CHAPTER 20; The beginning of the end

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Beatrix

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Beatrix

Estos últimos días fueron igual de escandalosos que Isaac cuando no toma su café en las mañanas.

Sí, así de mal estaban las cosas.

Por primera vez desde que llegué al campamento todas las cabañas compartíamos algo en común, la sorpresa y el pánico al enterarnos que Jackson era hijo de poseidón.

Nunca había visto a un niño prohibido antes, Percy era el primero de su clase que conocía, no era muy diferente a los demás, era carismático y divertido, un niño en su máxima expresión.

La cabeza me dolía de tanto pensar en lo que me había dicho, alguien iba a traicionarlo y traicionarlo a él hijo de uno de los tres grandes significaba traicionar al campamento, a todos nosotros. Me preguntaba, una y otra vez quien podría ser, si lo pensaba bien todos aquí tenían razones para traicionar al olimpo, pero el valor para hacerlo era esencial y aunque todos los semidioses eran valientes y fuertes, nadie nunca querría enfrentarse a zeus, al menos no en este siglo.

El silencio en el comedor era abrumador, nadie decía nada, ni siquiera las hijas de afrodita o las cazadoras de artemisa, nadie. El silencio me gustaba, pero cuando te acostumbras al ruido y a las risas dejar de escucharlas de un día para el otro se vuelve raro.

Mire a mi alrededor, solo habían cuatro mesas ocupadas y una de esas era la mía, en ella estabamos mis hermanos, Clarisse, Silena, Luke, Chris y yo, ninguno de nosotros tampoco decía nada, todos estabamos con el semblante serio, cada uno en su propio mundo.

—Oigan, ellos van a lograrlo —dije, asegurándome que las demás mesas puedan escucharme— Van a volver con el rayo y todo esto pasará.

- Más les vale, porque si no lo hacen todos corremos peligro, los humanos, nuestras familias, todos - dijo Jasper convirtiendo sus manos en puños.

No dije nada, no tenía que, pues aunque las palabras de mi hermano habían sido bruscas, él tenía razón, la última vez que los dioses pelearon la segunda guerra mundial ocurrió, y eso había sido una tragedia para todos, incluso para los que no fueron afectados.

El tiempo parecía pasar lento, como si buscara torturarnos de alguna forma, ya estaba atardeciendo, en cualquier momento el sol bajaría completamente y todos iríamos a dormir, para mañana empezar otro torturoso día. Estaba junto a Luke en la playa, tenía mi cabeza recostada en su hombro y ambos mirabamos hacía el atardecer, en otras circunstancias esta habría sido una cita perfecta, pero hoy no, no con mis pensamientos apoderandose de mi.

Quería que los chicos estén bien, que en donde sea que estén se encuentren sanos y salvos, tal vez pedía demasiado, pero realmente no importaba.

—Van a lograrlo, ¿no? —pregunté, Luke me miró de reojo y recostó su cabeza sobre la mía.

—Lo harán, tranquila —dijo dándome un casto beso en la frente.

Eso me tranquilizo, pues escuchar que alguien más tenía fe de que iban a lograrlo fue un alivio, pero eso no fue suficiente, porque aún tenía las palabras de Jackson grabadas en mi mente.

Era una punzada en el pecho, mirar a mi alrededor y dudar de todos era sofocante, y mucho más lo era al saber que Percy y yo eramos los únicos que sabían.

Una idea se cruzó por mi mente, y aunque sabía que debía ignorarla y respetar la confianza que Percy me tenía, no pude evitarla. Miré de reojo a Luke, quién seguía con la vista en el atardecer, hipnotizado por lo que veía, pensativo. Parpadeé varias veces y con cuidado levanté mi cabeza de su hombro sin dejar de verlo.

Él volteó, me sostuvo la mirada y quedamos así por un momento, sin ambos decir nada, hasta que no aguante y hablé.

- Van a traicionar a Percy - dije.

Su semblante cambió, paso de ser uno sereno y tranquilo a uno preocupado y confundido.

- ¿Qué? - preguntó con el ceño fruncido.

—Van a traicionar a Percy —repetí— El oráculo se lo dijo, y él me lo dijo a mí, eso era de lo que estábamos hablando ayer.

Luke volvió su vista al lugar de antes, soltó un suspiro, paso su mano por su rostro y luego volvió su vista a mí.

—¿Tienes idea de quién puede ser? —preguntó.

—No, no lo sé —respondí cabizbaja, apenada al no tener sospechosos. Luke asintió.

—¿Quién más lo sabe?

—Nadie, solo tú, yo y Percy — respondí.

- Debe mantenerse así - murmuró con voz dura y firme, eso me desconcertó.

—¿Qué? —fruncí el ceño— Tenía pensado contárselo a Quirón o al señor D.

- No - dijo con el mismo tono de antes - Si se trata de un traidor puede ser cualquiera, incluyendo a Quirón y al señor D.

—Pero, ¿crees que ellos son capaz de hacerlo?

—Si hades puede revelarse contra zeus, ¿porque no Quirón y Dionisio? —su pregunta hizo que tragase nerviosa, de alguna forma lo que decía Luke tenía sentido.

- Tienes razón - murmuré apretando los labios.

- Nadie más tiene que saber. Si le decimos a todo el mundo, el traidor podría enterarse y usar eso a su favor - dijo Luke, seguro de lo que decía.

—¿Y qué hay de mis hermanos? —pregunté en un hilo de voz, la idea de que uno de ellos sea el traidor me provocó nauseas, mareos.

Luke negó.

—Todos son sospechosos.

Y que ingenua fuí, porque eso me hizo dudar de mis propios hermanos.

𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐋𝐄𝐒𝐒, Luke Castellan | EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora