Capítulo 31

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Al día siguiente amanecí más tranquila, cómo si me hubiese sacado de encima un peso enorme, algo que me sofocaba.
Peter me preparó el desayuno y me lo trajo en la cama.
-Me quedaría comiendo de manera tranquila, pero tengo que apurarme para dar el ejemplo y llegar temprano a las oficinas-le hablé mientras masticaba una tostada con dulce de arándanos-esta buenísimo este dulce, nunca lo había probado
-Yo me desperté tempranito para traerte cosas nuevas y ricas-Peter me sonrió con una sonrisa chiquita y adorable- y entiendo a lo que vas, podes guardarte el resto de las tostadas en un recipiente y las comes allá
-Es que lo lindo es hacerlo acá.. y todavía en pijama-lo miré de reojo- pero soy la jefa, así que vámonos, me preparo y nos vamos
-Cómo jefa podrías permitirte un día hacer lo que se te canta la gana-Peter intentó que yo elija el camino "malo" y me reí.
-No Juan Pedro, soy una persona responsable, y vos también deberías serlo-le lancé una breve mirada seria y me puse de pie-voy a bañarme y prepararme-anuncié y él asintió con la cabeza comprensivo.
Me di una ducha y después me cambié en el baño, apoyé mi mano sobre mi abdomen tratando de imaginarme cómo me vería con el correr del tiempo, rara.. seguro me vería rara.
Mis ojos se me llenaron de lágrimas y me reí sola, y cómo una estúpida.
Aparté mis lágrimas y me maquillé.
-Estoy lista-le dije a Peter y vi que había guardado las tostadas en un envase, él me miró de arriba hacia abajo-¿qué?
-Nada de otro mundo... vos viéndote hermosa-sus ojos se achinaron y me sonrió, mis mejillas se sonrojaron y me sentí una idiota, ¡mi cuerpo estaba traicionándome otra vez!- igual.. vos sos algo de otro mundo, ¡tampoco minimicemos el asunto!-me halagó coqueteándome y me reí nerviosa.
-¿Nos vamos?-cambié de tema al sentirme intimidad, Peter asintió con la cabeza.
Hice algo que hasta ahora nunca había hecho.. el manejar con Peter hasta mi empresa, él cómo mi acompañante, era algo nuevo.
El nerviosismo me hizo decirle que se espere unos quince minutos antes de entrar, y otra vez me sentí mal por estar ocultándolo de mi realidad.. Peter no es mi novio, pero es el papá de mi bebé, y voy a tener que darle un lugar importante en mi vida, porque ya es importante.. me importa.
Saludé a María, después al resto de los trabajadores, pasé por la cocina en la que me preparé un té y al salir de ahí lo vi a Peter hablando con Malena animadamente.
Mis ojos al parecer actuaron cómo rayos laser, porque Peter me vio y se apartó de Malena, ella le tocó el hombro coqueta y por poco me late la vena de la frente.
Pasé por al lado de ellos y me hice la idiota, me "tropecé" y mi té cayó sobre la blusa de Malena.
-¡Ayyy perdón! ¡Me tropecé!-hice mala cara- yo creo que tengo ropa para prestarte, mil dis-le pedí disculpas a Malena que hizo cómo si nada hubiese pasado, claramente, no me puteó porque yo era su jefa.
-No pasa nada, los accidentes suceden-Malena suspiró- y te acepto algo para arriba..
-Ahí te traigo algo-di media vuelta para irme a mi oficina.
No terminé de abrir mi armario que Peter me apareció por atrás, me sobresalté al asustarme y lo puteé.
-¡La puta madre!-salté molesta-¡Peter avisá que entras!
-¿Me parece o antes me hiciste una escenita de celos?-elevó sus cejas y se le formó una pequeña sonrisa.
-No.. y en el hipotético caso de que fuera algo así, estamos a mano, vos me hiciste una escena de esas en la clínica-le sonreí con sarcasmo y le di golpecitos suaves sobre su hombro- ahora, dejame que tengo que buscar una blusa para Malena
Ingresé a mi armario y Peter entro conmigo, me tomó del brazo y me hizo girar, quedamos apegados y elevé mis cejas.
-Andá a lo tuyo, a tus asuntos-le di una palmadita en el pecho.
-Vos sos un asunto mío-me sonrió son su sonrisa seductora y abrí ampliamente mis ojos sorprendida, sobretodo porque lo dijo con total segurodad.
-La fe que te tenes, ¡eh!-lo molesté y Peter me hizo ojitos con sus ojazos verdes- a lo tuyo-le di esa última orden y me lanzó un besito en el aire.
Él se alejó y al quedarme de espaldas no pude evitar sonreír, era un tarado lindo.
Elegí una blusa y se la llevé a Malena que me agradeció, le sonreí con una sonrisa genuina porque el momento de locura ya se me pasó, y volví a ser una persona no impulsiva.
Vi que María me llamó por un asunto y me acerqué.
-¿Qué pasa?
-Te llegó un paquete.. de una compra-me mostró un paquete enorme, ¿era una caja envuelta?- es el proyector nuevo que encargaste, ¿no?
Me quedé desconcertada porque aún no había comprado ningún proyector, al levantar mi mirada noté que estaba expectante a mi reacción, entonces le sonreí, fue una sorpresa breve porque estaba María conmigo.
-Te ayudo-Peter se apresuró a levantar el paquete y le seguí el paso hasta la sala de reuniones- no quiero que hagas fuerza
Cerré la puerta y lo tomé a Peter del brazo para que me preste atención.
-¡¿Estas loco?!-elevé mis cejas sorprendida- seguro gastaste una fortuna
-Cobré, así que lo primero que hice es devolver lo que me correspondía devolver... fue muy irresponsable de mi parte
Le tapé la boca con mi mano y lo miré a los ojos.
-Dije que esta vez lo iba a "dejar pasar" sólo esta vez... no tenías que gastarte todo tu sueldo en esto-seguí en shock- ey.. ¿te alcanza para pagar la luz?
-Sí Mariana-asintió con la cabeza y se acercó a mi, acarició mi pelo con una de sus manos y me acomodó un mechón detrás de mi oreja- esta vez no te preocupes.. soy una persona honesta, cometí un error y ahora lo "reparé", te instalo todo y podes estrenarlo-me miró con una pequeña sonrisa que le correspondí.
Peter leyó las instrucciones e hizo las instalaciones, cuando terminó hice una juntada con mi grupito en la sala de reuniones para hacer eso de la "novedad", les mostré en imágenes los packaging nuevos que conseguí y a mitad de precio que la vez anterior, todos me dieron ideas, Peter las anotó y antes de terminar la jornada laboral toco la puerta de mi oficina y lo dejé pasar.
-Te traje los apuntes de hoy-me dio tres papeles, los leí hasta que vi corazones con la L y la P en el centro.
-¡No podes ser más cursi porque no te da tiempo! ¡Me asquea tanto azúcar!-me quejé y Peter elevó sus cejas, se rió y me miró divertido- ¡lo hiciste a propósito! ¡¿No?!
-Para que te vayas acostumbrando a los pequeños detalles que puede tener uno cuando está hasta las manos por otro-elevó sus cejas y me intimidó, de un momento a otro terminamos enfrentados, pegados y relamí mis labios, le miré la boca y yo le miré la suya, y en un "descuido" de dos segundos ya estábamos chapando en la oficina.
No se cuando ocurrió, pero terminamos en mi armario besándonos y tocándonos cómo dos adolescentes.
-Pará-lo frenté y me reí divertida- no.. acá no..
-¿No?-me miró de una manera tan íntima y feliz que sentí a mi corazón acelerarse-¿nunca tuviste la fantasía?
-No... porque desde que me mudé nunca nadie me llamó la atención-me quedé pensativa, levanté mi mirada y los ojitos brillantes de Peter me "debilitaron"- pero.. ya no es horario laboral.. y no hay más nadie.. y..
Me besó.
Otra vez terminé tirando de su pelo mientras él me tomaba de la cintura.
Y terminamos en el suelo, pero antes, Peter agarró todos los tapados míos y los dejó ahí, procuró que no me golpeé la cabeza.
Entrelacé mis manos con la suya completamente entregada.
-Espero que ninguna ropa haya terminado dañada-me reí al terminar de experimentar un momento especial con él, me mordí los labios y te acaricié una mejilla- sos lindo.. eso no lo puedo negar.. y sos sexy.. sos divertido..
-¿Soy tu mejor partido?-me jodió y me quedé pensativa.
-Sí... aunque no lo creas sí-terminé admitiéndolo- y.. no estoy acostumbrada a nada de esto Peter, para mi es todo nuevo.. yo nunca antes..-hice una pausa porque no sabía si decirlo o no, porque iba a exponer parte de mi interior- yo.. no era la clase de persona que soy hoy... yo no era tan rígida.. tan autoritaria... la vida me hizo ser quién soy, pero antes del sufrimiento.. antes del desamor yo era más sencilla.. más soñadora.. más amorosa y demostrativa.. y era feliz así-los ojos se me llenaron de lágrimas y se me quebró la voz- y da miedo el poder llegar a volver a eso.. porque no me fue bien, para gustar tuve que transformarme en esto-me señalé auto despreciándome.
Peter se puso mal, hizo caricias en una de mis mejillas y después me tomó de la barbilla.
-Ya no sos más esa persona que aún crees ser Lali... cambiaste.. me estas contando acerca de tus debilidades.. acerca de esa Mariana Espósito que nadie conoce-me miró y asentí con la cabeza- y eso es un paso enorme hacia tu felicidad.. el volver a ser vos.. y sin miedo a no ser querida por quién sos.. a mi me gusta hasta tu versión autoritaria-elevó sus cejas y me reí- y eso ya es mucho, ¿no?-me jodió y nos reímos juntos- así te ves linda.. tu risa es linda.. y..
Agarré su cara entre mis manos y lo besé con delicadeza, nada de ser brusca, sus labios se amoldaron a los míos de la manera más dulce posible.
Cuando aparté mi cara me quedé mirándolo a los ojos, y lo supe.. Peter Lanzani me gustaba, más de lo que quiero admitir, y él merece que lo reconozca por eso, no que lo esquive, pero por el otro lado los fantasmas del pasado me persiguen, y no me dejan ser, pero ahora, durante este momento sólo soy yo, con él, soy esa mujer que puede decir con certeza que está camino a enamorarse.. pero sólo por este momento, aunque me encantaría que no sea una cosa de un solo momento.
Batallar conmigo misma va a ser jodido, y no se si voy a tener la fuerza necesaria, porque en el medio voy a tener un bebé.. pero que aprecio a Peter lo aprecio, me gusta, me da ternura.. y me da paz.
Quiero tanto el volver a enamorarme.. pero el miedo no se va, y no sé si va a llegar ese momento en el que Peter se harte de esperarme.  

Prohibido, ¿enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora