Mommy Issues [Ran, Rindou. H]

Capitulo 8

_Yuka_

Mientras cosía el vestido que iba a presentar no paraba de pinchar me el dedo, el beso que me había dado con Rindou me tenía muy distraída, más aún, sentía una pequeña incomodidad en mi entrepierna, mis hormonas se habían alborotado con un solo beso.

Emma ya había traído un botiquín por los pequeños pinchones que me e estado haciendo debido a las agujas.

— señorita Kinewa, si está nerviosa puede tomar su tiempo, podemos prepararle un té de yerbas, mientras trata de relajarse

— sí, muchas gracias, Emma toma un descanso

Le entregué un poco de dinero para que salga a comprar algo y luego volviera.
Pasó un leve tiempo y una de las muchachas que trabajaban ahí me traía el té con un par de galletas en una bandeja muy fina.

El tiempo paso y al terminar fui a dejar a Emma al dojo y luego fui al departamento de Ran y Rindou, mis nervios con cada paso que daba aumentaban, no tenía el valor para mirar a Rindou a la cara después de lo sucedido, pero no me quedaba de otra.

Sabía a la perfección en que estaban metidos, pero no me importaba mucho, sabía que a su cuidado mi niña estaría a salvó.

Al subir al ascensor los minutos se me hacían eternos, con cada minuto no paraba de mirar la hora desde mi teléfono, hasta que por fin llegué a su piso. Al tocar el timbre dude mucho en tocarlo o no, pero tenía que ser una mujer responsable, tenía una hija y un simple adolescente no iba a colocarme nerviosa.

El primero en abrirme fue Ran, agradecía completamente que no haya sido el menor que me abriera, pero en cuanto mi vista se fijó en lo que llevaba puesto empecé a sentir como mi rostro ardía.

— lamento la fachada en la que me encuentras Yuka, Rin se quedó dormido mirando televisión con Shina

— entiendo, deben estar plácidamente dormidos...

El de trenzas me dejó pasar, me invitó a pasar a la cocina a tomar un poco de café para que le diga como me había ido, en cada momento que se movía preparando la cafetera no dejaba de mirar su fina espalda, Ran no era tan tonificado como Rindou, el era de una piel más clara y delgado, pero aún con eso tenía sus marcas bien puestas.

Lo que más me gustaba de este chico, era de lo atento y encantador que suele ser siempre conmigo y con mi hermosa niña. Siempre me atrajo los hermosos ojos color violeta que tienen ambos hermanos.

— Ran te habían dicho lo lindo que eres...

El de trenzas levanto el rostro rojo, me miro fijamente, agacho la cabeza sonriente y viro sus orbes violetas hacia otro lado de la cocina.

— Es muy agradable que esas palabras vengan de ti Yuka...

— Ran perdóname, hace un par de horas...

Dude en decirle la verdad o no, después de todo Rindou era y es su hermanito menor, siempre lo va a querer y proteger, ante todo, quizás quiera alejarlo de una vieja verde como yo.

— Adelante dilo Yuka

— Va a sonar que soy una vieja verde de lo peor, pero yo...

— Lo sé

Lo mire de reojo con los ojos como platos, Rindou le conto, seguramente lo hizo.

— Sé que se besaron, lo se muy bien porque no se a lavado los labios, si lo vas a ver siguen manchados de tu labial

Tape mi rostro que estaba rojísimo, me daba mucha vergüenza hablar acerca de lo sucedido, antes hablaba de la forma más transparente con él, mientras el que solía aconsejarme con respecto al amor que tenia con Shinichiro era Rindou.

Ran se largo a reír un momento, se levanto de las bancas que tenia el gran mesón y se acerco a mi tomando mi rostro con ambas manos para que lo logre mirar.

— Yuka, así como Rindou y yo nos contamos todo...

Lo mire fijamente a sus orbes violetas, aquellos orbes me miraban fijamente, con todo el amor y deseo del mundo.

— También lo compartimos todo

A la par de segundos ya tenia los finos labios del de trenzas estampados con los míos, un rato más empecé a jugar con sus labios, moviéndolos a la par de los míos. Ya me había besado con ambos hermanos, fácilmente deduje que ambos nunca tuvieron novia, ya que ambos solo me seguían el beso y nunca lo empezaban a continuar.

Ya no aguantaba el hecho de complicarme al estar con cualquier hombre, ninguno era igual a Shinichiro o igual de atentos que ambos hermanos, sabía que en este mundo no iba a existir nadie como mi difunto peli negro, un verdadero amor, un novio amoroso, atento con cada detalle, no alcanzo a conocer a su hija, pero cuando estaba embarazada se notaba a kilómetros que iba a ser un padre ejemplar.

Mientras tanto ambos hermanos, cada uno tenia lo suyo, Ran era atento, amoroso con mi niña y conmigo, encantador como un príncipe y muy, pero muy detallista, mientras tanto esta Rindou, siempre detallista cada que se acuerda, pero siempre se hacía llamar la atención para que lo mire como lo hice horas atrás.

Durante el tiempo que nos estuvimos besando Ran bajo sus grandes manos por mi cintura, baje del asiento, pero al bajarme el de trenzas me elevo colocando mis piernas alrededor de su cintura y volvió a besarme, coloque mis manos en sus hombros sintiendo toda su pálida piel.

Me acomodo encima del mesón y dio unos últimos piquitos para luego soltar mis labios.

— Yuka, ¿no te molesta esto?

— El estar contigo y con Rindou...

— Si...

Dude un poco nuevamente, acariciando sus hombros con mis pulgares.

— Es muy nuevo para mí, toda mi vida solo fue Shin...

— Para nosotros igual, Yuka, yo te amo desde que empezamos a conocernos... desde que era un simple mocoso que apenas sabía dividir

Me largue a reír ante sus palabras, aun recordaba lo mucho que me solía pedir ayuda con sus tareas.

— Yuka, Rin y yo nos vamos a entregar a ti... completamente a ti...

Lo mire de reojo, no entendía completamente sus palabras. Coloco su rostro sobre mi cuello y empezó a besarlo de apoco.

— Rindou y yo somos vírgenes... tu nos puedes enseñar todo lo que sabes...