Capítulo 50

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No se a quién de los dos le pareció una buena idea que la música que me acompañara antes de parir sea la de Peter tocando la guitarra y cantándome una canción que les compuso a nuestras bendiciones.
Llegó EL día, entré en trabajo de parto y Peter se puso la bata para entrar al quirófano conmigo, también agarró su guitarra y se acercó lo más cerca que pudo de mi, y empezó a tocar la canción inédita que nunca había escuchado.
¡Obviamente las cosas no salieron como lo planeamos!
-¡PETER! ¡NO ES MOMENTO!-lo llamé agobiada-¡SOLTÁ LA GUITARRA Y AGARRAME LA MANO AHORA MISMO!-le ordené histérica y Peter literalmente soltó la guitarra que hizo un ruido horrible, hasta a mi me dolió, pero a él no le importó, porque lo aterraba aún más mi humor bipolar, el como podía llegar a tomarme todo.
Peter me tomó de la mano y se la apreté con todas mis fuerzas mientras comenzaba a pujar, las gotas de sudor aparecieron por mi frente y me sentí acalorada, adolorida, todo junto.
La partera me repitió unas doscientas veces que hiciera fuerza, que cada vez "faltaba menos", pero esas doscientas veces fueron para mis tres bebitos, para que pudieran conocer el mundo.
Lloré al escuchar el primer llanto, llegó mi primer varoncito.
-Hola Brunito-Peter le habló con dulzura y me sentí desbordada de la emoción, no podía creer que era mío, que era nuestro.
Bruno se puso a llorar y me preocupé, pero no tuve tiempo para eso, porque nació Benicio, él si lloró de entrada, me trajeron de nuevo a Bruno y lo apoyaron sobre mi pecho mientras que las enfermeras agarraban a Benicio para revisarlo.
Se me llenaron los ojos de lágrimas y sonreí, aunque me doliera hasta el alma yo estaba feliz, ni el dolor corporal podía sacarme la felicidad.
Tuve que hacer un último esfuerzo que fue duro, llevó bastante tiempo pero nació ella, mi princesa soñada, Marianella.
Verle los ojitos a mi Mar, mi Bruno y mi Beni fue se las experiencias más lindas que alguna vez experimenté, porque me miraron con una inocencia y pureza poco común, sus ojitos me hicieron enamorarme inmediatamente... ¡justo yo! ¡Que antes me costaba demostrar amor y entregarme a éste!
Me llevaron a una habitación y esperé unos minutos hasta que me trajeron a mis bebitos.
-Te amo-Peter me besó la frente y le sonreí aún sintiendo mucho dolor.
-Te amo Pit-le respondí y mis tres bendiciones arrancaron a llorar al mismo tiempo.
Peter se rió divertido.
-AHORA PODES REIRTE-lo jodí- pero cuando cuando lloren todo el día quiero verte.. y quiero verme-elevé mis cejas.
Peter me besó con dulzura la punta de mi nariz y me sonrió, después se apartó para ayudarme con nuestros hijos, le di el pecho a los tres y fue estresante, porque al principio me costó que tomaran y me sentí frustrada.
-Lo estas haciendo bien-me animó una enfermera y me emocioné- ves.. tus bebés tienen a una gran mamá
Se me escaparon varias lagrimitas.
-Ella puede-Peter agregó- ella es una luchadora.. logra todo lo que se propone
La enfermera miró a Peter y asintió con la cabeza, nos sonrió y se alejó.
-¿Así que crees eso de mi?-lo miré sorprendida- ¿que puedo con todo lo que me propongo?
-Sí... bueno.. casi-agregó a último momento, yo lo miré curiosa- te propusiste no enamorarte de mi... y en eso "fallaste"-me jodió y me reí- y me alegra TANTO que eso haya ocurrido.. porque.. sino no estaríamos acá, no tendríamos a estos tres seres vivos maravillosos y hermosos-Peter se emocionó y me emocioné con él- y yo no sería el mismo.. porque vos me cambiaste, y para bien-asintió con la cabeza- soy mucho más sensible desde que te conocí.. y..
Le sonreí con una sonrisa enorme y él me sonrió de la misma manera.
-Toda tu calidez.. tu picardía... tu amor y cariño.. todo eso que tanto te caracteriza fue tan necesario para que llegara a este presente feliz.. y enamorada... y agradecida con la vida.. ¡no amargada porque todo me salió como no lo planeé!-jodí y Peter soltó una carcajada- muchas veces no soy consciente de lo importante que es tenerte en mi vida.. porque siento como si nos conociéramos desde siempre, como si en otra vida mis sentimientos no hubiesen dado tantas vueltas al "chocarme" con vos-me quebré en llanto de la emoción- y creo que en esas vidas fui menos jodida-nos reímos juntos- ¡y de una te lleve a mi cama!-lo hice reír y me reí- y te amé desde el principio...
-No me importa lo jodida que fuiste para mi... me la hiciste parir, pero siento que nuestra relación hoy es como es por todo lo que pasamos.. y porque evolucionamos juntos.. y acá estamos.. con tres hijos sanos... y con más aventuras por enfrentar-Peter me guiñó un ojo y le sonreí.
Mi hija Mar lloriqueó llamando mi atención y supe que iba a tener que darle la teta, por suerte Bruno y Benicio no lloraron, pero a la media hora si lo hicieron, y entendí que de ahora en más no solo iba a tener que cuidarme a mi misma, sino que a tres chiquitos que dependían al cien por ciento de mi.

Al día y medio volví a mi casita, bueno, a mi hogar dulce hogar.
Durante los primeros momentos en los que me encontré a solas cuidando a mis hijos me sentí mal, muchas veces sentía que no iba a poder con ellos, que no iba a poder ser buena madre, y me sentía egoísta cuando lo dejaba a Peter cuidándolos solo mientras yo intentaba dormir.
-Mi amor-Peter me llamó después de que duerma a Bruno, Mar y Benicio, yo salí de la habitación y me acerqué a él- hay algo que estoy notando y.. siento que tenemos que hablarlo-me miró serio y me quise morir.
-¡¿YA TE HARTÉ?!-me sentí atacada-¡PETER ESTA NO SOY YO! ¡PUEDO CAMBIAR! YA VOY A VOLVER A SER ESA PERSONA UN POCO MENOS LOCA Y CON MEJOR CUERPO, MEJOR HUMOR..-y me quebré.
Se me formó un puchero y Peter me tomó por la barbilla para que lo mire a los ojos.
-No me arrepiento de vos.. no me hartaste-me lo dejó en claro- solo quiero que hablemos de algo.. no te exijas por demás La.. sos humana.. es normal que te sientas colapsada por momentos, ¡son tres bebés! Ya con uno solo debe ser todo complicado porque es todo nuevo... vos..-Peter hizo una pausa y suspiró- nos estas sola, estamos juntos.. obvio que hay cosas que no puedo hacer que solo podes hacerlo vos, pero estamos juntos La.. no te sientas mal si me quedo despierto para que puedas dormir... son una responsabilidad mía también, y quiero estar presente para mis hijos, quiero estar presente para vos y vas a tener que dejarte ayudar, por una vez en tu vida permitite ser vulnerable-me miró a los ojos con intensidad y asentí con la cabeza entendiéndolo, entendiendo a que se refería.
Solté un suspiro aliviada.
-Creí que.. que querías.. ¿separarte?-finalicé y lo vi a Peter elevar sus cejas- que boluda, ¿no?
-Mariana-me llamó por mi nombre y me miró con una mirada profunda-¡¿con todo lo que me costo que admitas que me amas crees que querría separarme?-agarró mi cara entre sus manos y llenó mis mejillas de besos- no seas tonta.. y estas buenísima, siempre vas a estar buenísima-dejó un besito en mi frente y lo imité, le dejé un besito en su frente.
Sin dejarlo de mirar le sonreí aliviada.
-Entonces.. entonces quedamos así-asentí con la cabeza- yo me dejo ayudar y vos también te dejas ayudar.. somos compañeros.. compañeros en la vida.. y eso incluye en nuestra familia de cinco y en el trabajo.. hablando de eso-hice una pausa y me gané una mirada acusadora de Peter-¡no voy a trabajar este mes Peter! Bueno, no voy a ir a la oficina..-me auto corregí-¡pero puedo hacer cosas desde mi compu!
-Tiempo al tiempo Lali-me rodeó con sus brazos y lo abracé- no te exijas-me lo recordó.
Asentí y lo miré a los ojos, al rato terminé besándolo con intensidad, abracé su cuello con mis brazos y Peter me levanto a penas como si siguiera siendo una persona liviana.
-Te amo-se lo susurré sobre sus labios y me los besó.
-Te amo mujer-me miró la boca y me la besó.
Sonreí ante cada besito que me robaba y acto seguido se alejó para preparar la cena.
Vi a Peter prepararme una sopa bien nutritiva y amasar pan para las tostadas del desayuno del día siguiente, y así transcurrieron los días.. él estando en cada detalle y yo no dejando de ser yo misma, jodiéndolo, trabajando desde mi hogar y encargándome de mis hijos, encargándonos de nuestros hijos, porque Peter realmente es un padre presente.
-Lali-me llamó mi novio como un día cualquiera, yo dejé de trabajar y mirar mi computadora para prestarle atención a Peter- ¿me alcanzas la cajita esa?-me dijo como si nada y como yo todavía tenía la cabeza en seguir trabajando ni miré lo que me pidió que le alcanzara, lo agarré y se lo di para después volver a mirar la pantalla de mi computadora.. a los segundos me quedé procesando lo que había pasado, desconcertada levanté mi mirada y lo vi a Peter frente a mi, arrodillado y con la cajita en una de sus manos, la abrió y LO VI, un anillo hermoso y delicado.
-¡¿QUÉ?!-me reí sorprendida y le sonreí-¡¿PETER ES ENSERIO?!-solté una carcajada toda nerviosa.
-En serio..-Peter elevó sus cejas mirándome entre emocionado y nervioso- desde que te vi por primera vez ya soñaba con este momento..-tomó el anillo con una de sus manos-¿te casarías conmigo Mariana Espósito? La jefa de mi corazón-lo dijo de la manera más cursi posible y le hice la señas de que tenía nauseas y nos reímos juntos.
-Nunca... nunca soñé con esto.. y tampoco creí que iba a sucederme.. el que alguien sea lo suficientemente "valiente" para casarse con una persona como yo-elevé mis cejas coqueta-¡Lanzani vos sí que sos valiente eh!-me puse de pie y le di una palmadita en el pecho cuando se acercó a mi-quiero casarme con vos Juan Pedro.. quiero casarme con vos Peter
Yo nunca iba a dejar de maravillarme de todas las cosas que él lograba conmigo, el estar así de entregada al amor con él me volvía loca, era una caricia al alma a esa Lali que creía que nunca más iba a sentir algo así.
Asentí con la cabeza y Peter puso mi anillo en mi dedo, emocionada lo abracé por el cuello mientras lo besaba.
Él me besó con intensidad y me encendí.
-¡¿Cuanto más tenemos que esperar Peter?!-me molesté por la cuarentena y él se rió de mi poca paciencia.
-Un poquito más..-me hizo puchero y se lo besé- te amo-me lo susurró en el oído mientras me daba un abrazo, y nos quedamos así, abrazados, cerrando los ojos, disfrutando del amor, de las emociones que nos volvía vulnerables y felices.
-Te amo..-se lo dije con dulzura, miré a Peter a los ojos al apartarme de él.
Peter tomó mi barbilla para acercarme a su boca y besarme pero escuchamos un llanto.
-¡Tiempo de ser un equipo Juan Pedro!-me reí y Peter se mordió los labios aguantándose las ganas de besarme otra vez.
Nos alejamos y caminamos hasta la habitación, alimenté a mis bebés, Peter me ayudó cambiando pañales y por último él tocó con su guitarra la canción que les escribió.
Mis ojos se llenaron de lágrimas por la felicidad, ver a mis bebés mover sus piecitos y manos al ritmo de la música me hizo apreciar los momentos simples que te brindaba la vida.
Y ellos fueron creciendo... amando la música.. siendo bebés sanos.. y con Peter "celebramos" cuando finalmente se terminó la eterna cuarentena.
Las tías Candela y Eugenia quedaron a cargo de mis bendiciones y con Peter nos fuimos un fin de semana a Cariló.
Tomé a Peter de la mano y caminamos así.. pero en uno de loa dedos de mis manos llevaba puesto un anillo de compromiso.
-Peter-lo hice dejar de caminar frente al mar- vos te adelantaste.. pero..-me reí del nerviosismo y saqué del bolsillo de mis jeans un anillo de compromiso- quiero.. quiero darte esto.. algo simbólico que representa lo mucho que te aprecio.. que te aprecio lo suficiente como para casarme con vos-lo miré coqueta y lo hice reír-y seguir proyectando.. y.. ¡seguir a tu lado! Seguir peleando para seguir amigándonos de las mejores maneas.. para seguir siendo asquerosamente cliché si se trata de mi amor hacia vos-me puse romántica y Peter me miró a los ojos con una mezcla de ternura y amor- ¡dame tu mano!-le di la orden y él me hizo caso.
Me dio su mano y le puse el anillo de compromiso en uno de sus dedos, nos tomamos de las manos mientras nos acercábamos y nos dimos un beso apasionado.
-Futura esposa-Peter me sonrió encantado.
-Futuro esposo-lo dije en voz alta sin poder dejar de sonreírle.
-Mi mujer soñada-Peter a joderme con halagos y palabras asquerosamente clichés.
Peter me dijo cosas rosas y yo lo imité, y estuvimos el resto del día siendo lo que por lo menos yo juré "destruir", el ser cliché.
Le hablé como a un bebé, lo "celé" y él no dejó de llenarme de besos hasta en los lugares públicos.
La noche del fin de semana terminó bien arriba en un GRAN encuentro, y al volver a casa nos entregamos nuevamente al mejor rol que tenemos el placer de tener: ser padres.
Limpiamos pañales, bañamos a Mar, Benicio y Bruno, les jugamos, los cambiamos y los dormimos.. y así transcurrieron los días.. la rutina.. y las salidas de las rutinas en las que hacíamos otras cosas, con Peter a veces nos dábamos un tiempito para estar solos y para cambiar se aire.
Tenía que enamorarme para soltar la absurda idea de que con Peter estaba prohibido enamorarnos, ¡y al final que TAN necesario fue enamorarnos y entregarnos al amor! Obviamente para ser felices cómo ahora.

FIN

Prohibido, ¿enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora