၄၃ - vingt et un

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° ᡣ𐭩 . ° .

Un lugar recurrente entre todos, eran las canchas. Casi todos eran muy activos en partidos amistosos, y en ese momento se encontraban allí. Justamente, en una esquina superior de las gradas, era donde la mayoría de las veces podían encontrarse, pero en esta ocación, dos de ellos se separaron un momento hacia la puerta de los baños.

Ambos estaban conversando entre ellos, se les notaba la confidencialidad de sus palabras a la lejanía. En eso, unos ojitos almendrados estaban más que percatados de aquello, entrecerrados, tratando de averiguar qué diablos estaba pasando entre ellos.

ㅡ Esos dos tienen algo.

Mordiendo la uña de su pulgar, mencionó con sospechas en sus palabras, sin dejar de verlos. Ante eso, el resto de sus amigos callaron para oírle mejor, con miradas cómplices en ellos, rieron un poco.

ㅡ ¿Apenas te das cuenta? ㅡ preguntó Jongho, con obviedad. ㅡ Se nota a leguas. Sólo mírenlos.

ㅡ ¿Ustedes creen que sea cierto? ㅡ esta vez, Yeosang se entrometió, notoriamente interesado en aquello.

ㅡ Mhm... ㅡ Jeonghan se lo pensó. Estaba un poco distraído del tema, pero prestando la atención necesaria. Cheol se encontraba apoyado en su regazo, soltando una sonrisita adorable para él, mirandole con ojitos de tapioca y acariciandole el cabello con sus bonitas manos, desvió su rostro un poquito para dirigirse al resto. ㅡ Hablamos de Hongjoong, es difícil saberlo.

ㅡ El intocable está enamorado, ¿eh?

Dándole la razón, las agradables risas suaves salieron disparadas gracias al comentario del mimado Cheol, encantadísimo con las caricias de su parejita. Se les conocía por ser un par de caramelitos, aunque no hablaran con demasiado afecto delante de los demás, si que se le notaba por los poros el amor que se tenían.

Al menos para el resto, quienes ya sabían de antemano que tenían la cabeza por las nubes por aquellos responsables conocidos. Todos se apoyaban entre todos, algo que se formuló en una fuerte amistad desde el comienzo, hasta cuando lograron enterarse por parte del mismísimo Wooyoung que San y él andaban pegaditos como chicle.

Descubiertos por Jeonghan, Yeosang y Jongho también tenían un ojo encima, pero, estos se comían la cabeza de la pena al intentar confesarse ante los demás, acertando que los demás ya lo sabían; de hecho, Jeonghan, el chico de ojos tiernos, parecía más un vidente que un estudiante de preparatoria. Era algo asombroso y aterrador a la vez el saber que por más que se intentase ocultar algo, este ya lo sabía.

El salón no era más que una evidencia del deleite armonioso que plasmaban sus miradas fugaces al cruzarse, o al tocarse por error. Siendo así, una iniciativa gigante para el encanto que comenzaba a florecer con preciosidad entre el grupo de amigos.

Intentaron no darle más vueltas al asunto cuando se fijaron en la mano de Seonghwa revolverle con ternura el cabello al castaño bajito delante de él, en modo de despedida; contemplando también, que se ofrecían sonrisas honestas, de oreja a oreja, tranquilas. Le vieron llegar trotando hasta la zona, hablando de otro tema.

Al acercarse a sus amigos, ellos solo se dispusieron a molestarle por parecer un tomatito cuando le preguntaron sobre qué había hablado con Seonghwa.

Pero no era más que dulce secretito entre ambos.

° ᡣ𐭩 . ° .

La preciada semana de vacaciones fue tan esperada por el montón de estudiantes casi muertos en vida por los dichosos exámenes de fin de período. El festival de deportes había ocurrido hacía poco y estaban realmente exhaustos.

Hacia ti - ၄၃ - seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora