Epílogo

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Dos semanas habían pasado desde el terrible ataque de Davina. Seren se había encargado de contarle todo lo que había sucedido cuando estuvo inconsciente y cada vez que recordaba la historia no podía evitar que los pelos se le pusieran de punta. Su mente era muy buena para generar escenas y algunas noches, el rostro de la mujer que pensó que era su mejor amiga, todavía aparecía en sus sueños como un fantasma pálido hecho de niebla.

Amara contemplaba el cielo naranja sobre el bosque pensando en lo que diría en una presentación acerca de sus libros. Había recibido un correo electrónico de su editora diciendo que alrededor de quinientos lectores se reunirían en la Biblioteca Nacional solo para verla. Sonrió ante la idea de ese evento mientras las copas de los árboles se mecían como un mar tranquilo y verdoso. Estaba tomando un descanso de su sesión de escritura y se quedó con la vista fija en el exterior. Había puesto punto final a un capítulo de su libro nuevo. El atardecer se pintó en el firmamento con tonos pasteles que le generaban cierta calma. Esteban llegaría pronto para organizar la cena. Habían invitado a los hermanos Svensen a compartir la noche del viernes con ellos. Amara creyó que se les estaba volviendo una tradición. Su amigo y Finn eran una pareja y no lo ocultaban a nadie. El vampiro se dejaba ver con frecuencia en la aldea central llamando la atención de los ciudadanos. Esteban había logrado sacarlo del bosque. A su modo eran felices y Amara se alegraba por ellos. Seren había dejado de ser una mocosa arrogante y se estaba convirtiendo en una buena amiga. Era como cualquier otra chica de esa edad. Solo que tenía colmillos y bebía sangre cuando lo necesitaba. Lo único que no hacía con ella era salir a trotar porque siempre la dejaba atrás y era imposible seguirle el ritmo.

Por último, pero en el lugar más importante de todos, estaba Viggo. Él la había visitado cada noche desde el ataque para asegurarse de que estuviera bien. Algunas veces, cuando se demoraba en aparecer detrás del cristal de su puerta trasera, su corazón palpitaba con fuerza y miedo, pensando en que él cumpliría con la promesa de alejarse de ella. Pero no lo había hecho. Se había quedado y le había contado muchas historias acerca de su pasado y la vida en la aldea de Escandinavia. En varias ocasiones Amara lo descubrió viendo al bosque con la mirada llena de preocupación, como si el fantasma de Davina pudiera aparecer para acecharla. La Guardia Roja era una organización muy cerrada y reservada. Todavía no tenían noticias del juicio de Davina, pero los verdugos no fallaban. Viggo estaba seguro de que su cabeza rodaría por el suelo.

Algunos días, cuando levantaba la mirada del teclado, lo descubría merodeando la cabaña rodeado por luciérnagas. Entre tantos cuentos que él tenía, le contó acerca de la posibilidad de una cura para el vampirismo. Amara se alegró de que existiera una pizca de esperanza para ellos. En ese poco tiempo que llevaba de conocerlos sin máscaras, se había dado cuenta de que solo eran vampiros porque los habían condenado a serlo. Era una condena de sangre lo que les había tocado vivir y no habían tenido otra opción.

Amara no sabía definir qué era lo que tenían con Viggo. Compartían sus noches con charlas y comidas más algunos abrazos en el sofá antes de quedarse dormidos. Pero más tarde en la cena, con todos hablando y riendo en su patio trasero bajo las lámparas de luz blanca sobre sus cabezas, pensó que podía ser arriesgada, que ella también podía ser como los personajes de sus novelas y tener una vida interesante y llena de aventura si se lo permitía. Los ojos grises de Viggo, que no habían dejado de verla durante toda la noche, le recordaron que al menos ya había dado un paso en la dirección correcta. Cuando los demás se fueran y se quedaran a solas con las estrellas adornando el cielo, Amara iba a darle ese beso que tanto había estado ansiando darle esas dos últimas semanas. Iba a permitirle a Viggo Svensen entrar a su corazón. Le daría la bienvenida a su vida.


CONTINUA EN LEGADO DE SANGRE [ESCARLATA #2]

Condena de sangre [Escarlata #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora