Mi Secreto.

3

El siguiente mes paso sin nada relevante entre Edu y yo, me sentía bien con que me siguiera frecuentando y no nos alejaramos de nuevo. Lo que ahora estoy considerando es el comenzar a trabajar de manera definitiva con Edu, tenía mis dudas porque seguramente en la oficina en algún momento tendría que cruzarme con Salma.

—Ya esta el desayuno. —avisó mamá entrando a mi habitación. —¿Qué haces?

—Terminó de meter mi cosas a la mochila. —necesitaba la orientación de mamá. —¿Qué opinas de que trabaje con Edu?

—Depende qué tipo de opinión quieras.

—¿Como qué tipo de opinión?

—Laboral o del corazón. —se sentó sobre la cama y cruzo sus piernas. Odio mucho a mi madre.

—Ambas. —solté un fuerte suspiro para dejarla hablar.

—Te va a servir mucho trabajar con ella, es una firma de renombre y ella como abogada junior ya tiene un éxito y muchos clientes importantes. Será dura porque dentro de la oficina no serás su amiga serás su colega, tendrás que ver como es en los juzgados y su manera de trabajar, conocerás otra faceta de Edurne y no digo que sea malo, vas a aprender de la mejor y será bueno para ti. —es cierto el duro trabajo dentro de la firma, hace unas semanas me habló de como comenzó a trabajar ahí y resulta que su abuelo es el dueño, sí el dueño. Algo que la hizo comenzar desde abajo, fue qué no quería que le regalara nada y también quería subir todos y cada uno de los escalones para ser digna de ser socia, todo ese trabajo tuvo su resultado y por propuesta de otro abogado que es socio sénior ella fue la primera abogada más joven en ser socia junior. —Por otro lado cuando hablamos de sentimientos, no estas preparada mentalmente para enfrentar el verla con otra persona. —¿Ya dije que odio a mamá?

—¿Entonces no acepto?

—Yo en tu lugar aceptaría, pero esa es decisión tuya. —y sin más se fue de la habitación.

Ahora tenía más dudas que antes.

Salí de casa dos horas antes porque quería ir a ver las oficinas del despacho de los amigos de Edu y de pasó decirle que si voy a comenzar a trabajar con ella. Al llegar no se veía mucho movimiento, el lugar es realmente pequeño, como mucho tiene cuatro oficinas, una sala de reunión y una pequeña recepción en donde no había nadie.

—¿Si? —si mal no recuerdo mencionó que estaria aquí a estas horas, decidí llamarla porque no quería entrar y abrir cualquier puerta y luego tener que disculparme.

—Edu...

—¡Majo! —dijo sorprendida. —Lo siento estoy manejando, voy en la moto. —explicó.

—No, yo lo siento. Debí llamarte antes.

—¿Necesitas algo? Voy a entrar al juzgado. —Edu estaba mintiendo, ella odia ir al juzgado en moto.

—Solo quería decirte que voy a trabajar contigo...

—¿Qué?

—Si, pero debí avisarte que venía a verte.

—¿A que hora sales hoy? Voy por ti y hablamos del tema. —deje de escuchar el motor y supuse que había llegado a su destino.

—A las siete...

—Perfecto, a esa hora te busco... ahora me tengo que ir, te quiero.

Cortó la llamada y justo cuando iba a retirarme una chica salió de una de las puertas.

—Hola, buen día. —se acerco a su lugar. —¿Buscas asesoría legal?

—No, buscaba a la abogada Lombardi pero no te preocupes ya me dijo que no se encuentra aquí. —le dije cuando anotaba algo en su libreta.

—¿Quiere que le agende cita con algún abogado? —preguntó con altanería mirando la pantalla frente a ella.

—No gracias y solo como recomendación permanece en tu lugar, es confuso llegar y no ver a nadie. —no espere respuesta y salí del lugar.

El resto del día pasó sin nada relevante, las clases comenzaron y la verdad no estaba prestando demasiada atención, no quería pensar mucho en el tema de que Edu me estaba ocultando algo, nosotras siempre nos contamos todo sin importar que tema sea. ¿Estaba con Salma y no me quiso decir? ¿Tenía a alguien más aparte de Salma? No, ella cuando tiene una relación se centra en eso.

A la salida la espere por casi treinta minutos, pero no llegó y tuve que irme a casa.

—Hola, ¿como te fue? —preguntó mamá bajando las escaleras.

—Bien. —solté un fuerte suspiro y me tire en al sofá.

—¿Y eso?

—Edu dijo que me pasaría a buscar a la salida y nunca llegó... —no termine cuando sonó el timbre de la casa.

—Yo abro. —mamá se levantó y fue a abrir la puerta. —Acaba de llegar. —escuché a mamá. —Pero pasa y cenamos juntas.

—Majo, lo siento mi celular se daño y no pude avisarte que no podía ir por ti. —se sentó a mi lado y recostó su cabeza en mi hombro. —Te hice esperar y...

—No pasa nada, ¿Todo esta bien?

—Si...

—¿Edu te quedas a cenar? —preguntó mamá desde la puerta de la cocina.

—Por supuesto. —mamá asintió y volvió a la cocina. —Voy a avisarle a Elionor qué no voy a llegar a cenar. —se levantó para hacer la llamada.

Elionor es su hermana menor, solo son ellas dos, cuando conocí a Edu me dijo que sus padres había tenido un accidente y ambos murieron, nunca quise indagar más en el tema porque sabía que era delicado para ambas. Pero en el fondo sabía que algo más les sucedió a ellas porque a Elionor no le gusta salir de su casa, nos hicimos amigas desde que Edu nos presentó y muchas veces intente sacarla de casa, e incluso le ofrecí ir juntas a la universidad pero se negó alegando qué ya tenía su curso en línea. Tal vez alguna día me atreva a preguntar y así poder conocer la verdad.

Durante la cena, Edu fue amable como siempre conmigo y con mamá, pero esta vez estaba en exceso amable, creo que lo esta por haberme dejado esperando en la uní. Al terminar la cena, se ofreció a lavar los trates usados y yo me ofrecí para ayudarle, por otro lado mamá se fue a descansar porque mañana tenía trabajo temprano.

—¿Quieres quedarte a ver una película? —pregunte, la verdad quería pasar mas tiempo con ella. 

—¿Como una pijamada? —podía notar la burla en sus palabras. —¿Como en los viejos tiempos? —asentí a su pregunta. —Pero nos faltaría Eleonor... —me gustaba que incluyera a su hermana, pero esta vez la quería solo para mi. —Aunque solo podemos ser tu y yo. —susurró acercándose a mi.

Después de su propuesta no pude borrar la sonrisa de mi cara durante toda la noche, con esas acciones sentía que ella también podía tener sentimientos por mi.

Tal vez y solo tal vez, mis sentimientos podían ser correspondidos.

♧♧♧

Recién lo termino y no quería esperar más para publicarlo, les dejo a Edurne para que se hagan una idea o imaginenla como ustedes prefieran.

Como siempre espero sus votos, comentarios, dudas o sugerencias siempre son bienvenidas y aceptadas.

R.