Capítulo 25.

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POR OTRO LADO.

—¿Cómo es eso de que nada salió como estaba planeado? —lo enfrentó el hombre de pelo negro.

—Lo-lo siento, es que esa chica es muy fuerte, pero prometo señor que pronto nos desharemos de ella.

—¡Es que no quiero que la maten a ella específicamente! quiero la cabeza de Frank. O te apuras, o sera la tuya la que pondré de adorno encima de mi chimenea.

—No, espere, yo sólo cumplo con las ordenes que usted da.

—¡Pero mal, idiota! muy mal. Y yo no tengo paciencia, si no obtengo respuestas, más te vale ir cabando tu propia tumba. Porque te desaparezco, Rigoberto, te juro que te desaparezco.

°°°

—Lo siento, Engfa. Por como mi guardaespaldas te habló ayer —se disculpó Freen, colocándose justo frente a la otra, la cual le sonrió para traquiliarle.

—No te preocupes, pero ¿no te parece obvia?

Freen la miró sin entender, —No te entiendo.

—Eso. Que estaba celosa.

Freen abrió y cerró la boca. ¿Celosa, Becky? se preguntó. Pero si le negó en la cara que no, que no estaba celosa y encima de eso también le dejó muy en claro que su miedo era mucho más grande que sus deseos. Y si algo tenía Freen, era palabra; era cierto, no volvería a rogarle a Becky.

—No —Freen rió con nervios—. Para nada, es mi guarda...

—¿Y? —Engfa agitó la mano—. Si crees que me molestaré por ello estás equivocada Freen. Sé que... bueno, de esa manera no te gusto, me besaste sólo para probar algo.

Freen la miró sin poder todavía procesar las palabras de Engfa.

—¡No, Engfa! yo... tú me gustas, o no sé si se pueda decir así, pero lo que quiero contigo no es un chiste ni mucho menos un experimento -dijo, rehusándose. Aunque Freen en el fondo sentía que sí, que la utilizó para un experimento.

—Podemos ser amigas.

Freen bufó, —Nosotras no seremos amigas, Engfa. Yo no te quiero como una amiga.

La tomó de las mejillas y la besó, en todo el pasillo con no solo Friend mirándolas, sino también media universidad. Se escuchan los murmullos de la gente y también se sentían los flashes. Era una total primicia que Freen Sarocha este besando a Engfa, la chica que la ha mirado desde la sombras desde que tenía memoria. Pero sinceramente a Freen eso no le importaba.

Y era extraño; ella se sentía otra persona, desde que Becky llegó a su vida había empezado a tener más vergüenza sobre las cosas, no sólo eso sino que le importaba más los sentimientos de la persona, se preocupaba por estupideces, de como se veía su pelo, de como estaba su ropa aunque sea la mas sencilla. Freen sí, es cierto que siempre había sido cuidado con aquello, pero ahora lo era más que nunca.

Y el rechazo de Becky no hizo más que abrirle los ojos. Se dijo a sí misma que no valía rogarle a una persona que no quería lo mismo que ella, y era la primera vez que lo hacía, así como también la última.

Se separó de los labios de Engfa muy lentamente, ambas sonrieron en ese acto.

—¿Ves? Me interesas, te lo estoy demostrando —Engfa tomó a Freen de la mano y la sacó de ahí, metiéndose con ella a la biblioteca y eligiendo un lugar en el cual no hubiese nadie—. ¿Te molestó?

—No, en realidad me gustó mucho. Sólo que quiero pedirte.

—¿Qué?

—Quiero mi primera vez contigo —la quijada de Freen cayó al suelo, estaba patidifusa, jamás creyó que eso llegaría tan rápido—. Mis padres se irán de viaje por dos días, la casa quedará a mi cargo, no hago fiestas, no tengo casi amigos, y... ¿serías mi primera vez?

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐒 𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora