Mommy Issues [Ran, Rindou. H]

Capitulo 19

_Yuka_

Mientras preparaba la lonchera a Shina y ella tomaba desayuno, en una esquina del mesón se encontraba la señora Haitani bebiendo café y viendo una revista de diseñadores en donde claramente salgo yo y mis diseños junto a los de Mitsuya que, aunque sea mi pupilo en muy poco tiempo tomo fama.

— ¿en qué trabajas? Yuka

— Soy diseñadora

— Eso es lo que estoy viendo, tienes bellos diseños, ¿Por qué no has probado ser modelo?

Su pregunta fue una enorme sorpresa, hace un par de días solo me quería lejos de su hijo mayor y ahora le interesa mi trabajo.

— No he hecho ninguna prueba, el hecho de tener unos pedidos muy específicos, el cuidar de mi hija y tener un pupilo me ocupa bastante tiempo

— Yuka, quiero serte sincera en varias cosas

Al terminar la lonchera de Shina y meterla a su mochila junto a un cambio de prendas, tomé a Shina para que fuera a ver televisión antes de ir al jardín, cerré la puerta de la cocina para luego tomar asiento frente a ella y ver que era lo que quería.

— ¿Qué piensa decirme?

— Te hago un contrato de modelo, te harán pruebas y si lo logras

Tomo un tiempo para beber un sorbo de su café y volver a mirarme.

— Te alejaras de mis hijos...

— ¿Qué?

— Ambos están enamorados de ti desde que te conocieron y no me parece la verdad, eres una mujer mayor que ellos, prácticamente al salir tanto con su padre yo no estaba presente y eras tu quien se encargaba de ellos

— Lo sé, pero ¿A qué le teme ahora?

— Que suceda algo entre los tres, Ran prontamente será mayor de edad y le estamos buscando una prometida con la que junte las empresas de su padre y la de la señorita

Mi pecho se apretó, no me estaba sintiendo nada bien con todo lo que me estaba diciendo, no los quería lejos, han sido unos amores conmigo y con mi niña, que sinceramente los amo, yo solo quiero una vida con ambos hermanos, me arrepiento tanto de haberme operado y no poder dar les hijos a ninguno.

— Últimamente han estado muy rebeldes

— Lo sé... estuve presente en ello

— Yuka, pasaste tu vida muy corta, enviudaste y tuviste a tu hija, tienes trabajo y yo quiero mejorarte la vida, tanto de tu hija como la tuya, pero a cambio aléjate de mis hijos

— Señora Haitani, no me alejare ni de Ran ni de Rindou, usted misma lo dijo, tengo una hija y ella va primero, Ran y Rindou ya tienen su vida

— Te doy un tiempo para que lo pienses mejor

— ¡No! No tengo que pensar nada señora, yo ya tengo mi vida como los muchachos, no se entrometa por favor

Con lo que me dijo no me dio apetito de desayunar, llame a Shina para irnos estábamos llegando tarde gracias a esa bruja. Durante el camino llamaba a Manjiro para ver si podíamos estar en su casa durante un par de días, como estaba yendo el paso con esa señora no íbamos a durar ni un solo día mas sobre el mismo techo.

Luego de dejar a Shina fui a mi tienda en donde según yo esperaba ver en la puerta a Mitsuya, pero me aviso que no iría debido a que tenía horario de club durante la mañana.

Al entrar y encender el calefactor comencé a ver los últimos vestidos y prendas que tenía terminadas de hace unos días para poner en vitrina y esperar a que me las retiren. Como no tenía ningún otro pedido o algunas ganas de diseñar o dibujar algo me puse a ordenar unos papeles en mi escritorio, tenía que ordenar unas cuentas y ver un par de gastos, pero eso se termino debido a que sonó la pequeña campanilla de la puerta avisándome que había entrado alguien a la tienda, me levante de la silla para asomarme de quien se trataba.

— Buenos días, ¿Qué necesita?

Me levante y acomode mi cabello para observar a un hombre unos centímetros más alto que yo, tenía el cabello de mechones violetas y amarillos, vestía de un suéter blanco y pantalones negros anchos, el tipo se me hizo curioso debido a que, siempre venía gente elegante o muy arreglada a ver mi trabajo y pedir algún tipo de prenda.

— Busco a alguien

En cuanto se volteó no pude evitar sonreír, era Wakasa, hace ya mas de cuatro años no lo veía, había desaparecido y ni Shinichiro sabía a donde que lo dimos por muerto. Fui corriendo a abrazarlo, era uno de mis amigos más cercanos junto a Shinichiro.

— Ha pasado ya mucho tiempo, Yuka

— Si... tanto ¿Qué te sucedió?

— Pues... después de meterme en tantas peleas la policía ya me estaba buscando por cierta penalidad

Lo quede mirando por varios segundos, no le creía de cierto modo, pero me alegraba tanto volver a verlo. Mientras estuvo en mi tienda le ofrecí a que tomara asiento y un poco de té con varios panecillos, después de todo ambos no habíamos tomado desayuno y antes de venir había comprado los panecillos.

Durante el poco tiempo que estuvimos hablando le conté respecto a los Haitani y a mi pequeña Shina, le mostré las fotografías que tenía de ella, me dijo que tenía mi mismo rostro, pero a la misma vez era idéntica a Shinichiro con su pelo negro y lacio junto a sus ojitos finos y del mismo color.

Mientras conversábamos pasaba una que otra muchacha preguntando el precio de los ejemplares que estaban en vitrina y luego de saberlo se iban apenadas, lo que hacia que ambos termináramos riéndonos. Wakasa se fue y al poco tiempo llego Ran con un tulipán rojo y unos chocolates.

— ¿era un cliente nuevo?

— No, un viejo amigo... ¿no tienes clases en un par de horas más?

— Estoy sin profesores, ya sabes, enfermedades

Mientras ordenaba y limpiaba los platos y tazas que había utilizado con Wakasa, sentía la mirada de Ran clavada en mi trasero, sabía perfectamente en lo que íbamos a terminar, pero tenía que contarle lo que paso horas atrás con su madre.

— Ran, tengo que contarte algo, una propuesta que me hizo tu madre a cambio de alejarme de ustedes

Como lo espere su reacción no fue la mejor.

— N-no, no aceptaste ¿verdad?

— Ran, ¿Cómo iba a aceptar?

Me acerque en donde estaba el sentado, tome suavemente su rostro, pero el me tomo por la cintura y coloco su cabeza en mi abdomen, igual como solía hacerlo en mi embarazo.

— Yuka mi amor, si tu aceptabas yo era capaz de tirarme por la terraza...

— Ran no digas eso, tu fácilmente podías conseguirte a alguien más...

— Pero nadie sería tan especial como tú, si tu no estás yo me muero...

Bese su cabeza y acaricie, el amor que me tenía Ran era tan inmenso que me hacía sentir que no lo merecía.