Capítulo 22

203 30 6
                                    

¿Y si fingía demencia?
Me reí toda nerviosa y Peter me sonrió burlón.
-No es lo que crees... no quise decir eso.. tan así... tan...-me reí y mordí mis labios- ¡¿viste que lindo es mi ropero?! ¡Tiene un reproductor de música bluetooth!-cambié abruptamente de tema, busqué mi teléfono celular para encontrarlo y no lo encontré porque seguramente estaba sobre mi escritorio, ¡fuck!
-¿Estas intentando fingir demencia?-Peter se dio cuenta, ¡LPM!- igual, era esperable.. el que intentes fingir demencia-elevó sus cejas y suspiró- quedemos en eso.. vos fingís demencia, y yo hago cómo que no te escuché-se apartó de mi y se cruzó de brazos- no pienso celebrar el hecho de que CREO que fuiste sincera
-¡¿Cómo que CREO?! ¡¿Porqué no crees el que yo estoy sincera?!-me molesté, rápidamente me cabreé.
-Eso es lo que queres.. ¿no?-me desafió con la mirada, con sus ojazos verdes- que no te crea.. ¡no te hagas la que queres que te crea!-acarició una de mis mejillas con su mano y acto seguido se apartó-¿con que botón se abre tu ropero? Tengo que irme Lali
Se dio el "tupé" de intentar escaparse de mi.
-No pienso decírtelo-molesta me paré frente al sector de los distintos botones que abrían puertas y cajones, también encendían y apagaban la luz.
-Puedo denunciarte por acoso-se metió con lo que yo no quería que se metiera, ¡por ÉSTO mismo no quise cruzar LA línea! ¡Esto podía llegar a pasar!
-¡Sos medio idiota! ¡Me prometiste no denunciarme ante... ¡sos un tarado Peter!-me angustié y me aparté, toqué el botón para que se abra la puerta y primero salí yo- ¡NO me busques más! ¡Se terminó!-me reí con ironía.
Las facciones de la cara de Peter cambiaron y se mordió la lengua, me tomó del brazo.
-No voy a denunciarte idiota...-me miró a los ojos con firmeza- te lo prometí, y te jodía.. solo te jodí para que me dejes salir, no quiero caer en tus telarañas Lali Espósito.. en tus trampas-se le asomó una pequeña sonrisa, suspiré más relajada al darme cuenta de que no había un "peligro" real- no pienso ceder de una a tus encantos.. la cagaste feo-me lo dijo, a la cara y a los ojos, su mirada se volvió triste- y seré un amor de persona.. pero no soy idiota-me lo advirtió.
Peter besó mi mejilla de manera fugaz, su perfume increíble me entró por las fosas nasales y sonreí cómo una idiota, su perfume era riquísimo.
Lo vi irse y me quedé sola en la oficina...en mi estómago y mi pecho sentí una revolución, las emociones estaban afectándome.

Al día siguiente volví a terapia, porque lo necesitaba, tuve mucha suerte de que se le suspendió una sesión a Natalia y pudo atenderme.
-Yo..-nerviosa me puse a jugar con los dedos de la mano, miré a mi terapeuta que me miró y se quedó expectante-me mandé una cagada... bueno, últimamente me mando muchas cagadas-tomé aire y solté un suspiro, me puse seria.
-¿Qué pasó ahora Mariana?-Natalia toda paciente me escuchó.
-Le hice un risotto a Juan Pedro.. creo que me salió bien, pero la noche terminó para el culo.. lo... lo intenté apartar de mi, y de la peor manera-la voz se me quebró- actué de manera impulsiva y le dije algo que le causó dolor
-¿Y eso sería?-Natalia me animó a seguir hablando.
-Le dije que éramos de dos clases sociales distintas... que lo nuestro no podía ser, que nunca me pondría de novia con él... y...-sentí un amargor en mi garganta, ¿podían agarrarme nauseas?- fui dura... seca... bastante hiriente sin quererlo.. bueno, en ese momento, quería de alguna manera u otra sacármelo de encima, porque él me entendía demasiado bien.. la tenía bastante claro con respecto a mi, y
-¿Porqué saliste a atacarlo?-Natalia fue directo a la pregunta.
-Se metió con mi pasado... con mi noviazgo... con mis inseguridades-del nerviosismo me mordí las uñas y Natalia me pidió que deje de hacerlo- y me sentí amenazada... ¡es anormal que una persona a la que conoces hace poco te conozca tan bien Nati!  ¡Esto debe pasar re poco!
-Justamente, pasa MUY POCO-me lo hizo ver- yo... creo que tenes que seguir viniendo a terapia, evidentemente tenes mucho en lo que seguir trabajando-esbozó una pequeña sonrisa, una.. ¿esperanzadora?-  para no lastimarlo ni lastimarte.. realmente te atrae más allá de lo físico, ¿no?
Natalia siendo directa iba a lograr que me "desarme", y eso mismo pasó, "bajé la guardia" y mientras se me formaba un puchero y los ojos se me llenaban de lágrimas, asentí con la cabeza.
-Odio... odio las emociones que me aprietan el pecho...  y ese cosquilleo de felicidad cuando me besa... cuando es tierno...-me reí de manera tonta- no quiero... no quiero llegar al punto de volver a...-¡¿porqué me costaba tanto decirlo?!- ¡sigo enamorada de mi ex eh!
-¡No sigas intentando atajarte Mariana!-Natalia elevó sus cejas- te gusta.. pero cómo para algo sentimental.. y no creo que sigas enamorada de tu ex Luciana, menos después de todas las cosas horribles que te hizo... queres engañarte, y te decís que seguís enamorada de ella... para no permitirte pensar en Juan Pedro... y lo mucho que te gusta
¿Acaso mi terapeuta estaba hablándome cómo si fuera una amiga íntima mía? ¿Desde la buena onda?Tenía dos opciones: o también atacarla, por no estar siendo muy profesional y hacerse la amiga, o realmente escucharla y tomar sus consejos para hacer algo al respecto.
-Creo que ya dije suficiente-sonreí de manera sarcástica- voy a.. voy a pensar en todo esto...-quise sacarme el trámite de terapia de encima rápidamente- te pago-le pagué y no le di tiempo a decirme nada más, me fui, abandoné mi sesión de terapia cómo una cobarde.
Una vez en mi auto, mientras manejaba de camino a mi casa cambié de planes, le dije a Eugenia y Candela de ir a tomar algo a un bar más tarde.
Mis amigas aceptaron, y antes de juntarme con las dos, pasé por lo de Candela.
-Hola-la saludé dándole un abrazo-¿cómo estas Candeli?-
-Todo bien, ¿vos?-elevó sus cejas, se quedó mirándome- estas rara.. tenes una vibra rara...
-¡¿Arrancamos a tomar?!-le mostré las botellas de vino que traje- me pasó mucho... y hay mucho de lo que jamás hablaría sobria
Mi amiga tampoco pudo responderme, que entré a su cocina y busqué un destapa corchos.
Me comporté cómo una adolescente a la que recién hace poco la habían autorizado para tomar alcohol, cuando Eugenia llegó yo ya había vomitado dos veces y estaba tumbada en el sillón boca arriba diciendo cosas de manera impulsiva, desinhibida, no paraba de hablar.
-No sé cómo accedimos a dejarla tomar tanto-Eugenia miró a Candela con cara culposa- por lo menos nos contó que sí siente un algo por Lanzani..
-No dije eso..-con seriedad elevé mis cejas, poco a poco estaba recobrando la sobriedad-¿dije que me gusta? Eso es cierto, pero no estoy enamorándome
-¿Segura?-Candela me evaluó.
-No me hagas razonar con resaca...-me reí nerviosa- ¿puedo quedar a dormirme?
-Podes quedarte a dormir..-Candela asintió- Andrés está de viaje, se fue el finde a pescar a Santa Teresita a la casa de veraneo de sus primos
-Entonces me quedo-entrecerré mis ojos y asentí con la cabeza.
Fui hasta la habitación de Candela, y después de despedirme de ella y Eugenia me metí en la cama de mi amiga, y me quedé dormida.

Sobresaltada abrí mis ojos, y me encontré con que estaba en ropa interior, dormida entre Candela y Eugenia, desconcertada, entre incómoda y asustada grité, mis amigas se cayeron de la cama.
-¡MENOS MAL QUE ESTAN VESTIDAS!-suspiré aliviada-¡creí que no sé, me puse hot y... ¡son mis hermanas de otras madres, NO DA! Después de tantos años cagarla, ¡y cómo últimamente la cago en todo creí que la cagué hasta con ustedes!-me angustié y me reí.
-No pasó nada tarada-Eugenia se rió y volvió a subirse a la cama, Candela lo mismo- te cuidamos.. porque estabas mal.. y bueno, vos estas casi en bolas porque te lavamos la ropa
-¡Qué alivio que no pasó nada!-le sonreí más aliviada y ellas me imitaron, suspiraron-diganme que no me mandé ninguna cagada más durante la madrugada...
-Sí... te mandaste una "cagada" más por la madrugada, cuando con Candela estábamos por nuestro quinto sueño, te pusiste de pie y agarraste tu celular...-Eugenia hizo una pausa y me miró firmemente- si nosotras hubiésemos estado despiertas lo hubiésemos evitado, pero le mandaste por audio un mensaje a Peter
-¿Qué clase de audio?-me alteré de un segundo a otro.
-Lo invitaste a pasar San Valentín al lugar más cliché de la argentina-Candela me miró y elevé mis cejas entre interesada por saber más y el querer matarme- los Lagos de Palermo, a un picnic de día... y también le prometiste tratarlo bien de ahora en adelante, el remediar lo mal que lo hiciste sentir-Candela se quedó pensativa, cómo si no supiera si seguir diciéndome lo que había hecho o no- y el tener una cita cita cita cita, te estoy citando a vos-me aclaró- le prometiste tener una cita cita cita real en un restaurante con velas.. y una noche llena de sexo sexo sexo-me imitó- pero del bueno-aclaró a último momento y quise morirme.
Busqué mi celular por toda la habitación y lo encontré en el suelo, me puse a escuchar mis audios y era real, le dije cita cita cita más de tres veces, y sexo sexo sexo más de cinco veces.
¡¿Y él que hizo?!
¡El desgraciado me CLAVÓ el visto! ¡Me CLAVÓ el visto!
Cabreada empecé a mandar un nuevo audio siendo las siete de la mañana.
-Hola Juan Pedro... olvidá todo lo que dije, todo lo que hice, seguro te diste cuenta de que estaba borracha..-mandé el audio.
Toda nerviosa esperé que lo viera y LO VIO, ¡¿qué carajo hacía despierto?!
"Dicen que los borrachos y los niños dicen la verdad, y vos te comportaste como una niña estando borracha" me mandó por escrito y me quedé con los ojos bien abiertos porque me tomó por sorpresa.
En vez de permitirme fingir demencia Peter me enfrentó, y decidió adjudicar todo el loco que hice a que realmente quiero hacer todas las cosas que le propuse, y de esa manera tan particular, tan especial... cómo si realmente quisiera tener citas reales, cómo las que tienen las personas que realmente se gustan y sueñan con poder llegar a ser una pareja.
¿Acaso mi inconsciente me traicionó?

Prohibido, ¿enamorarnos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora