Capítulo 18

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Volví a recuperar mi auto, y como soy una persona correcta y agradecida decidí regalarle una boludez a Peter por haber facilitado el trámite.
Llegué a mi empresa un poco más tarde que lo normal, y entré a la mini oficina de Peter.
-Hola-lo saludé y él se sobresaltó porque le vine por detrás y no me vio venir, se asustó y me reí- ya tengo mi auto, esta tontería es para vos porque me diste una mano-le di una bolsa.
Peter me miró extrañado y desconfiado sacó lo que había dentro de la bolsa.
-Es lo que había en oferta-me justifiqué- se acerca San Valentín, y la caja de bombones en promoción era la del corazón-aclaré nuevamente-¡no es que te esté entregando mi corazón! ¡Nada eso! Es una "atención" por lo de mi auto
-Claro...-me miró firme y elevó sus cejas mientras me evaluaba- gracias por entregarme tu corazón-me molestó y cabreada le sonreí de manera falsa.
-No hay de qué-le di una palmadita en el hombro.
Estaba por irme y dejarlo solo cuando me agarró del brazo, me hizo señas para que me acerque a su cara y me habló al oído.
-Me debes una cita.. y ya que va a ser San Valentín quiero que sea ese día, si queres podemos jugar a la pareja feliz y reírnos de la gente
Me aparté rápidamente y molesta me crucé de brazos.
-No me hables así en horario laboral-elevé mis cejas- esperá para decirme esa clase de cosas al terminar tu jornada laboral
-¡Está bien! ¡Espero!-me respondió con su cara de cachorro Golden.

En mi oficina tuve una reunión con una de las influencer más conocidas del país, ella iba a promocionar mis productos, haciendo un vivo en sus redes sociales y después subiendo a historias lo que había utilizado, y dando un código de descuento.
-Nada que ver Mari, ¿pero quién es el hombre del lunar que me dio un café cuando llegué?-Camila me miró con una sonrisa pícara, ¡¿podía estar interesada en Peter?!
-Juan Pedro-respondí seria- mi mano derecha.. no tengo idea porqué te preparó un café si ese no es su trabajo, quién tuvo que haberte ofrecido eso es María mi secretaria y recepcionista-sonreí- ¿entonces quedamos así?-cambié de tema y me enfoqué en lo importante- ¿cuando promocionas la marca?
-El Jueves que viene, así el código de descuento es hasta el Domingo-Camila asintió con la cabeza- bueno, nos vamos hablando-me sonrió con una sonrisa chiquita y blanca blanca- ¡una última cosa!-volvió al tema anterior- no quiero pecar de desubicada.. pero tu mano derecha es un muy lindo pibe, ¿podrías pasarme su número o presentármelo?
-Su número que te lo pase él, pero sí, te lo presente-de mala gana salimos de mi oficina y le hice señas a Peter para que se acerca- Pedro ella es Camila Walldorf, Camila él es Juan Pedro
-Un gusto-Peter le regaló su sonrisa genuina y adorable.
-¿Me pasarías tu número? Por si alguna vez necesito que me asesores, Mari me comentó que sos su mano derecha, debes ser bueno, ella tiene una empresa exitosa, así que en caso de necesitarte me gustaría tenerlo-Camila le pasó su teléfono celular y Peter lo agarró en sus manos, él se agendo cómo Peter la derecha de Mari.
Mari, siempre deteste que la gente me diga Mari, no es muy difícil decirme Mariana.
Fingí demencia y sonreí, Camila me besó la mejilla a mi y a Peter, cuando se fue suspiré.
-¿No es muy cara dura de su parte?-solté cuando me quedé a solas con Peter y me puse a ordenar mi oficina-¿me haces un café?-cambié repentinamente de tema- hoy no me trajiste un latte de vainilla-le hice un absurdo reclamo- yo me lo pago, pero mañana traeme uno
-Mañana es Sábado Lali-Peter me miró divertido- y ya son las ocho de la noche, ¿extrañaste mis cafés?-me agarró del brazo consiguiendo que yo deje de caminar de un lado a otro de manera hiperactiva.
-NO-le sonreí- ¿entonces hacemos planes para San Valentín? ¡Bueno, planes NO! UN plan, uno solo-aclaré- porque seguro tenes otros planes.. llevarle personalmente tu currículum de músico que no ejerce de músico a la influencer
Y llegué demasiado lejos... la cara divertida a Peter se le borró, porque al parecer me metí con una de las cosas que más ama: la música.
Serio me soltó.
-PUEDE QUE SI-me sonrió por compromiso- que haga otros planes a lo largo de ese día...-elevó sus cejas.
Agarró su mochila que estaba en el suelo de mi oficina, ¿cuando la dejó ahí?
-No quise menos preciar tu carrera de músico..-me puse mal- es que.. tampoco te escuché tocar, o cantar..-quise cambiar de tema para esconder el hecho que me sentía mal por haber cometido un error.
-Amaría vivir de lo que estudié, pero en este país es jodido.. y tendría que tocar en la calle, tocar en las estaciones de trenes.. de subtes.. con suerte un representante puede llegar a verme y darme la oportunidad de poder tener una audición-me miró molesto- y teniendo toda la suerte del mundo de mi lado poder participar de algún disco o como músico en una obra musical
Suspiró y completamente arrepentida me abalancé para darle un abrazo que esquivó.
-No tendrías que haber renunciado a eso.. si es lo tuyo...-sonreí como pude.
-Vos nunca me escuchaste, no sabes de lo que estas hablando, y sos muy correcta y cheta cómo para ir a un bar under a escuchar música random-me la "tiró" y me angustié, Peter estaba juzgándome.
-¡¿Qué sabes vos de mi?!-le hablé molesta.
-¡Más que vos de mi seguro! ¡Pero no te interesa conocerme porque no queres encariñarte de manera sentimental!-me lo dijo en la cara, y algo se me removió en mi interior.
-¡A VER!-le hablé alto porque podía hablarle alto, porque estábamos solos-¡¿QUE TENGO QUE SABER DE VOS?!
-QUE NO SOY LA CLASE DE HOMBRE QUELEDA SUNÚMERO A CUALQUIERA-habló alto y tan acelerado que me costó entender lo que había hecho, después bajó su tono de voz- que no pongo el ojo en cualquier persona... y que realmente quiero que puedas confiar en mi... que me agradas... que siento que podemos congeniar... no solo coger-elevó sus cejas todavía serio-necesitas un amigo Lali... tal vez no un amor, tal vez no en este momento.. obvio que tenes amigas incondicionales, pero necesitas a una persona que no sea de tu círculo-esbozó una pequeña sonrisa y me hizo una caricia en una de mis mejillas- alguien con el cual poder hablar de todo
-Pero soy tu jefa-le recordé- no da que sepas mis más íntimos secretos... ¡a lo mejor los usas en mi contra!
-Podemos hacer un nuevo contrato...-me sonrió- uno parecido... para que no haya ninguna duda de que no vamos a meternos con el laburo del otro-Peter intentó mirar el lado positivo, y eso me genero un algo indescifrable- ¿lo escribís vos o yo?
-Yo-asentí-¿podes encender la impresora? Ya la apague..
-Voy-también asintió.
Encendí mi computadora y en la papelera vi el contrato anterior para Peter que había redactado en su momento.
Lo imprimí nuevamente, apagué mi compu y Peter la impresora.
Ambo lo reímos y nos miramos a los ojos.
Entonces él firmó y yo firmé, ahora teníamos un pacto.. una promesa a cumplir.
Salimos de la empresa y estaba por irme sola a mi auto.
-Lali-Peter me llamó- es Viernes... y no traje mi auto, ¿podrías alcanzarme?
Él me sonrió con su sonrisa chiquita y genuina y supe que mi Viernes iba a ser uno divertido, que no iba a llevar a Peter Lanzani a su casa, y eso pasó.
Comimos empanadas, yo en ropa interior y él solo con boxers, mientras me hablaba de uno de sus músicos favoritos y me mostraba sus videoclips.
Terminamos viendo el recital de Queen, el último de Freddie Mercury antes de morir.
Poco a poco mis ojos se me fueron cerrando, y me quedé dormida en mi cama, y aferrada a mi nueva distracción, mi nuevo... futuro amigo.

Prohibido, ¿enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora