

Intentando llegar más hacia el fondo, queriendo más contacto, aún sin aviso alguno de su alrededor, movió su cuerpo para pegar sus torsos, con su mano libre detrás de la cabeza del menor para acomodarla boca arriba para un mejor soporte.

Acariciando sus mejillas, su codo soportó su parte superior, separándose ahora sí del contacto que tanto le había encantado.

Un beso esquimal se presenció, sus respiraciones tan agitadas tales como corredores en maratón, tomando aire rápidamente. Aún seguían cerca, sin poder contenerse, acarició suavemente la mejilla y pómulos de Hongjoong aún en su posición, abriendo un poco sus ojos.

Aquello que observaba, se juró no olvidarlo jamás.

Un muchacho de cabello castaño le observó impaciente, de ojitos mieles claritos brillando entrecerrados, sus labios entreabiertos relamidos por su rosada lengua le permitieron descifrar lo que vendría después.

Sin pausas, continúa.

ㅡ ¿Me das permiso de seguir?

No hubo nerviosismo en sus palabras.

Solo destellos de luz que incrementaban la sensación de calidez en sus labios de cereza, así que, mira esos dulces ojos azules que penetran con fervor el alma sobre ellos.

Hongjoong asiente, y Seonghwa, sabiendo su respuesta, siguió su cometido.

Bajo la luz de la luna, con preciosos puntos bajando en líneas de luz que se divisaban hacia arriba, no era nada comparado con la riqueza tan espectacular que transversaban sus tan llamativas pupilas dilatadas, atraídas por el rostro de su mayor.

Una belleza precisa, le cegó por un largo momento.

Lo disfrutaría tanto como él se lo permitiese. Sin más, se unificaron por incontables veces más en una conexión que solo ambos en aquella noche, podía florecer.

Y su pecho, bueno, estalla de alegría.

° ᡣ𐭩 . ° .

En un parpadeo, acomodándose bruscamente de su cama, sientiendo un calor inmenso sobre sus mejillas, se sentó con una cara de susto total. Su pecho subía y bajaba pesado, respirando por la boca, y su cerebro aún estaba procesando las imágenes de su cabeza.