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1/3 maratón.

Evidentemente entre Eli y yo no había nada que arreglar, pero eso Edu no lo sabia y como seguía sin acercarme a ella como amiga creía que las cosas seguían mal. Las últimas semanas de la universidad fueron demasiado pesadas por los trabajos finales y por los exámenes.

—¿Le dirás a Edurne sobre la graduación? —preguntó mamá en el desayuno.

—No voy a ir, así que no le diré. —había tomado la decisión de no ir al evento de graduación. Ni mamá, ni papá estaban muy contentos con mi decisión pero tampoco la debatían. —Si va es seguramente por Eli y lo más seguro es que lleve de acompañante a su novia.

—¿Hasta cuando vas a seguir así?

—No lo sé mamá, no lo sé.

Fui a la firma, cuando llegue la encontré en la entrada hablando con un tipo que no había visto antes por lo que debía de ser un nuevo cliente. No le tome mayor importancia y seguí mi camino dentro del edificio.

—Buenos días. —salude a la chica qué estaba en recepción, es amigable y fue buena conmigo cuando llegué el primer día.

—Buen día, Elionor me pidió que la buscará en la oficina de la abogada Lombardi. —le di las gracias y me dirigí a la oficina de Edu.

—Me buscabas. —en cuanto entre me encontré con la novia de Edu. —Lo siento, estoy buscando a Elionor.

—Acaba de salir. —estaba sentada en la silla de Edu, verla en su lugar solo me molestaba más, esa mujer no la merecía.

Yo tampoco, por no luchar por ella.

—¿Te molesta verme aquí?—preguntó con burla, ya no me interesaba ocultar mi molestia cada que la veía con Edu. Todos parecen leer mis sentimientos por ella.

—Hola. —entró Elionor con varios expedientes en sus manos. —Tenemos que estudiar esto, en una horas es la primera audiencia y Edu quiere que vayamos con ella. —no era la primera vez que asistimos a una audiencia o incluso a un juicio, pero si era el primero que teníamos que estudiar un par de horas antes.

—Edu siempre gana, no deberían de estar tan preocupadas. —esta mujer me irrita en exceso. —Aunque pensándolo bien sí deberian preocuparse, porque sin ella seguramente estarían en su casa perdiendo el tiempo. —no me molestaban los comentarios que puede decir sobre mi, pero Elionor era la hermana de Edu ¿Como podía decir eso?

No quería pelear nuevamente con Edu y pase sus estúpidos comentarios por alto, no vale la pena pelear con ella.

La audiencia comenzó en punto de las tres de la tarde y como Edu nos quería con ella ya no asistimos a clases. El asunto era realmente grave, no me gustaba esta materia del derecho y mucho menos que Edu defendiera a este tipo de personas.

Tres tipos qué presuntamente son responsables de una violación en grupo de una menor de edad, ellos tenían veinte años, la chica solo quince y ya le habían destrozado la vida. Mientras estudiábamos las pruebas y todo lo que nos habían entregado, ellos podían salir por falta de evidencia y si eso se daba la chica sería una víctimas más a la que la justicia le había fallado.

—¿Por qué defiendes a estos tipos? —le pregunte cuando salimos y Elionor nos dejo para ir al baño.

—Para eso me pagan. —respondió como si fuera lo único que importará, sin mirarme por estar viendo su teléfono.

—Esa chica probablemente ya esta marcada de por vida por lo que eso imbéciles le hicieron y no te importa. —le reclame por su extraña actitud. Dejo su teléfono para verme.

—Somos abogadas y defendemos a nuestros clientes sin importar si son culpables o inocentes, tu lealtad esta con ellos. Y aprendé a dejar tu moral de lado si quieres seguir en esto. —esta no era la Edurne qué yo conocía. A esta Edurne solo le importaba ganar sin importar si eran realmente inocentes.

—No estoy de acuerdo y no quiero seguir llevando asuntos penales. —le dije segura de mis palabras, no voy a seguir del lado de los "inocentes" qué Edu defiende. —Porque cuando tu me decías que querías ser una abogada honorable no pensé que te convertirias en esto.

—Lo siento si no soy lo que imaginabas, aquí es blanco o negro. —algo andaba mal, Edu estaba hablando con mucha arrogancia.

—No, no todo es blanco y negro.

—Puede qué tengas razón, existen más colores. Pero en esta y en todas las historias existen tres puntos de vista: la historia de quien defiendes, la historia de la víctima y la verdadera historia. —enumero. —En tribunales solo son dos; la del imputado o la de la víctima y para quien juzga solo una es la correcta. —su mirada era fría llena de odio y de una rabia qué podía explotar en cualquier momento. —Pero fuera de este, existe la verdadera historia y es ahí donde la justicia qué no se encuentra allá dentro. —señaló el edificio de los tribunales. —Cobra el precio de lo que hicieron, porque para quien sabe investigar siempre encuentra la verdadera historia. —desconocía completamente a esta Edurne, era como si existiera otra dentro de la hermana y amiga sobreprotectora, ya no era la tierna amiga y chica de la qué me enamore.

—Lo siento, me entretuve un poco. —dijo Eli llegando a nuestro lado y señaló su blusa llena de alguna especie de yogurt. —Intente limpiarlo pero fue en vano.

No era la primera vez que iba con Edu a una audiencia o que la acompañaba en algún asunto, pero si era la primera que cambiaba completamente. Me sorprendía que no le importaba en lo más mínimo la contratarte sabiendo que fue violada por tres tipos, en otro ella defendió a la víctima y fue imparable en el juicio y consiguió mandar a la cárcel al responsable, con más de quince años. No entendía qué había cambiado.

—Entren tengo que hacer una llamada. —no regresaríamos a la oficina, íbamos a casa. —Tengo toda la información, te veo en la catedral a la misma hora… —escuche antes de cerrar la puerta.

¿Con quien hablaba? ¿Catedral?

R.

Mi Secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora