Capítulo 29

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Las carcajadas de Miriam llegan hasta mí, que camino varios pasos por detrás y me alegro de que se esté divirtiendo tanto

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Las carcajadas de Miriam llegan hasta mí, que camino varios pasos por detrás y me alegro de que se esté divirtiendo tanto. A su lado Merche, prima de Iván y Koldo, le están contando alguna anécdota con grandes aspavientos y ella no puede parar de reír.

—Se llevan bien —Iván parece contento de que así sea.

—Gracias por invitarnos a quedar con vosotros. Lo cierto es que ninguna de las dos andamos muy sobradas de amigos y está genial quedar con más gente.

Me da un pequeño toque hombro con hombro.

—Siempre que quieras.

Seguimos andando en silencio, sin forzar una conversación por el simple hecho de hacerlo y agradezco que no se empeñe en hablar de cualquier tontería, como por ejemplo, el tiempo. Odio esos intercambios de frases sin relevancia solo para no permanecer callados...

Merche se da la vuelta de golpe y nos señala a ambos.

—¿Vamos a tomar algo a La brasa? Algo de picoteo...

—¿No has tenido suficiente con las palomitas del cine? —protesta Koldo—. ¡Te has comido casi todo el cubo tú sola!

—Parece mentira que no me conozcas. ¡Eso para mí es solo un aperitivo!

Iván nos lanza una mirada a Miriam y a mí. Yo al menos no tengo nada que objetar.

—¿Vamos entonces?

Mi amiga asiente y tomamos la calle que lleva al paseo. Apenas unos minutos y ya estamos en el local. Es lo bastante tarde como para que ya no haya gente cenando, pero aun así, el local está a rebosar de personas dispuestas a alargar la noche con algo de picoteo y bebida. Iván se adelanta y nos hace señas cuando un camarero le indica una mesa libre en la terraza. Tomamos asiento y mientras el resto revisan la carta, yo lanzo un vistazo a mi alrededor con interés. Justo veo pasar a Leo hacia otra mesa y al regresar le hago un gesto con la mano. Él me sonríe de vuelta sin embargo, no puede evitar fijarse en quienes me acompañan. Respiro aliviada cuando veo que no se detiene y espero que se quede al margen.

—¿Qué quieres tomar? —me pregunta Merche que está tomando nota mental de todo.

—Una coca cola —respondo mientras sigo escrutando a mi alrededor. Ni siquiera sé sí Alec tiene este turno, pero no puedo evitar buscarle.

El camarero se acerca y apunta todo el pedido, en cuanto se aleja Koldo dice:

—La próxima película tiene que ser comedia ¿de acuerdo gente? Me niego a ver otra de terror.

Iván le lanza un cacahuete y este lo pilla al vuelo.

—La de hoy no era de terror... tú te asustas con cualquier cosa.

—Ahora contamos con dos personas más para votar —insiste—. No os vais a salir Merche y tú con la vuestra.

Ella le da un empujón con el culo.

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