Mommy Issues [Ran, Rindou. H]

Capitulo 11

_Ran_

Al llegar al hospital atendieron de inmediato a Shina por el hecho de que se trataba de una bebé de un año y medio, Yuka se largo a llorar por su niña mientras Rindou la abrazaba, también estaba mal mi hermano, lo notaba por la reacción en sus brazos, estaban temblando.

Me senté al lado de ambos mientras frotaba mi cabeza con las manos, estaba nervioso y asustado por la pequeña niña que se había vuelto parte de mi familia, era mi hija esa niña, Rindou y yo estábamos siendo su figura paterna y en un par de instantes descuidados la podíamos perder.

Pasaron un par de horas, estábamos esperando algún doctor o enfermera, Yuka permanecía recostada en el hombro de Rindou mientras este la abrazaba, yo colocaba mi mano en su pierna acariciándola, solo quería que ella estuviera bien.

Las horas parecían eternas hasta que apareció un doctor con un par de papeles.

— Familiares de Shina Kinewa

— Aquí!

Yuka se levanto de inmediato de donde estaba, mientras nosotros la seguimos esperando respuestas.

— Muy bien señora, tuvimos que hacerle un lavado de estómago y colocarle suero

— ¿Qué tenía en su estómago?

— Tal parece que le dieron una droga, tiene muy buenas defensas, al ser otro niño... su hija ya no estaría aquí

— Muchas gracias...

— Dígame ¿aun la amamanta?

— S-si

Yuka hablo un poco apenada, sabíamos que quería destetar la hace un tiempo, pero no ha podido.

— En un rato más puede entrar para alimentarla, con aquel lavado debería despertar con hambre

Fue un tremendo alivio saber que no le hizo nada, después de la pelea contra Toman, le diré a Rindou salir de Tenjiku, si no le importo matar a su hermana, tampoco le importo intentar acabar con la vida de un bebé, su única excusa sería "no son de mi sangre".

Yuka no quiso esperar más y fue a la habitación en donde debía encontrarse Shina, no pudimos con la tentación de acompañarla para ver a la pequeña. Shina se encontraba durmiendo, estaba muy pálida, nos dolió verla en ese estado, con un brazo conectado a una bolsa de suero, Yuka se acerco al cuerpo de la pequeña y tomo su mano, haciéndole cariño en la frente moviendo su pelo azabache a un lado.

Seguramente después de esto Yuka no volvería a salir del departamento por un tiempo y no se separaría de Shina después de esto.

Mi instinto hizo que me acerque a la pequeña y bese su frente, le tenía mucho amor a esta niña como para dejarla de lado, era mi sueño entero, al igual que Shinichiro estuvimos presente durante el embarazo, le dimos de todo a Yuka, si se le antojaba algo o quería un vestido que no podía comprar, se lo dábamos.

— gracias...

Hablo Yuka mirándonos.

— Si ustedes no hubieran llegado mi niña ya estubiera muerta...

Rindou también se acercó, no decía nada, tampoco sabía que decir al respecto. Pasamos el tiempo en el hospital hasta que le dieron de alta a Shina, actualmente su departamento no era el lugar más seguro por lo que se quedarían un tiempo en nuestro departamento.

Yuka los siguientes días estuvo muy al pendiente de Shina, había quedado muy débil por lo sucedido que no podía ni gatear en la cama de Rindou. Estábamos los tres sentados en la cama mirando a la pequeña peli negra quien ya comía de mejor forma.

— mami, papi Ran, papi Rin...

La pequeña dejo de comer y tomo el peluche de motocicleta, abrió el cierre de aquel peluche y metió su pequeña mano sacando una fotografía, para mostrarle a Yuka.

— papi! ví

Rindou y yo no entendimos nada a lo que se quería referir, simplemente nos impacto el hecho de que tenía una imagen de Shinichiro en ese peluche.

— viste a papá Shina... ¿Estuvo contigo?

— si, upa... Hizo mucho cariño

Yuka dejo a un lado el plato con con comida y a se acerco a abrazar a Shina mientras que en sus rosadas mejillas caían una que otra lagrima, miraba detalladamente la foto del pelinegro quien a este punto ya tendría unos 24 años y felizmente casado con ella.

Salimos del cuarto y fuimos a la cocina, teníamos hambre así que tocó cocinar nos por mientras Yuka dejaba durmiendo a Shina.

— Ran...

— ¿Qué pasa Rindou?

— ¿Tu crees que Yuka nos ame?

Quedé en silencio, esa pregunta era muy buena ante los sentimientos que nos ha demostrado Yuka.

— nos ama... Pero no como amo a Shinichiro Sano

No quería desanimar a Rindou por eso, pero es la dura realidad, de estar Shinichiro vivo ella nunca hubiera pensado estar viviendo con nosotros o aceptar un mínimo beso de alguno.

Cuando ya Shina logro dormirse Yuka apareció en la cocina en silencio, como si hubiera escuchado nuestra pequeña conversación, era un silencio triste a decir verdad, Rindou ayudaba a Yuka a colocar la mesa y preparar jugo mientras yo aún preparaba el arroz con un pequeño bistec y ensalada.

Mientras seguíamos comiendo note la prisa de Rindou, algo pensaba hacer o solo lo imaginaba.

— Gracias, voy a salir disculpen, el ambiente esta algo desanimado y no me gusta

— ¿iras de fiesta? Rindou

— Si, llegare un poco tarde

— Ve con cuidado Rin

Rindou sonrió y beso a Yuka en los labios tomando ambas mejillas de ella, por unos momentos pensé que lo abofetearía o algo por detener aquel beso, pero no paso nada, es más Rindou salió sonriente a buscar su ropa para luego salir del departamento dejándome con Yuka.

Cuando Rindou salió hubo un leve silencio incomodo entre nosotros, solo se escuchaba el ruido de los cubiertos en la mesa.

— Yuka, me gustaría saber...

Incline la cabeza, sentía algo de vergüenza con lo que iba a preguntar, sus orbes castaños estaban flechados en mí, esperaba la pregunta que le iba a hacer, pero no me siento muy preparado como para preguntar. Ella noto mi estado, sentí como se acercaba y se sentaba a mi lado.

— Ran, puedes preguntarme lo que sea...

Coloco su mano en mi mejilla obligándome a verla, no pude evitar poner mi mirada en sus labios, yo también deseaba un beso de ella, el sabor de su boca era realmente sabroso y quería probarlo de nuevo.

— ¿tu aceptarías salir con los dos? Con Rindou y conmigo...

— Si... lo único que me queda son ustedes... ustedes están siendo los padres de mi hija...

No dije nada más, era la respuesta que esperaba y solo deseaba tocar sus hermosos y carnosos labios.