Capítulo 40.

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Maratón 5/6

BECKY.

Freen y yo veíamos una película en la televisión de mi habitación, ambas parecíamos estar distraídas pendientes a lo que pasaría, pero en realidad no había entendido ni siquiera el comienzo de la película por mirarla a ella; sólo podía quedarme hipnotizada con la maravillosa vista que tenía de ella.

Esta tenía su cabeza en mi pecho, y trazaba círculos sobre mis tatuajes, no sabía exactamente si estaba viendo la televisión. Pero ahora mismo solo quería quedarme así, nada más. Sin problemas, sin pensar que pasaría si alguien se llegara a enterar o las consecuencias que habrían.

Sólo quería permanecer con ella, así como si estuvieras en un mar, uno muy grande donde nos tuviéramos que quedar en una isla; ella y yo.

Mi tiempo con Freen no era mucho, por lo mismo tanto quería saber como vivirlo, y tenía en cuenta de que pronto tendría que decirle la verdad.

El silencio entre nosotras era comodo, tierno y Pacífico. De esos silencios que no quieres que acaben; de esos que dicen más que las mil palabras.

—¿Que tanto piensas? —pregunté, pasando mi mano por su cabello.

—En ti —susurró, para luego soltar un suspiro—. ¿Que significan tus tatuajes?

—Casi ninguno tiene significado.

—El primero que te hiciste, ¿Cuál fue? —se recostó de su codo para así ver mi rostro y posar su mano sobre mi estómago.

—Este —señalé a un barco velero que estaba en mi muñeca.

—¿Tiene algún significado?

—Tenía cincuenta dólares en el bolsillos, un amigo me lo hizo por diez; no pude decir que no —Freen rió—. Que hermosa eres —delinee su nariz—. Muy hermosa.

Cerró sus ojos, —¿Te harías mas tatuajes?

—Sí —me acomodé en la cama—. Puede que pronto, ¿quieres uno?

Asintió, —Me han llamado siempre la atención.

—Vale, seré quien te vea hacer tu primer tatuaje, peque —la traje hacia mí e hice que sus labios besaran los míos—. ¿Tienes algun poción mágica? no puede ser que seas tan perfecta.

—Tonta —golpeó mi brazo—. ¿Qué es lo que más te apasiona? que digas: "Esto lo haría para el resto de mi vida".

Tomé la mano de Freen, y la entrelacé con la mía.

—Cuidarte, ser tu ángel y no dejar que nada malo te pase —besé el dorso de aquella—. ¿Y tú?

—Pues... me gustaría pintarte.

—¿A mí?

Se mordió el labio, timida, —Pues sí.

—Está bien, déjame y busco... —me iba a parar, pero esta me detuvo.

—En tu cuerpo, Becky.

—¿Cómo es eso?

—Sí, quiero hacerlo en tu cuerpo, quiero hacer arte en él. Mira, tienes este espacio —toqué el costado, donde estaban las costillas—. Está perfecto para hacer un dibujo, lentamente, trazado con marcador.

Sonreí de lado. Me daba felicidad verla actuar con tanta confianza, porque sí, era cierto que Freen siempre fue una chica con mucha autoestima, pero no era la misma de antes. Esta había cambiado, desde hace rato lo vengo notando; y me gustaba, definidamente me gustaba. Estiré mi mano y tomé un marcador, se lo tendí y esta lo tomó, quitando la tapa con la boca y subiéndose sobre mí.

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐒 𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora