Capítulo 20

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Cuando llegó el Lunes "vomité" todo lo que me pasó en estos últimos días, me senté frente a mi terapeuta Natalia.
-Cogí con Peter, el ex compañero del colegio de Andrés, otra vez-le aclaré lo que seguramente ya sabía- y pasa.. y sigue pasando.. y no puedo parar, no puedo resistirme.. es fastidioso, cabrón y en el fondo me agrada porque yo también soy media cabrona
Natalia elevó sus cejas atenta y se cruzó de brazos.
-¿No estarás enamorándote?
-NO.... ¡Todavía tengo un duelo por hacer!-me reí irónica-¡¿enamorarme si todavía no hice un duelo?!
-Podes enamorarte sin antes haber hecho un duelo... por eso a veces arrancar una relación nueva es complicado, no fluye de entrada... no del todo, en el medio pueden surgir malos entendidos.. por eso, lo más "sano" es antes resolver los asuntos de uno-¿acaso me advirtió?
No sé porqué me sentí tocada.
-No... no va a pasar-hice una pausa- pero en el hipotético caso de que sí intente seguir experimentando con esto de...-¿porqué me costaba tanto sincerarme con respecto a lo que estaba pasándome?- seguir haciendo cositas con él.. y un día me pongo a escuchar que es de su vida... que me cuente quienes son sus mejores amigos o historia...-me reí ahora del nerviosismo- eso no significaría nada, me refiero a que amigos hombres si puedo tener
-¿Podes?-Natalia me sonrió y me quedé "tiesa".
-Supongo que sí... tengo a Gastón.. y... pero Gastón es gay... y yo hasta.. hace un mes era lesbiana, soy lesbiana-entré en un estado de confusión absoluto, porque decía algo y me auto contradecía, Natalia soltó un suspiro y me pidió que la escuche.
-Estas MUY mareada... este hombre te gusta, y tu ex te gustaba... no hay nada de malo en eso
-¡Y lo sé!-me crucé de piernas y de brazos- me agrada este chabón, este Peter me agrada... y el otro día me dijo algo que no me gustó, pero que es real, él me conoce más a mi que yo a él... y en parte es porque no me permito conocerlo, porque no quiero involucrarme de manera muy profunda.. pero.. creo que estoy jodida-admití-ya sabe mucho de mi.. y puede llegar a usarlo en mi contra
-¿Cómo?-Natalia me miró extrañada.
-Puedo hacerme la amiga de Juan Pedro, así me aseguro el que nunca me traicione-mi razonamiento me pareció un muy buen razonamiento, Natalia negó con la cabeza no aprobándolo.
-No es una buena idea Mariana, si él se llega a enterar que sos su "amiga" solo por conveniencia va a caerle mal-me miró firme.
-Solo estoy cuidándome, preservándome para no volver a sufrir.. supongo que él me entendería-solté un suspiro- pero todavía no estoy segura de eso.. tal vez las cosas son mucho más sencillas de lo que creo
Natalia elevó sus cejas y asintió con la cabeza.
-Primero tenes que aclarar tu mente.. lo que realmente está pasándote, no sea cosa que te lastimes y que lastimes-me advirtió nuevamente.
Me quedé pensativa porque Natalia me lo dijo DOS veces, y ella podía llegar a tener razón.
Le pagué y antes de irme directamente a mi empresa pasé por una panadería y compré una docena y media de facturas.
-¡Hola!-pasé por cada uno de los escritorios ofreciendo las facturas- ¡no es mi cumpleaños pero me compré algo para compartir entre todos! ¡Tengo el mejor equipo del mundo!
Sorprendidos mis empleados fueron agradeciéndome al agarrar medias lunas.
-¿Cómo estas Luna?¿tuviste suerte el finde congeniando para intimar con alguien?-miré a Luna que se atragantó mientras comía la factura-¡intimar de indagar en la vida de un otro! Tenes una muy linda vibra-MENTIRA.
-Sí.. uno siempre conoce gente.. sola pero nunca mal acompañada-se sinceró- gracias por preguntar
-Nunca sos de preguntar..-María observó, le sonreí, y me reí.
-Es que ahora quiero conocer un poquito más de todos ustedes.. ya trabajamos hace bastante todos juntos, y solo sé lo que pusieron en sus currículum-inventé una excusa boluda.
-Yo bailo pole dance-Malena me sonrió y después le sonrió a otra persona, me volteé y miré hacia el mismo lado, ahí estaba Juan Pedro, con dos cafés en sus manos-hola Peter
-Así que pole dance.. es el baile del caño, ¿no?-se acercó y Malena asintió, ella estaba por agarrar el café que tenía Peter en la mano pero fui más rápida y se lo saqué yo.
-¡Gracias por haberme traído un latte! Ahora te pago en mi oficina, es con vainilla, ¿no?-cambié de tema abruptamente y Peter desconcertado asintió- un gusto conocer un poco más de tu vida-le sonreí una última vez a Malena que me sonrió solamente porque es cordial, yo me comporté de una manera chota e infantil, "robándole" posiblemente el café que era para ella.
-Lali-Peter arrancó la conversación cuando nos encerramos en mi oficina-¡¿porqué hiciste lo que hiciste Lali?!-me "retó".
-Porque el Viernes pasado te pedí que hoy Lunes me compres un café que iba a pagártelo-busqué en el cajón de mi escritorio un sobre con dinero y saqué algo, se lo di a Peter que no extendió su brazo, no me lo aceptó- es tuyo
-El café iba a dárselo a Male porque el Domingo fue su cumple, ¡pero es obvio que no lo sabías porque no sabes nada de nadie!-Peter elevó sus cejas.
-¿Acaso pretendes que vuelva a la oficina de ella y le devuelva el café que pensabas darle?-elevé mi cejas y lo miré desafiante.
-Sí-me confrontó- no dice Lali, dice Male..-me señaló la etiqueta escrita.
-UPS-mordí mis labios y le di un sorbo importante al café, después se lo di a Peter- ahora podes dárselo
-Lali-Peter me llamó y dejó el vaso sobre mi escritorio- no te entiendo... intento entenderte.. pero de golpe tuviste una regresión y te volviste una nena de quince.. te jode todo lo que hago, me pones constantemente en situaciones raras que..
Me abalancé sobre él y lo agarré de su camisa, lo acerqué y lo besé con pasión, Peter rápidamente rodeó mi cintura con sus brazos.
-Quedamos en que en horario laboral no iba a pasar nada de esto...-me lo recordó haciéndose el "correcto" y me reí.
Que boluda, ¿porque me estaba costando seguir mis propias reglas?
-Porque...-tomé aire y me quedé pensativa, suspiré- me jode en el bocho que haya cosas que no las hagas por y para mi... creerás que soy una malcriada que no banca ser el centro de atención, ¡pero te juro que no se trata de eso!-lo miré a los ojos sin apartarme-hay algo que me jode.. me jode..
-Que me quieran "levantar" otras mujeres lindas-me sonrió y se me cagó de risa en la cara.
Intenté poner distancia poniendo una mano mía sobre su pecho y no pude empujarlo, porque el guacho acercó su cara a la mía y me dejó un besito en el cuello, me miró a los ojos y de manera profunda, al nivel de intimidarme y hacerme reír.
-No...-últimamente la palabra que yo más me decía era "no".
-¡No podes ir por la vida negando absolutamente todo!-me llamó la atención y se le formó una sonrisita canchera- me gustas.. lo sabes.. y te gusta que guste de vos.. y vos también gustas de mi, ¡admitilo Mariana!
-Me gusta tu compañía y el buen sexo que tengo con vos-fui cortante.
-¡Así que te gusta el buen sexo conmigo!-"celebró" de manera interna, yo sola podía ver las ridiculeces infantiles que hacía delante de mi, Peter me puso su trompa para que lo bese... y lo dudé- ¿alguna vez te hiciste la loca en la oficina?-me miró con picardía, negué con la cabeza rápidamente!
-¡Y no va a haber una primera vez!-fingir demencia de entrada podía ser LA clave.
Él me rodeó con sus brazos ahora de manera protectora y rozó su nariz con la mía sin apartarse.
-Lo sé... te conozco.. y creo conocerte tanto que me atrevería a decirte que este es tu límite de roce personal dentro de un ámbito laboral-Peter me miró coqueto y me reí.
-Estas en lo correcto...-acerqué mi mano a su pelo y comencé a acomodárselo- está largo.. más crecido..
-¿Queres que me lo corte?-Peter se puso a buscar una tijera y solté una carcajada, le di un golpecito en la mano.
-Me gusta así.. rebelde... -de golpe mi mirada se fue a su boca- me gusta besarte.. me gusta... nuestros encuentros y desencuentros..-hablé con la verdad- y... ¿tendrías una salida conmigo? Mañana por la noche... podemos tomar unas copitas de vino, preparar un buen risotto-fui armando un plan de la nada misma-hacer un plancito chill
-¿Seguro que no tenes fiebre?-me jodió y me reí.
-Sos un idiota... y ya te dije, hay oportunidades que son una sola vez en la vida-le hice ojitos para ver si me funcionaba como a las demás idiotas.
-Y eso aplica para vos también Mariana, hay oportunidades-se señaló y elevó sus cejas- que también se dan una sola vez en la vida...
Rocé mi nariz con la suya tratando de controlarme porque nuestra cercanía me agradaba demasiado, y su dulzura casi que me embriagaba como a una borracha.
-No te creas que podes leerme la cara y los pensamientos-dejé un besito fugaz en una de sus mejillas.
La carita de sorprendido de Peter me enterneció el interior.
-Odio... odio el hecho de que me caigas bien y nos caigamos bien-suspiré cabreada y Peter me hizo caras coquetas, graciosas y patéticas a la vez, en el mismo día- sos un desgraciado
-Yo diría que en realidad soy un agraciado-elevó sus cejas coqueto y dejó otro beso en mi cuello.
Me quedé abrazándolo mientras recibí en su cuello un beso tras otro.
-Listo-le hablé en un jadeo- basta Peter... no ahora-revolucionada me reí.
Él apoyó su frente sobre la mía y me sonrió.
-¿Vas a pagarme el café entonces?-me boludeó y agarré el fajo de plata, me acerqué a su cuerpo y se lo puse dentro del bolsillo trasero de su pantalón, le di una llamadita en el culo y sorprendido me hizo caritas.
-LISTO-mordí mis labios y lo vi apartarse- nos vemos Peter
-Nos vemos bipolar celosa
-Nos vemos hombre me creo mil-le respondí en modo infantil y Peter soltó una carcajada.
-¡¿Porqué me gustas tanto?!-todo molesto Peter me tomó del brazo y tiró de éste para acercarme a él para unir sus labios con los míos.
Amoldándole a su cuerpo me quedé besándolo de manera intensa hasta que la puerta se abrió abruptamente y Eugenia se quedó con la boca entreabierta.
-Sabía que tenían química pero no que TANTO-elevó sus cejas, me miró a mi y después a Peter, mientras se cruzó de brazos, acto seguido sonrió con una sonrisa burlona, una que decía "te lo dije".
-Vos.. shhhh, a nadie-la acusé señalándola con uno de los dedos de mi mano.
-¡Lo sé mamita! ¡Sigan con la clandestinidad!-besó mi mejilla y después la de Peter- portate bien con ella... aunque la verdad, la persona que tiene que portarse bien ella, ya que es muy cabeza dura-ahora lo miró a él.
Peter asintió y se le escapó una risa.
-Lo ando notando.. el que es cabeza dura-el tarado me hizo "toc toc" con su mano de manera suave en la cabeza y me reí, no pude evitar sonreírle divertida.
-Evidentemente son parecidos, medio tarados-Eugenia se rió de nosotros y nos saludó con la mano mientras se despedía- y Peter-ahora le habló directamente a él- Lali tiene un ropero enorme cómo el de El Diario de la Princesa que todavía no conociste, ahí nunca nadie entra... si estas de suerte y ella se anima a seguir rompiendo reglas puede llegar a mostrártelo-agregó de manera picante.
Peter me miró de reojo y me reí nerviosa.
-TE VAS-le señalé a Eugenia la puerta.
Mi amiga se fue y otra vez me quedé a solas a Peter.
-¿Es verdad que tenes un ropero grande y oculto?-elevó sus cejas.
-¡Está inventando Peter!-lo negué desesperada, porque era real, tenía un lugar al que solo yo solía acceder.
-OK.. hagamos cómo que te creo-me besó la frente y me sonrió antes de irse- me voy.. cualquier cosa me escribís o tocas la puerta, y Lali, le debes un café a Male
-¿Y si cree que yo soy la que se la quiere levantar?-comencé a joder.
-Vamos a tener una batalla campal para ganar su atención-Peter me miró desafiante.
-Pero a mi no me gusta ella..
-¿Nada?-Peter elevó sus cejas, se quedó expectante a mi respuesta.
-¿A vos te atrae ella?-contra ataqué.
-Es una muy linda mujer... pero no la conozco tanto cómo te conozco a vos..-me hizo ojitos y me agarró cierto calor.
-Ok... eso dice información de sobra, que no quería oír-me reí al elegir demencia.
Le pedí a Peter que se retire y al quedarme sola no pude evitar sonreír.
Tomé del café que estaba en la mesa y lo escupí, era café solo y fuerte, sin leche o crema, y sin endulzante.. definitivamente yo no era la dueña de ese café, pero cómo soy orgullosa lo corté con leche que le agregué a parte y me paseé por todas las oficinas con mi vaso descartable, terminándome a la fuerza el café sabor mierda, y mirando de cerca el que estaban haciendo los integrantes de mi equipo creativo.

Prohibido, ¿enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora