Capítulo 12

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Me desperté a las 5:30 AM y vi que Peter no estaba a mi lado, él ya estaba cambiado y preparando café en mi cocina, lo espié y luego me fui a dar una ducha, al entrar al baño me encontré con que los espejos estaban empañados... se bañó en mi casa.
-Buenas...-lo saludé tímida después de estar lista- te diste el tupé de usar mi ducha
-Y tu cama-agregó "picante" me miró divertido y nerviosa me reí- mi intención no era incomodarte..-se arrepintió al segundo y negué con la cabeza, solté un suspiro-¿no te molesté?
-Yo me presté para eso... y...-hice una pausa, me quedé pensativa- no quiero... no quiero que se repita.. aunque no puedo garantizar que no se repita, porque últimamente todo lo que planifico me sale para el culo-me reí de mis desgracias- pero no quiero que te desubiques en la oficina.. ni frente a mis amigos... y
-Ni hace falta que me lo pidas... sé bien quien sos, bueno, realmente no... no te conozco tan en profundidad.. a Lali persona, pero sé que Lali es mi jefa, y que hay sólo un uno por ciento de chances de que esto se repita-su mirada desesperanzada me dejó desconcertada... nunca... nunca una persona se tuvo tan poca fe, y eso me conmovió, sobretodo porque parecía realmente querer conocerme- ya lo sé
Peter me dio una taza con café y tomó de la suya, lo tomé por la barbilla para que me mire a los ojos y los suyos brillaron.
-Sos tan... tan..-lindo, me tragué esa palabra y cambié lo que iba a decirle- amable, y... considerado... y respetuoso... pero por momentos te gusta ser picante.. y tenes con qué ser picante-lo halagué y las mejillas de Peter se pusieron rosadas- pero lo mejor es que esto quede entre estas cuatro paredes, y me alegra que tengas en claro quién soy... y sí, hay un uno por ciento de que pueda repetirse, pero por lo menos hay algo de porcentaje-suspiré e intenté volverme seria- y tenemos que hacer lo posible pata que no ocurra nada, nunca más.. ¿OK?-lo fulminé con la mirada.
Lo vi asentir con la cabeza y agacharla cómo un sumiso... ¡¿sumiso?! En eso me vi identificada, con mi ex yo era la sumisa, la que quería conformar.
-A lo que voy-volví a hablar- es que tampoco es que no hay un uno por ciento, ese uno por ciento EXISTE y no siempre se respeta-Peter elevó sus cejas sin entenderme, cuando la realidad era que yo no me entendía ni a mi- lo que quiero explicar, y explicarte es que me siento identificada... toda mi vida fui la que no hace lo que quiere por conformar al resto, la vez que quise "volar" por mi propia cuenta no recibí el apoyo que quería y de la persona a la que apreciaba.. ¡pero "volé"! ¡Y ahora soy exitosa! Y si bien esta bueno ser medido tampoco SUMISO-aclaré- y si tenes deseos... y si sabes que hay una mínima chance de ser correspondido...-el nerviosismo me aceleró la respiración-  a veces no está mal ser impulsivo
La carita de desconcierto de Peter me dio ternura, él no sabía que hacer, que decir.
Me reí de mi misma, estaba siendo patética.
-Hay que ir a la oficina, yo.. ya estoy-cambié de tema- nos.. nos vemos ahí, y hacemos como que nada pasó, ¿OK?-volví a preguntarle y él asintió con la cabeza.
-OK-repitió.
Agarré mi cartera después de terminar mi café y salí de mi casa, Peter salió de mi casa luciendo la camisa más "moderna" que le elegí el día anterior.
Nos encontramos en la empresa ya cuando había más gente.
-Buen día Juan Pedro-le hablé al cruzármelo en la cocina de las oficinas- ¿café?
-Amo el café... ¡hoy por la mañana tomé uno riquísimo! Lastima que olvidé anotar la marca-me habló en el oído mientras se acercaba a mi lado para agarrar el café que hice-gracias
-Este era mío genio-me molesté- no sé que café habrás tomado bien temprano por la mañana, pero yo tengo uno que es italiano traído de Italia por mi mejor amiga Candela, a lo mejor su novio Andrés tiene alguna bolsa que no vaya a tomar-me hice la disimulada y Peter soltó una carcajada.
-Voy a preguntarle-me miró de reojo y sus malditos ojos brillaron, ese brillito pícaro y divertido era encantador.
-Preguntale a él, no a mi-le sonreí y le di la espalda, estaba por salir de la cocina y me acorde la taza de sus manos- éste café es mío, me lo hice para mi, vos preparate el tuyo a tu antojo
Escuché una carcajada y besó fugazmente mi mejilla, ese acto impulsivo me hizo sonreír internamente.

Prohibido, ¿enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora