Capítulo 41.

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Maratón 6/6

NARRADOR OMNISCIENTE.

—Exijo saber a donde me llevarás, y ¿por qué no fuimos en tu motocicleta? —se cruzó de brazos la morena. Esta se encontraba intrigada, después que compartieron el pastel con los amigos de la castaña, esta misma le había pedido de por favor que se pusiera la ropa que le había traído Friend.

Freen no entendía nada, estaba ansiosa, preocupada y nerviosa. Lo ansiosa porque moría por saber que le tenía Becky, lo nerviosa porque era una chica que aunque amaba las sorpresas, no podía aguantar cuando alguien le decía que era algo para ver después y que no le podían decir y lo preocupada, era por las palabras de Friend.

Aquella la tomó del brazo y se la llevó a un apartado donde ni Becky ni los demás pudieran escuchar; y obvio le dijo que Frank estaba preguntando por ella, y que la estaba buscando pero que después de un rato, decidió decirle a todos que no lo hicieran más. Contando a Friend, que le dijo que no tenía ni la más mínima idea, lo cual era una total mentira.

Pero que Frank ya no estaba buscándola porque al tal parecer sí sabía donde estaba Freen; y por esa misma razón Freen ya no podía ni sonreír sin tener un gran peso de culpa, porque si le pasaba algo a Becky, toda su vida estaría lamentándose. Odió por un momento el haberla buscado, pero los momentos que estaba pasando junto a la mayor eran inolvidables, y no quería dejarlos ir.

—Porque no, Sarocha, ¿se te olvido que no te gustaba? —la miró de reojo, ya que no podía despegar la vista de la carretera.

—Sí, pero ya no —se estiró sólo un poco por el cinturon de seguridad. Dejó un beso en la mejilla de Becky-. Eres perfecta.

—Lo sé —se encogió de hombros Becky.

Freen la empujó, —Oye, se supone que tienes que decir que aquí la perfecta soy yo.

—Eso sería mentir, y no, Sarocha, yo no miento.

—Ay, ajá —rodó los ojos—. Oye, ¿no me dirás?

—Dejaría de ser sorpresa —dobló una curva—. Deja de ser tan curiosa.

—Dime, por favor —hizo un puchero.

Becky solo sonrió y siguió conduciendo.

Freen no lo decía en voz alta, pero tenía miedo, mucho miedo. Su padre siempre mataba todo aquello que un día le brindó felcidad; y no quería que pasara lo mismo con Becky, ya lo que sentía por ella no se parecía en nada a lo que algún día sintió por Billy, ya no había rastros de caprichos. Quería un futuro con Becky.

Sí, uno muy largo, quizá no tanto porque no sabía hasta donde llegarían pero disfrutaría el tiempo a su lado. E impidiría que le hicieran daño, así como Becky lo impidió varias veces, ya no quería que se fuera de su lado, lo que comenzó con "Odio" se terminó convirtiendo en amor, y uno muy fuerte.

—Llegamos —Becky bajó del coche y fue corriendo a abrirle la puerta a Freen —. Bajé usted, mi señorita.

Freen la miró con los ojos entrecerrados, y se encontró más raro que solo estaban en un parque, nada más, uno en el que habían muchas bicicletas, niños corriendo. Era un muy lindo parque, decorado con hermosas flores las cuales colgaban de los arboles. Freen sonrió con ternura. Becky la tomó de la mano y besó su dorso con amor.

—Vamos a montar bicicletas —señaló al hombre que las alquilaba.

Freen abrió los ojos, —No.

—¿No?

—No, no sé hacerlo.

—¿No sabes montar bicicleta? me estás tomando el pelo —Freen negó—. ¿Por qué?

𝐂𝐔𝐈𝐃𝐀𝐃𝐎 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐒 𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 || 𝐅𝐑𝐄𝐄𝐍𝐁𝐄𝐂𝐊𝐘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora