𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐒 𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘

Capítulo 36.

Maratón 1/6

Para mí era toda una sorpresa haber por fin conocido a la mamá de Freen, nunca me esperé encontrarla, es que por mí mente no pasaba esa idea tan loca; sí, sabía que estaba viva, pero creí que me tomaría más tiempo. Cuando estuve frente aquella mujer, en una habitación casi vacía, con sólo un mueble, varios libreros y una televisión que estaba sobre la chimenea.

Nada más, despúes todo eran paredes blancas, un gran ventanal con una cortina de seda, esta volaba por la brisa que entraba por aquella ventana. Me quedé casi que en medio del lugar, Amanda miraba cada uno de mis movimientos, como si en realidad estuviera analizándome.

Nop y Nita se habían quedado con Adela, yo era la unica que estaba en este salon, y más que sentirme intimidada, era una sensación muy extraña, la cual no sabía como explicar.

—¿No te quieres sentar? —preguntó, pero el tono en su voz era ¿atrevido? ¿Coqueto? tal vez.

—No, gracias —esta se dirigió a una pequeña mesa que había ahí, tenía bebidas, se sirvió un poco en un vaso de cristal y se lo llevó a los labios, en todo eso, no apartó ni una sola vez sus ojos de los míos—. Aquí no vine a ser su amiga.

Sonrió, —No esperaba que lo fueras, Rebecca.

—Sabe mi nombre, y debe saber muchas cosas más.

—No te equivocas, sé todo sobre todos, empezando por ti —
—tomó una pausa —. Nadie diría que la mismísima chica que enamoró a mi hija hasta convertirla en una mujer que no pudiera estar con otra persona que no fuese ella, es la misma que va a apuñalear a su padre por la espalda, y la que trabajó para el FBI, mal ahí, Becky—se burló.

—No entiende la relación que mantuvimos Freen y yo, no se meta.

—No, claro que me meto, estamos hablando de mi hija —optó por poner una postura más dominante —. Y no quiero que pase por lo mismo que pasé yo, por eso te quiero lejos de ella.

—Enserio, ¿usted también?

—Creo que por esa parte si apoyo a Frank, no eres para mi hija.

—¿Y quién sí lo es? —
—la encaré —. Estoy harta de que quieran decidir por mí, Freen no es una niña.

—Freen no sabe lo que eres.

—¿Qué es lo que les afecta en realidad? ¿Que su hija estuvo conmigo?

—Yo te conozco, sé que eres peligrosa, trabajas para el FBI.

—Trabajaba, en pasado, ya no más. ¿Y usted con William?

—No te metas en mi vida.

—¡Y usted no se meta en la mía, estamos en las mismas! —
—me pasé las manos por la barbilla—. Y usted también quiere destruir a su esposo.

—Exesposo, mas respeto —rabió-
—. Frank y yo terminamos hace tiempo.

—Lo mío con Freen no era un juego, vale, puede que al principio no iba tan en serio...

—Sólo es sexual. Freen se encaprichó contigo, en cuanto te tenga...

—Ya me tuvo —revelé—. Y yo la tuve a ella, Amanda. Créeme que no se trata más sobre eso. Pero algo que no entiendo, ¿por qué me has intentado matar todas esas veces?

—¿De qué hablas?

—Cuando mandaste a que me cortaran los cables del coche con Rigoberto.

—¿De qué carajos hablas? ¿Cómo hare eso si ibas con mi hija en el coche?