၄၃ - vingt-trois

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° ᡣ𐭩 . ° .

Dejando el palito de madera con el cual anteriormente agarró un dulce cuadrito de durazno, relamió sus labios al alzar su vista al rostro contrario, llevándose la grata y tímida sonrisa de su amigo frente a él.

Con una mirada atenta, a sus ojitos.

ㅡ Eh... s-sí, hace calor.

ㅡ ¿Quieres venir? ㅡ extendió su mano hacia él, esperando por primers vez el tomarla entre las suyas, luego de aquel último toque.

Accediendo, posicionó suavemente la palma sobre la suya, tocando a superficie la suavidad que ocacionó una pequeña electricidad en sus dedos, ansiosos por más.

Dirigiéndose hacia las piedritas en las orillas, con cuidado guió su caminar hasta que la punta de sus pies tocaron el agua, refrescantes ante el tacto del líquido cristalino que moldeaba alrededor mientras más dentro del río se encontraban.

Sumergidos hasta la cadera, tanto el tibio sentir de la corriente como una de las manos del mayor, tocaron gustosas de hallarse entre las contrarias.

Sumergidos un poco más, optaron por acercarse un poco más al fondo, hasta que el agua les llegase hasta la cintura, quitándoles el poquito de calor y sudor que bajaba desde sus hombros, sintiéndose mejor.

ㅡ Es lindo aquí, ¿cierto?

ㅡ Si, es muy refrescante. ㅡ sonrió, satisfecho, estremeciéndose por lo tibio del agua sintiéndose desde la tela fina de su ropa. ㅡ Me está quitando el calor.

Con otra miradita de amor, Seonghwa se acercó a él, ahora sí, lentamente despegando su mano de la otra, tomando agua entre las palmas y elevándolas, mojando el castaño y clarito cabello de su menor; este, se dejó hacer.

De un momento a otro, Seonghwa pasó de echarle agua en las hebras de su cabello, a mojarle el rostro, desparramando su mano en toda su cara con pura diversión; haciendo que empezaran a pelear juguetonamente, casi tumbándose por sumergir al otro por completo en el río.

Las risitas de ambos, tanto suaves como escandalosas, se dispersaron en la lejanía con el viento de tan sonoras que eran, estando perdidos momentáneamente en un mundo donde sólo ellos dos existían, sin nadie más que les observe.

Solo ellos, sin interrupciones.

Ambos sabían que era recíproco, que ambos se tenían unas tremendas ganas de perderse entre las miradas del otro, que querían fundirse en un abrazo tan maduro que les haga sentir la calentura de pasión por todo el pecho.

Que querían amarse incondicionalmente.

Seonghwa quería ser el del primer paso, y lo estaba logrando. Para su suerte, la atención que regalaba a su menor era bien recibida, tanto así, que sabía de antemano que probablemente tenía una oportunidad de conquistarlo. Porque, vamos, se habían besado antes y jamás se negó ante ello, eso era una pequeña prueba de que tal vez, si lo intentaba, podría conseguirlo.

Ya un poco más calmados, rojos de tanto carcajearse, las pequeñas risitas cansadas se hicieron presentes con pudor, resaltando lo felices y cómodos que se encontraban allí.

Moviéndose un poquito a mirar los peces en la orilla junto a las piedritas, recogiendo pétalos para pegarlos en el negro cabello de Seonghwa tímidamente, y dándose una que otra miradita demostrando el cariñito presumido que demostraban ambos, volvieron a sumergirse un poco por allí, conversando.

ㅡ No comprendo como no conocía este lugar, debiste haberme invitado antes. ㅡ habló Kim luego de sumergirse dentro del fresco agua con su nariz tapada por dos de sus dedos, arreglando su cabello hacia atrás, contento. ㅡ Gracias por traerme.

ㅡ Te dije, te gustaría. ㅡ le recordó, nadando detenidamente hacia él con una expresión certera, sacandole otra de las bonitas risitas que personalmente adoraba escuchar.

ㅡ Por cierto, ¿cómo encontraste este lugar?

Acercándose a Kim, se recompuso.

Pidiendo permiso con su mirada para tomarle una vez más de las manos, al aceptar, le encaminó hasta otro punto un poquito más hondo del río, justo al lado de la pequeña caída de agua que resbalaba en forma de cascaditas que naturalmente se posicionaban allí, sentando a Hongjoong en una de las piedras.

Donde el agua les llegaba unos pocos centímetros más arriba de la cintura, y él quedando frente al contrario, a su altura.

ㅡ Ah, este lugar, es muy especial para mí. ㅡ mencionó de pronto, sobando el cabellito mojado de su acompañante, quien, gustoso, se acercó un poco más a su cuerpo queriendo contacto, pero al no querer incomodarle, se limitó a verle las preciosas y varoniles facciones que tanto le estaban atrayendo.

ㅡ De hecho, justo ahora... tiene algo nuevo que me encanta. ㅡ prosiguió. Con sus toques suaves, empezó a bajar hacia las mejillas rojitas de Hongjoong, acariciando con sus largos dedos la bonita piel del rostro, mirándole con una expresión melancólica.

ㅡ ¿Qué es? ㅡ mencionó Hongjoong, despacito, hablando con él como si fuera un secretito entre ambos.

ㅡ Algo muy lindo frente a mis ojos. ㅡ confesó, aproximándose lento ㅡ Más bien, es alguien... muy hermoso.

Con la punta de la nariz, casi rozando la suya, giró un poco su rostro hacia el costado, desviándose, con los oscuros orbes azuláceos fijados en estar cerrados, mentalizando su objetivo.

ㅡ Que me hace perder el control... ㅡ siguió, tentativo. Sus labios, a pocos milímetros, querían sobarse, jurando que una vez pegados a los contrarios, ya no habría vuelta atrás. ㅡ Alguien quien me gusta, y puedo decir que... me gusta con todo mi corazón.

Esperando alguna clase de impulso del castañito, tan cerquita y sin moverse, se quedó. A esto, Hongjoong le entendió, dando paso a uno de los besitos más sinceros que le pudo haber ofrecido y construido desde que le conoció.

Un toque tan sutil, tan sincero, de labios gruesos con sabor a frutas, que adoró en todo el sentido de la palabra.

Moldeando y conquistándole más y más, algo que Hongjoong jamás habría conocido si no fuera por él, por su atrayente color arándano que poseían sus ojos.

¿Así se sentía la princesa junto a su príncipe azul?

Tal vez, ambos estén destinados a estar juntos.

° ᡣ𐭩 . ° .

parte dos.

yo los quiero mucho
a mis dos muchachitos <3

con amor,
- kor ⚘️

Hacia ti - ၄၃ - seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora